Mi última cita como espectador fue en un evento donde se hicieron presente las ideas y una profunda preocupación por la democracia. El pasado lunes 3 de junio, en el Salón de Conferencias del Edificio del Mercosur, Pilar Rahola, reconocida analista y periodista catalana, presentó una conferencia titulada “Los Dilemas del Pensamiento Único”. Ante una audiencia joven y entusiasta, Rahola expuso su preocupación por la degradación del pensamiento crítico en la sociedad contemporánea, describiendo el fenómeno como víctima de un “pensamiento líquido”.
El concepto de “pensamiento líquido” es una idea desarrollada por el sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman. Este concepto se inscribe dentro de su teoría más amplia de la “modernidad líquida”, donde Bauman describe la condición actual de la sociedad contemporánea, caracterizada por la constante y rápida transformación, la falta de estructuras sólidas y la incertidumbre. En la modernidad líquida, las decisiones y compromisos son temporales y revisables, influenciados por la tecnología, las redes sociales y el mercado global. Bauman describe este fenómeno con la frase: “En un mundo de vida líquida, no se puede construir nada que permanezca”, subrayando la transitoriedad de las estructuras y formas de pensar actuales.
En el contexto del conflicto que se ha desatado desde el ataque terrorista de Hamas en Israel, Rahola argumentó que vivimos en una época donde las zonas de pensamiento único nos dominan, desplazando el debate genuino y la reflexión profunda. En tiempos de confrontación subrayó la importancia de formular más preguntas en lugar de aferrarse a certezas. Para ella, la realidad es dialéctica y no puede ser simplificada sin perder su esencia. Además, criticó la actual tendencia hacia la inmediatez y el simplismo absoluto que, según ella, ha puesto al periodismo en un punto crítico, donde la propaganda se confunde con la verdad, socavando la veracidad de la información. El periodismo se encuentra en un punto crítico. La propaganda se asume como hechos, y la verdad, la primera víctima de esta crisis, se diluye en un mar de información manipulada. Criticó la actual tendencia hacia la inmediatez y el simplismo absoluto, señalando que el periodismo ha perdido su papel de guardián de la verdad, lo que repercute directamente en la calidad de nuestra democracia.
La ausencia de referencias políticas e intelectuales sólidas, combinada con el pensamiento líquido, pone en riesgo nuestra civilización. En el ámbito internacional en el marco del conflicto de Oriente Medio, Rahola señaló la consolidación de una alianza entre Rusia, Irán y Corea del Norte, criticando la hipocresía de instituciones como la ONU. Preguntó retóricamente si estamos ante el fin de la civilización democrática, influenciada por la cultura woke y una crisis de valores que fragmenta las causas universales.
Rahola no dejó fuera la cuestión de las fake news, indicando que los principales países creadores de bots son China, Irán y Rusia. Criticó la falta de visibilidad del movimiento feminista y el #MeToo ante la violencia de género en ciertas regiones, destacando la brutalidad sufrida por mujeres y niñas en manos de Hamas. Defendió el derecho de Israel a defenderse y criticó la manipulación mediática y la influencia de Irán en el relato global. En su análisis, Rahola expresó que el dogma de las ideologías ha superado a la razón. Algunas corrientes de izquierda justifican acciones negativas como las ocurridas en Israel, simplemente por ser contrarias al capitalismo, y en el contexto de un creciente antisemitismo, denunció que se niega a los judíos la condición de víctimas, presentándolos únicamente como opresores.
Para enfrentar estos desafíos, Rahola abogó por un regreso a los fundamentos filosóficos, sugiriendo la lectura de Spinoza y promoviendo la duda como herramienta crítica. Concluyó advirtiendo sobre el peligro de los populismos que sustituyen la política clásica, comparando la era actual con la de Joseph Goebbels, pero con el añadido de internet, y describiendo una realidad donde los curanderos sustituyen a los médicos en la esfera política.
En este momento crucial de la historia, donde la democracia occidental, la libertad y el estado de derecho están en jaque, debemos estar alertas y preocupados. Es evidente que estamos en un punto culmine de la sociedad, donde podemos ver cómo se reproducen los enemigos de la libertad, cegados por un oscurantismo destructivo que amenaza con arrasar todo a su paso, tal como sucedió en la Alemania nazi. Es crucial comprender que aún estamos a tiempo de actuar. Vivimos en tiempos donde el mesianismo religioso, el desprecio por las instituciones democráticas, el fundamentalismo y el autoritarismo amenazan con imponerse. El antídoto contra el miedo es y será el coraje, el coraje de alzar la voz, de dar la batalla intelectual y, por ende, cultural.
Pilar Rahola, en esta lucha por la libertad y la democracia, no estás sola. Desde nuestros respectivos lugares, debemos levantar nuestras voces y defender lo que creemos. Es el momento de aprender de tu valentía, de enfrentar los desafíos con firmeza y determinación. Es el momento de defender los principios occidentales y colaborar para construir un mundo más justo y libre para todos. ¡Adelante en la batalla por un futuro mejor!
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