Misión no oficial, Uruguay/Argentina/USA 2017. Dirección, producción, libreto y fotografía: Denny Brechner, Alfonso Guerrero y Marcos Hecht. Con: Denny Brechner, Talma Friedler, Gustavo Olmos, Ignacio Roqueta, José Mujica, Carlos Pita. Estreno: 07.09.2017. Calificación: Buena.
Los que le atribuyen al cine uruguayo características grises y poco sentido del humor en el manejo de sus temáticas deberían ver Misión no oficial para luego retractarse. La propia gacetilla de prensa ya se encargaba de resaltar las diferencias con el resto de las propuestas del cine nacional, al revelar la anécdota del film: “¿Qué pasa cuando tres agentes secretos uruguayos viajan a USA a comprar 50 toneladas de marihuana?. En diciembre de 2013 Uruguay se convirtió en el primer país en legalizar la marihuana, y el gobierno debió encargarse de su producción y distribución. Pero una crisis se yergue sobre nuestro pequeño país, que aún no logra producir la marihuana necesaria para su autoabastecimiento. El entonces presidente José Mujica activa la última misión secreta de su mandato, encabezada por el agente Alfredo Rodríguez, quien parte a USA para infiltrarse en importantes eventos del mundo del cannabis y conseguir clandestinamente el suministro para el país. Pero nada de lo que hagan les resultará fácil”.
Si al lector le parece delirante este argumento, más sorpresas se llevará al enterarse que por debajo de esta historia hay otra, que es real pero igual de sorprendente. Porque la idea original de este falso documental, que utiliza el humor absurdo y satírico en forma muy ingeniosa, surgió a partir de una cámara oculta que terminó siendo viral, y que los realizadores Brechner, Guerrero y Hecht realizaron poco después de aprobada la ley de la legalización de la marihuana, hace casi cuatro años. A raíz del suceso público de esa cámara oculta, la idea se desarrolló de a poco hasta convertirse en este largo donde la ficción y el documental se dan la mano con eficacia y habilidad narrativa, sin que nunca se quiebre la atmósfera festiva que campea a lo largo del metraje.
Según confesaron los realizadores, el rodaje fue tan delirante como el resultado que finalmente obtuvieron. Tuvieron oportunidad de viajar al Encuentro 4/20 de Denver, para el cual inventaron una entidad (la Cámara Uruguaya de la Marihuana Legal) a los efectos de internarse en el universo del cannabis con visos de seriedad. Las imágenes que se registran de ese evento son documentales, así como también los encuentros de Brechner con varias figuras públicas estadounidenses y la visita de Mujica a Obama. La ficción surge en todo lo referido al joven farmacéutico protagonista (el propio director Brechner), que quiere vender marihuana junto con su madre (Talma Friedler, que lo es también en la vida real), y para ello no duda en llevar a cabo la riesgosa misión que le propone Mujica. A la insólita dupla se unirá un tercer personaje, un policía retirado con contactos en el bajo mundo, interpretado por Gustavo Olmos, carismático actor natural hasta hoy desconocido.
Es bueno saber que durante el rodaje casi cayeron presos en Washington, que a Brechner le dio un ataque de paranoia en plena Nueva York, y que sus compañeros decidieron enviarle cinco tipos disfrazados de agentes de la DEA para ver si podían devolverlo a la realidad, quizás porque no hay mejor vacuna para un virus que la cepa del mismo virus. Más allá de esas peripecias verdaderas, lo notable de Misión no oficial es que inventa personajes y los inserta en la realidad con bienvenida espontaneidad. La misma que caracteriza a los protagonistas y a José Mujica, un divo de cuyo romance con la cámara no debería quedar duda alguna. Con este cóctel la diversión está asegurada.
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