El domingo 13 tuvieron lugar en Argentina las Primarias
Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para dirimir quiénes
compondrán las fórmulas ejecutivas de cada expresión política y en la cual intervendrán las 24 provincias del país para escoger a sus diputados y un tercio de los participantes del Senado (8 provincias).
De acuerdo con el sistema electoral argentino y como consecuencia de los votos obtenidos, la extrema derecha tendrá representación senatorial.
Según los datos divulgados, las encuestas se equivocaron como siempre y el “podio” si bien se compuso con los integrantes por
ellas aludidos intercambió posiciones, haciendo que el mencionado como tercero fuera primero, el tenido en primer lugar paso al segundo y el del segundo al tercero; algo parecido a la
imagen de un espejo desfigurante que sirvió a muchos observadores -me incluyo- como un ensayo de las federales que se efectuarán dentro de diez semanas, el 22 de octubre.
Es decir que, en buen romance, las PASO dan pie para seguir especulando sobre el futuro político con más elementos (quizá más sólidos) a tener en cuenta sin que por ello aventure en mi caso a mencionar un calco. Lo que sí puedo afirmar es que quien aparece como puntero en estos comicios (al pasar de figura local capitalina a abarcar el espacio nacional), Javier Milei, sumado su 30% de los votos con el tercio que no concurrió a las urnas más los sufragios en blanco y anulados, tomados todos con la misma óptica, resultan en un NO enorme a la política ejecutada hasta el momento; son, en verdad, la expresión más contundente del antisistema, Se trata, en todo caso, de la expresión clara de un “no va más”.
Como síntoma de un estado ánimo de la mayoría de su numeroso electorado, no importó que Milei haya sido asesor del genocida Antonio Domingo Bussi y que tras su actual victoria afirme que de llegar a ser presidente piensa dolarizar la nación, cerrar el Banco Central, eliminar o vender el sector público y privatizar la salud y la educación. Confirmo mi sentir: Milei es una expresión sudamericana más del “trunpismo” (encabezado en Brasil por Bolsonaro) y navega internacionalmente sobre una ola presente que hace la extrema derecha, en particular europea, que va del Mediterráneo hasta la Península Escandinava.
Se trata, en todo caso, de súperconservadores, admiradores de viejas dictaduras genocidas, que llegan a los gobiernos, comparten coaliciones y gabinetes o crecen y acechan como Marine Le Pen en Francia, Vox en España, Kast en Chile o el uribismo colombiano.
En palabras de Luis Bruschtein en Página 12 del lunes 14, “algunos ven el voto a Milei como una actitud ideológica: la bronca montada sobre los instintos más regresivos, el sálvese quien pueda, la discriminación y el patriarcado machista, la meritocracia, la antipolítica, el antisindicalismo y el autoritarismo represivo.”
La alternancia entre progresistas y derechistas habidas en algunos países de Latinoamérica, es ponderada (junto con ciertos actos electorales) como la piedra angular de la democracia, aunque se ignore y nada se diga de los golpes contra presidentes electos de acuerdo con las formas establecidas, como Fernando Lugo, Dilma Rousseff, Evo Morales o Pedro Castillo. Las acciones de los socialdemócratas europeos -que se asemejan en mucho con las de sus oposiciones neoliberales- se copian por todas partes,
En tanto los ciudadanos perciben que cada vez menos existen diferencias entre unos y otros; que más allá de las declaraciones y los supuestos ideológicos, los gobiernos hacen cada uno lo mismo; que son entidades cupulares cada vez más alejadas de las personas comunes y más cercanos a los dueños del capital. En general, no hay grupos políticos que encarnen las demandas de mejoras claras en sus vidas; no hay quien abrace e interprete las demandas democráticas de las grandes mayorías.
El caso argentino parece ser uno de los peores con que hemos topado: pese a un grupo intelectual importante, inteligente, sapiente, existe una gran masa dispuesta a acabar con lo poco conquistado y seguir detrás de un conductor mágico que en las primeras de cambio se diluirá como pompa de jabón atraído por los elixires del capital, mientras una izquierda ideologizada al máximo, capaz de subdividirse hasta casi desaparecer, seguirá sin superar el sectarismo o sin renunciar a nada que pueda o crea que afecta “sus principios”. Entre otros, los restos de las organizaciones que se opusieron a las dictaduras, siguen sin plantearse temas elementales como en el de la unidad, aún en la diversidad.
La oferta principal de los del “podio” fue de la derecha, diferenciándose solo por las distancias que guardaron hasta las PASO respecto al extremo representado por Milei. Parece que eso ya lo acortó la candidata Patricia Bullrich con sus alabanzas a modo de atracción.
Ante la falta de antagonismos reales de los principales candidatos de la derecha -donde alguna juega a la atracción y otros al “desinfle” del ganador de las PASOen las presidenciales- nos quedamos con las predicciones de CFK para octubre. Aludiendo a las primarias presidenciales, pronosticó en mayo de 2003 que será “una elección de tercios”, donde se centrarán las cosas en que “empiezan a discutirse si vamos a un país con apertura indiscriminada de las importaciones o la defensa de la industria nacional; si vamos a universidades aranceladas o seguimos con universidades públicas; si vuelven los sistemas privados de jubilación o siguen los medicamentos gratis y más movilidad jubilatoria; si vamos a un mercado de trabajo con más derechos o menos; si va a haber trabajadores o vamos a condenar a nuestro pueblo a ser esclavo», La señora CFK debe comprender que en la alienación del trabajador concurren diversas formas de esclavitud.
Como bien recuerdan los analistas, las PASO tienen incidencia directa en la conducción económica y, sobre todo, en el valor del dólar paralelo (“blue”, que el lunes 14 se compró a $665), El turista quedó agradecido con los “arbolitos” de la calle Florida en Buenos Aires,
POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES
Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.
Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.
Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.
Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo.
Conozca aquí las opciones de apoyo.