La Misa Criolla, la obra mayor de Ariel Ramírez y una creación fundacional de la música popular argentina, cumplió 50 años y salió a recorrer el mundo para celebrarlo. En el marco de su gira internacional llega a Montevideo y se presentará el 2 y 3 de diciembre en el Auditorio del Sodre. Facundo Ramírez, hijo de Ariel, es pianista y está al frente de la obra. Contó a Voces cómo se acercó a la obra de su padre y qué significa para él presentarla en Uruguay.
En 2014 la Misa Criolla cumplió 50 años. Fue creada por Ariel Ramírez – quien falleció en 2010 – , y se trata de una obra musical para solistas, coro y orquesta, de naturaleza religiosa y folclórica. Los textos litúrgicos fueron traducidos y adaptados por los sacerdotes Antonio Osvaldo Catena, Alejandro Mayol y Jesús Gabriel Segade. La obra está dedicada a dos monjas alemanas, Elisabeth y Regina Brückner, quienes ayudaron con alimentos a los prisioneros de un campo de concentración durante el nazismo.
Fue lanzada al mercado discográfico y se transformó rápidamente en un suceso en todas partes del mundo, vendiendo hasta la fecha más de 10 millones de placas. “Consideramos que la mejor forma de homenajearla es interpretándola”, dijo Facundo Ramírez, hijo de Ariel. Jaime Torres participó en la primera grabación de la Misa. La obra alcanzó repercusión mundial y ha sido cantada en cinco continentes. Vendió más de 30 millones de copias y obtuvo varios discos de oro y platino. Entre otras versiones, además de la original con Los Fronterizos, la grabaron Zamba Quipildor, el tenor español José Carreras y en el 2000 Mercedes Sosa, quién fue galardonada con un Latin Grammy, además de innumerables coros.
Este 2 y 3 de diciembre estará en el Auditorio del Sodre junto al Coro Nacional del SODRE y el gran tenor y cantante popular Fabián Villalba como voz solista, quienes, junto a Facundo Ramírez, Jaime Torres y su grupo, realizarán un concierto histórico, lo que nos lleva a afirmar que el evento será un gran acontecimiento de la cultura popular rioplatense.
¿Tiene recuerdos de las primeras veces que interpretó la misa criolla?
Yo empecé a interpretarla, con los villancicos de Navidad, después de haber estado en la música clásica. Empecé a hacer música popular a partir de mis 25 años. Ahí, por principios de los años 90, sumé a la Misa Criolla, entre otros repertorios. Por lo que mi abordaje y la interpretación de la obra es desde ese momento y desde entonces la sigo interpretando. En todas partes del mundo. Es una obra que me sigue generando emociones, porque cada vez que la interpreto se le descubren sorpresas, como sucede con todos los grandes clásicos. Se le descubren nuevas cosas cada vez.
¿Y que pasó para se empezara a hacerla?
Yo no tenía pensado dedicarme a la música popular. Iba a terminar mis estudios como pianista y compositor a Europa y al mismo tiempo ya había comenzado, desde mi adolescencia, mi camino en el teatro y la actuación. Y había decidido volver a Argentina para dedicarme a actuar y a componer música contemporánea. Antes de irme, a los 21 años, ya tenía estrenada algunas obras de Cámara. Pero me llamó un gran cantante folclórico como lo es que trabajó mucho con mi viejo a partir de 1974. Se llama Zamba Quipildor, y me ofreció que lo acompañara para hacer la obra “Navidad nuestra”, los villancicos de Navidad en el monumento a la bandera en Rosario. Le dije que nunca había hecho folclore, y me dijo “bueno, aprendé” (risas). Ahí me compré la partitura y empecé a tocarla. Hice instrumentales de la obra de mi viejo que las incluí. Al mismo tiempo me llamó la Negra (Mercedes) Sosa para invitarme a tocar al Luna Park porque le había hecho algunos arreglos de una zamba de Víctor Heredia y cuando nos juntábamos en su casa cantábamos canciones de mujeres argentinas. Pero era como un juego, nunca lo había hecho profesionalmente. Y me dijo “bueno, vení a cantar conmigo al Luna Park”. Así empezó todo, fue sin proponérmelo. Me encontré como pianista haciendo música popular. Fue inesperado pero se ve que estaba escrito en algún lado que yo debía ir por ese camino.
Una obra así tiene su lado artístico pero también lo religioso y la fe, ¿cómo maneja esos dos mundos en su caso?
Yo lo hablo mucho con los coreutas en los ensayos. Obviamente se trata de una misa por lo tanto hay que conservar la unción, el carácter religioso que tiene la obra pero al mismo tiempo la Misa Criolla, por cómo fue pensada y escrita, es una obra para agradecer. Mi viejo, en la década del 50, luego de terminada la Guerra, se fue a Europa para dar a conocer su música. Y recibió mucha ayuda de mucha gente, en Austria, Italia, Alemania, Bélgica y Holanda. Entonces concibió a la Misa Criolla como una obra de agradecimiento y como un llamado a la paz. Por lo que no creo que para interpetarla deba necesariamente tener una fe, ser un hombre religioso. En todo caso sí ser un hombre espiritual para dejarse conmover con la belleza de la obra. En ese sentido yo siempre la abordo más como una obra de paz, por sus propios textos. Incluso al final de la obra se dice “danos la paz”. Y la paz en el mundo, en estas épocas donde estamos atravesando tiempos donde se ha asesinado más gente que en toda la historia de la Humanidad. Vivimos tiempos salvajes y un llamado a la paz siempre es urgente y necesario. Luego el abordaje musical hay que encararlo con la misma seriedad con la que se haría cualquier otra obra, por lo menos en mi caso. Estudio, trabajo y preparo mis obras primero que nada por respeto a mi vocación. Y por respeto a la gente que decidió dedicarle una o dos horas de su tiempo para escucharnos cantar o tocar un instrumento.
¿Cómo será la versión que presentarán en sMontevideo?
Es una celebración, que además va a tener un solista de ustedes. Porque va a estar un solista de ustedes que es Fabián Villalba, y se suma además el coro del Sodre. Y en ese Auditorio que conocí hace poco y es un lugar impresionante. Va a haber un poco de todo porque se va a cantar la Misa Criolla, yo voy a hacer dos villancicos. Una canción navideña que escribió mi viejo que se llama “Navidad en verano” y vamos el clásico “Alfonsina y el mar”. Haremos un bloque de instrumental que mi viejo consagró a su instrumento, el piano. Repasaré algunas composiciones de él, Jaime Torres estará con su grupo de músicos con canciones folclóricas y andinas. Y al final haremos la Misa Criolla todos juntos. Va a ser un concierto. Y además me da felicidad ir a Montevideo, porque tengo una historia familiar y personal con Uruguay, de gran afecto. Así que para mí es una gran alegría presentarme ahí.
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