Tomás Casaretto, presidente de los jóvenes blancos:La corrupción no es de partidos, es de personas.
Recién fue electo en una convención muy reñida y lo convocamos para charlar. Lo apretamos por todos lados y demostró ser hábil declarante a pesar de sui juventud. Es un típico representante de la juventud del partido Nacional y viene con la firme decisión de militar el gobierno.
Por Jorge Lauro y Alfredo García / Fotos: Rodrigo López
PERFIL:
Nació en Montevideo, hace veintitrés años. Es hijo único, su padre es vendedor de autos y su madre se dedica la cocina. Hizo la escuela y el liceo en el Colegio Varela. Estudia Derecho en la Udelar y está entre tercero y cuarto. Le gusta mucho la historia y es admirador de los libros de Lincoln Maiztegui. Es hincha de Nacional.
¿Tu familia le da bola a la política?
Eso sí, obvio. Es una familia de esas en las que en los almuerzos y cenas siempre se habla de política. Mi tío es edil por Río Negro, desde hace dos o tres períodos, pero es de esos ediles bien del interior que lo hacen porque les gusta más la vocación política. Y lo otro que tengo en la familia es mi bisabuelo, que fue intendente de Río Negro, hace setenta años, más o menos.
Son originarios de Río Negro.
Mi viejo y mi vieja son de Young. Mis abuelos por parte materna tienen un campito ahí, a siete kilómetros de la Ruta 20. Estancia Santa María, con un lindo casco.
¿Sos de ir al campo? No tenés pinta de gaucho.
De chico iba todo enero, en vacaciones. Ahora me gusta ir cada tanto. Es un lugar de tranquilidad.
¿Se puede confesar eso, siendo integrante del partido?
Soy pro campo. Lo que digo es que no soy de esas personas que saben de la vida de campo. Sería muy hipócrita de mi parte decir lo contrario.
Vas a ser un doctor de ciudad.
Insisto, mi familia es del campo. Lo que no tengo es la experiencia del día a día. La puedo entender a través de ellos.
Pero nunca ordeñaste, nunca una yerra.
No, yerra sí. Y ordeñar, no más que con la escuela cuando te llevan.
En definitiva, sos un blanco medio trucho.
Un blanco moderno.
¿Y quién te enganchó en la política?
Muy poca gente sabe que empecé en el Espacio 40. Tengo una muy buena relación con el Negro Da Silva. Así que con 13 años me enganché en la 40.
Son peores que los izquierdistas, reclutan y adoctrinan desde chiquitos (risas).
No… La campaña de Luis me llamaba mucho, en 2014.
Por la positiva.
Por la positiva, exactamente. Me llamó mucho. A veces es difícil para un gurí, como era yo, meterte en eso, aunque te interese, porque no sabés cómo mecharte. Y me arrimé a un club del Espacio 40 que había por la calle Colonia. Pero era muy chico y era difícil agarrar. La gran mayoría de los jóvenes en ese momento tenía de 21 para arriba. La generación de 15, 16 y 17 que estamos viendo ahora no estaba ahí entonces. Hasta que dejé por ahí, hasta que en 2015 el amigo Arturito Heber me dijo que era increíble que me hubiera sumado después de perder la elección nacional, en la campaña departamental, con Álvaro Garcé en ese momento. Ahí sí me sumo a Aire Fresco y empecé a militar. De ahí seguí para adelante.
Estuviste trabajando como secretario de Diego Rodríguez.
Desde el 2017 hasta el 2021.
Insoportable.
Desafiante y batallador.
Contra los molinos de viento.
Es el mejor fiscalizador que tiene Montevideo.
Yo sé que es tu amigo, pero ta… Se le va a un poco la mano criticando el verde.
Vamos a ver ahora cuando haga la campaña cuál es el color. Quiero creer que no va a ser verde, porque sería un poquito hacer plataforma política en la intendencia de forma excesiva. Hay veces que la Intendencia de Montevideo…
Es peor que el gobierno.
Lo que veo es que hay un desinterés de Carolina Cosse por escuchar a la oposición, en cualquier tipo de crítica. Ha deslegitimado al órgano departamental una y otra vez. Y no me refiero solamente a la oposición. No yendo a la Junta Departamental también deslegitima a sus propios compañeros. Es una cosa increíble. Y ni que hablar del Congreso de Intendentes, que ahora pertenece a una institucionalidad que, por lo menos en lo personal, me parece muy interesante, que se ha fortalecido mucho y que ha agarrado un rol bastante importante.
De Mujica para acá.
Sí, es cierto. Y creo que en este período ha agarrado bastante fuerza. Y la va a seguir agarrando. Pero ella no iba a las reuniones, y pretendía presidir algo que a ella no le interesaba, con lo cual esa institucionalidad que se había fortalecido se iba a terminar debilitando. Todo lo que pasó en ese tema de quién quedaba, también debilita esa institucionalidad. Lo bueno ahí es que va rotando, es apartidario, le toca a los colorados, a los blancos, a los frentistas. Y dense cuenta que, por un tema interno, otro blanco termina presidiendo el Congreso de Intendentes, porque no supieron arreglar. Trasladan un tema partidario a un tema institucional.
Creo que reconocieron que fue un error. Los dos lo han dicho.
Creo que lo volverían a hacer. Reconocen que es un error, pero si volvemos al diario del domingo, vuelven a cometer ese error.
La militancia se dio más que nada a través de Aire Fresco y ahora en los Jóvenes Blancos.
En 2017 tuvimos elecciones de jóvenes. Yo ahí tenía 17 años. Salió electo Armando Castaingdebat como presidente de la Juventud. Pero nosotros tenemos nuestros órganos departamentales. Y ahí por primera vez terminamos haciendo un sistema de rotación de presidencias, entre diferentes espacios. Estaba la 40, estaba el herrerismo y estábamos nosotros. Y a mí me tocó presidir la Juventud en Montevideo desde mayo de 2020 a agosto de 2021, en pleno contexto de pandemia. Fue una experiencia impresionante.
¿Qué hacen los jóvenes blancos? ¿Qué se considera un militante?
Me gusta esa pregunta. Lo bueno que tiene el proceso de juventud en el Partido Nacional es que te saca el estereotipo de militante de entregar listas y salir con la bandera, que en definitiva sólo te milita en la departamental y la nacional. Te hace un militante 24/7. Los procesos de juventud terminan decantando en mesas departamentales y la mesa nacional. Está bien, mucho show, mucho circo, buena imagen para la juventud y el partido, ¿pero qué incidencia tiene? En definitiva, la pregunta es si hace la diferencia. Tenés una batería de propuestas que surgieron del seno de la juventud del Partido Nacional, que están en el gobierno y que se están llevando adelante.
¿Cuáles?
Muchas se están canalizando a través del INJU. Hoy en día está el INJU Móvil, que recorre el país, que va a las localidades de menos de quince mil habitantes. Lo que hace es acercar toda la institucionalidad del INJU. Hablamos de políticas de juventud, de descentralización y de muchas cosas, y es una propuesta que nace del seno del Partido Nacional. El año pasado el INJU hizo una campaña muy fuerte y la va a redoblar este año, en lo que es salud mental y prevención del suicidio, un poco en la línea de las propuestas que surgieron de la Juventud.
Son temas determinantes.
En 2019 hicimos un congreso de jóvenes en Palmar. Habíamos estado recorriendo todo el país, hablando con la barra, con todos los gurises, en todos los pagos, viendo qué era lo que estaba bueno proponer. Se lo planteamos a Luis y a Beatriz en ese momento. Después terminó siendo parte del Compromiso por el país, y hoy en día el 90% de las cosas que propusimos ya están cumplidas. Y el 10% restante está en desarrollo. Un ejemplo clarísimo, con hechos y no con palabras, es que no es show, es posta. A partir de la elección de jóvenes tenés dos representantes con voz y voto en el Directorio del partido. Otro ejemplo de incidencia real en la discusión de los temas políticos.
¿Qué hace el militante joven blanco? ¿Se insertan en el barrio, militan en gremios estudiantiles y de laburantes?
Eso es lo lindo del militante político. Hay un sentido de vocación pública, y por eso muchas veces deja lo que implica estudio, trabajo, vida social y familia, y termina dedicando su tiempo a la política. La reunión en la militancia obviamente que está, el juntarte con los dirigentes. y nosotros tenemos algo en particular que no sé si lo tienen otros partidos, y sobre todo no sé si lo tiene el Frente Amplio, y es que la barra joven tiene acceso directo y casi diario con la dirigencia mayor del más alto nivel.
Porque son pocos.
Mirá que no. ¿Sabés cuánta gente votó en la elección de jóvenes? Setenta y cinco mil jóvenes.
No todos esos tienen acceso a la dirigencia.
Te puedo asegurar que es una militancia activa muy grande y que tiene acceso a la dirigencia. Mandás un WhatsApp y te responden. Capaz demoran un poco, y no voy a decir que no porque estaría mintiendo. Pero los tipos re responden.
No podés tener a los dirigentes para responder las demandas de toda esa cantidad.
¿Por qué no? Para algo somos gobierno. Están a disposición de la militancia. Te lo digo con la total convicción de que es así. Me dirás que a mí me responden rápido porque soy presidente de la Juventud, está bien. Pero antes de ser presidente siempre tuve acceso a toda la dirigencia.
Se canalizará hacia cuadros intermedios, que distinguen lo absurdo de lo que tiene sentido.
Obviamente, también. Y a veces la forma de llegar al dirigente no es con una reunión. Puede ser con mensajes, con videos, con llamadas. No tiene que ser presencialidad total, y eso lo hemos aprendido en pandemia. Pero quiero volver a tu pregunta sobre qué hace el joven blanco en la semana. Hay mucho trabajo de reuniones, y demás, pero uno se va trazando objetivos. Creo que en Uruguay pasó algo que nunca había pasado. Empezamos una campaña a finales del 2018, con un sentimiento de cambio grande, y los procesos electorales se habían acelerado. Todo el 2019 estuvimos en campaña. En 2020, con la pandemia, como nunca en la historia, se alarga la elección departamental, con elecciones hasta setiembre y la asunción de las autoridades en noviembre. Y de ahí pasamos a la LUC, que termina entre marzo y abril, con todo lo que eso implicó el año pasado. Nosotros terminamos la LUC y empezamos con la elección de jóvenes. Desde 2018 a 2022 fue una seguidilla electoral brutal. Pero no quiero eludir tu pregunta. Uno se va trazando objetivos. La militancia es muy dinámica, muy flexible. Ahora tenemos un nuevo objetivo particular que es el que vamos a poner como buque insignia, por lo menos en estos primeros meses, y que es el salir a militar por el gobierno. Me nombrabas la campaña Por la positiva, de 2014.
Con esa marcharon, ese año. Y después la abandonaron.
Las cosas no surgen por generación espontánea, sino en una sucesión de procesos. Hay aprendizajes. Creo que el presidente en muchas oportunidades ha hablado de cómo los errores ayudan a crecer. Mirá el caso Daniel Martínez. Perdió una elección nacional, la perdió, y después encaró una elección departamental, no sé si aprendiendo de sus errores. No sé si realmente tenía vocación política.
¿Por qué siempre, para todo, la referencia es el Frente Amplio y no la identidad propia?
Estoy hablando de un ejemplo en el cual el presidente va a una elección y sigue adelante a pesar de haber perdido, porque su vida es eso. Te puedo dar ejemplos dentro del Partido Colorado y el Partido Nacional, con personas que cierran sus luchas y no aprenden de sus errores.
Recién decías: “a diferencia de lo que pasa en el Frente Amplio”, en referencia al contacto con los dirigentes.
Te puedo hablar de los procesos de la juventud dentro del Partido Nacional según cómo ha ido evolucionando. Lo que sí hemos aprendido, y lo puedo comparar con nosotros mismos, es el plano de la unidad partidaria. La juventud del Partido Nacional, y el presidente lo dijo mucho en campaña, supo trabajar por encima de las barreras sectoriales. Muchas veces eso era un limitante arriba. Pero abajo, como tenés otro tipo de contacto y relacionamiento, porque recién estás empezando, es mucho más natural. Fuimos aprendiendo de nosotros mismos. El escudo dice: “Somos idea. La unión nos hará fuerza”. Creo que aprendimos de los errores del pasado. En mi caso, en particular, muchos de ellos no los viví. Esos episodios de no unidad.
Siempre fueron feroces.
Sí. Lo conozco más por libros que por otra cosa, y creo que eso está bueno. Vengo de un proceso partidario mucho más en clave de unidad, donde se discuten las diferencias, pero cuidando el partido.
¿Y cómo ves las cuchilladas que empezó a haber ahora, arriba, no entre los jóvenes?
¿Qué cuchilladas?
Hay una puja pasada de rosca.
Que haya una puja electoral no significa que haya… Es como cuando usás la palabra “discusión”, sobre la que la gente tiene una idea negativa. Uno puede discutir y discrepar. ¿Por qué funciona la coalición? Porque habiendo muchas diferencias y muchas discrepancias…
Hay cargos para todos.
No, porque la discusión termina generando que las cosas puedan ir mejorando. Antes, los proyectos entraban en el Parlamento y salían casi iguales. Hoy en día, volvió la discusión al Parlamento, y el proyecto puede sufrir modificaciones, lo que termina siendo mejor para la ciudadanía, el que haya discusión parlamentaria y diferencias dentro de la coalición, porque eso significa que ya no está la mano de yeso.
O porque entre los colorados y cabildantes han matizado un poco la bestialidad.
Hemos aprendido de los errores. Pero te quiero hablar de lo que es militar en el gobierno, porque no quiero dejar cosas de lado.
Suena muy lambeta eso de militar en el gobierno.
Sí, es lambeta, porque tengo la convicción de que se están haciendo las cosas bien. No tengo problema en ser lambeta.
Lambeta autoasumido.
Y a pura honra. Pero con la convicción de que el gobierno está haciendo las cosas bien.
¡Qué título de tapa nos diste! (Risas).
Lo dijeron ustedes, no yo. Tengo la convicción de que el gobierno está haciendo las cosas bien. Imaginate la campaña que hicimos con 18 años. En lo personal rescindí mucho de lo familiar y del estudio. Terminó la campaña y llegamos al gobierno. En todo ese año te perdiste cumpleaños familiares, de amigos, salir a bailar, estudiar. ¿Valió la pena o no? A tres años, digo con total tranquilidad que valió la pena. Cuando veo esa campaña de la oposición de que “nada está bien”, digo que soy consciente de que hay cosas para mejorar y sobre las que hacer autocrítica, pero hay muchas cosas para militar que se están haciendo bien.
Decí tres errores del gobierno, según tu criterio de militante blanco.
Creo que, en un principio, por la pandemia, tuvimos que alargar los procesos a los cuales nos habíamos comprometido en muchas cosas, que terminaron demorando. Tendríamos que haber empezado de una, pero es verdad que la prioridad era la emergencia sanitaria. Se van a reír mucho con esto, porque lo han dicho todos los gobiernos, pero hemos fallado en la comunicación en la segunda mitad del gobierno. Hay muchas cosas que se están haciendo y no se tiene consciencia de todo eso. Por eso lo de la militancia por el gobierno. Hay muchas obras, y lo digo como militante blanco, sobre las que no tenés ni idea que se estaban llevando adelante. A veces al militante le faltan herramientas para militar más, y creo que ese es un error sobre todo de la segunda parte del gobierno. En la primera mitad hubo una comunicación de pandemia muy buena, que también hizo que en muchas cosas pudiéramos avanzar como sociedad. En la segunda parte me parece que nos falta informar sobre todo lo que se está haciendo.
Como en la reforma educativa.
Por ejemplo. Creo que falló un poco la comunicación de las cosas que se están haciendo bien.
¿Y la tercera? ¿El secretario de presidencia? (Risas). Que no te resulte una tarjeta amarilla por parte de la jerarquía.
Son muy abiertos a la crítica.
Los critica Fernando Pereira y están como arañas.
Fernando Pereira critica e igual el presidente de la República fue a la sede del Frente Amplio a presentar la propuesta de la reforma de la seguridad social. No tenemos problema en ir a discutir y meternos en la boca de lobo, como era eso.
Es una cosa que trasciende períodos de gobierno.
Es un capital propio del Uruguay. Me acuerdo de esa imagen de Tabaré Vázquez con todos los expresidentes cuando el tema de la posibilidad del petróleo. Me interesó mucho el estudio de la crisis de 2002. Había una materia en sexto de liceo que se llama Estudios Económicos y Sociales, donde te hacen elegir un tema, y con una barra de compañeros elegimos como premisa ver si había habido peligro institucional en 2002, como sucedió en Argentina. En ese momento nos juntamos con Atchugarry, con Lacalle Herrera, con Jorge Batlle. Jorge se vino a casa, bien en su estilo. Un tipo muy didáctico. Se instaló de siete y media de la tarde a once y media de la noche. Y no te dejaba pasar bocado. Te juro que terminabas agotado. Un recuerdo que tengo, de las varias cosas que hablamos, fue cuando llegó la ley de fortalecimiento del sistema bancario —que era lo que iba a permitir el préstamo puente con Estados Unidos, lo que nos iba a destrabar sobre todo en el tema de liquidez con los bancos— el Frente Amplio estaba en contra de la ley, con Danilo Astori como el único a favor. Como la ley se tenía que votar urgente, decidieron pasar todos los argumentos para después de la votación. Votar la ley y discutir después. Es una forma de no compartir la salida, pero querer dar gobernabilidad en ese momento del país. Es un capital propio del Uruguay, que se mantiene. El presidente de la República puede criticar al Frente Amplio, o puede también haber críticas dentro de la oposición, pero está ese capital uruguayo de lo republicano y lo democrático, que trasciende las barreras partidarias y los gobiernos.
La tercera crítica no quedó clara. De la seguridad no hablamos. ¿No te parece que hay fallas?
El tema seguridad fue uno de los compromisos de campaña.
Y antes de eso, durante diez años, criticando lo mal que estaba.
Es verdad, Los números dicen que ha habido una evolución en materia de seguridad.
¿Cuando salís a la calle, la gente no te comenta que los robaron?
Hasta donde yo sé, el sistema de medición sigue siendo el mismo. ¿O no?
Pero se dificultó la denuncia.
No, se facilitó. Hay una inversión en tabletas para todos los patrulleros, lo que permite facilitar la denuncia. Hoy en día tenés más comisarías en todo el país, sobre todo en el interior, eso también facilita la denuncia. A su vez, tenés un respaldo a la Policía, lo que a ellos les da más tranquilidad. Hoy en día, con más capacidad de recepción de denuncias, igualmente tenés una baja de delitos, con el mismo índice. Obvio que en los homicidios…
El único fiable de todos los delitos, porque además no hay aclaración de los hurtos. ¿Para qué vas a ir a denunciar, si no lográs nada?
No lo comparto. Tengo una buena relación con Santiago González. Hemos hablado bastante, e incluso vamos a tratar de hacer cosas con los jóvenes recorriendo barrios. A veces lo que le falta a la ciudadanía es la información, el saber qué cosas se pueden hacer, qué cosas faltan. En esa interacción, el jerarca sabe qué es lo que falta en el barrio, y la gente del barrio sabe los medios por los cuales puede acudir. El tema de la seguridad no es sólo tener la Policía a disposición de la ciudadanía. También es materia de prevención y temas carcelarios. La reforma educativa va a ayudar a que la gente joven tenga más herramientas. Todos sabemos que hay jóvenes que muchas veces no tienen las mismas oportunidades que otros tenemos, y terminan cayendo en el delito. La campaña que está llevando adelante el INJU, de prevención del suicidio y sobre todo de las depresiones, ayuda a que la gente no caiga en las adicciones, que también eventualmente llevan al delito. La seguridad pública no va sólo por el Ministerio del Interior. Soy de la idea de que el gobierno, por diferentes vías, está encauzando el barco. No me voy a poner a hablar de los récords de incautaciones, de operativos policiales y de todas las cosas que podríamos hablar. Me parece que, a veces, hay un relato creado por parte de la oposición y algunos actores acerca de que en la seguridad no ha habido respuestas. Creo que sí, aunque creo que falta. El tema de los homicidios es un debe. Querés que no me compare tanto con el Frente Amplio, pero si comparamos el 2019 con el hoy, igual tenemos una baja en materia de homicidios.
Porque aumentaron las muertes dudosas, astronómicamente.
El punto central es que hay un avance. Creo, también, que hay procesos que van a llevar mucho más tiempo. La reforma educativa, que creo que va a ayudar a darles herramientas y oportunidades a muchos jóvenes, va a contribuir en la caída del delito.
Hubo mucho quincho en la reunión de jóvenes de Cerro Largo. No hubo piñata de carambola, pero estuvo peleada la mano.
Es una competencia interna, una competencia de jóvenes. Se armaron dos propuestas, y una la encabezaba Nico Botana. Del mismo modo que te dije que aprendimos de los errores, te digo que hay errores que no son nuestros, porque no son contemporáneos a nosotros. Pero sí tenemos el aprendizaje de que la unidad partidaria es algo que tenemos que cuidar mucho. Fuimos a un congreso con tensión, sí, porque la competencia obviamente te genera esa tensión. Como es una votación nominal, vas escuchando los votos y esa tensión se siente en el aire. Pero fue un ámbito de competencia y no más que eso.
Estuvo peleado.
Estuvo peleado, la diferencia terminó siendo de treinta y tres votos en trescientos, un 10%. Pero no más que eso.
Hubo sorpresas, con gente que votó diferente a lo que se pensaba.
Es parte de la vida política.
¿No hubo compra de votos?
No.
¿Era tan importante que el pollo de Delgado ganara esta elección?
¿Quién es el pollo de Delgado? Yo tengo una gran relación con Álvaro, trabajo con él, es una persona muy didáctica en lo político. Es cercano. Es un jerarca del más alto nivel, y en particular en lo que refiere a los jóvenes estuvo muy cercano en todo el proceso, y haciendo hincapié en que tenemos que trabajar para que la barra esté a la altura y en cargos de responsabilidad, si el día de mañana nos toca volver a ser gobierno. Y a su vez poder proponer en la parte programática no es algo que se prepare en un mes, sino que es un proceso mucho más largo. Insisto en que fue una competencia de jóvenes blancos, con dos propuestas, la de Nicolás Botana y la de Tomás Casaretto. No terminó ganando Casaretto sino la unidad del Partido Nacional.
Representada por Tomás Casaretto.
Sí. Pero si hubiera ganado Nico Botana, también ganaba la unidad del Partido Nacional.
En el Directorio del partido va uno de cada sector.
Sí.
Eso estaba en discusión. Se tenía miedo de que los ganadores quisieran cooptar los dos.
No, no. Vuelvo a la unidad partidaria: hay que mantener equilibrios. La competencia electoral ya terminó, ya está. Ahora es otro proceso.
Equilibrio de género, ¡minga! De quince miembros en el directorio de jóvenes, dos son mujeres.
Hay un debe ahí.
Está medio atrasadito.
Creo que el Uruguay está atrasado.
¿Cuántas mujeres había en la convención?
Ahí había más candidatas mujeres que hombres, en las listas.
Hay una paridad bastante fuerte, entonces.
En ese caso, sí.
¿Y las mujeres terminan votando hombres?
También resonaron muchos nombres de compañeras mujeres para presidir la Juventud. Y, es más, por un acuerdo electoral que hicimos, en 2025 la Juventud del Partido Nacional va a tener la primera presidenta mujer, que va a ser Pilar Simón, del Espacio 40. Soy consciente de que todavía nos falta mucho por andar, pero la realidad es que vamos en ese camino. Tenemos la primera vicepresidenta mujer electa.
Pero estamos hablando de los jóvenes.
Ahí tenés el ejemplo, en dos años vas a tener una presidenta mujer, joven, de 26 años.
Van a rotar en la presidencia.
Voy a estar dos años, Pilar va a estar uno, y después vuelvo yo. Un año sabático, capaz me dedico a viajar.
¿Herrerista o wilsonista?
Blanco.
Insisto: ¿herrerista o wilsonista? ¿De quién te sentís más cerca?
De Leandro Gómez.
¿Qué te diferencia del pensamiento de Herrera?
Capaz lo que te puedo decir que tengo de herrerista es el pragmatismo. De cada uno de los movimientos tomo lo que vale la pena. Si le preguntás a muchos blancos qué figura partidaria, qué figura les gusta más, te van a decir…
Aparicio.
Esa es una, que nos aúna a todos. Pero si indagás, te van a decir que es Herrera o Wilson. La figura con la que yo más me siento identificado es con la de Leandro Gómez. Me parece una figura excepcional.
Trasciende al Partido Nacional.
Lo trasciende, y hay mucha parte de su lucha que no se conoce tanto. Antes hablaba de cómo me tocó presidir la juventud de Montevideo entre 2020 y 2021, en pleno contexto de pandemia. En ese tiempo la figura de Leandro Gómez vino mucho a mi cabeza. Parte del relato no conocido es toda su impronta y su trabajo contra la fiebre amarilla, la pandemia de su época. Cómo se preocupó por todas esas mujeres que quedaron viudas, por esos hijos que se quedaron sin padre. Creó una escuela filantrópica para que pudieran tener educación gratuita. Trabajó para que esas viudas pudieran tener pensiones. Me identifico mucho con esas cosas. Soy de la idea de que Leandro Gómez es el caudillo de las instituciones. La Defensa de Paysandú al blanco lo toca en su fibra más nacionalista. Se van a reír mucho, pero los blancos tenemos ese tema de que celebramos más la muerte que la vida. Nos vamos a Masoller, donde mataron a Aparicio. Son más grandes los homenajes por los fallecimientos de Wilson y de Herrera que de sus nacimientos. Una de las cosas que estamos hablando con la barra, con esta generación que asumió, es empezar a celebrar más la vida de nuestros caudillos. Si no, todo parece aguerrido y cuesta arriba. Hay mucho para celebrar. Volviendo, a lo otro, porque no le voy a sacar el culo a la jeringa, entre wilsonista y herrerista me defino como blanco. Hay cosas que agarro de cada uno, como el pragmatismo de Herrera. Creo que Wilson fue un gran defensor de las instituciones, y hay mucho aprendizaje ahí. Hay mucho aprendizaje con el Wilson del retorno a la democracia, con la gobernabilidad, con la idea del país antes que el partido. Siempre hay algo para tomar de cada uno.
Y hablando de tomar, en el Partido Nacional… Es complejo.
Paso. Agua con gas. Y ya los blancos nos hemos desdibujado un poco, porque el otro día me criticaron porque estaba tomando Aperol. Estaban sorprendidos de que el presidente de la juventud del Partido Nacional tomara Aperol.
Hablábamos de la equidad de género como reivindicación de la juventud.
El congreso fue el 4, y ya se había votado una declaración para el 8 de marzo, que llevó mucha discusión, porque denuncia varias cosas en las que todavía hay desigualdad. Equidad en los ingresos, en el tema del desempleo. Cuando vienen las crisis, las que más pierden los empleos son las mujeres. El acceso a los cargos de gobierno. La pobreza infantil, de las mujeres infantiles. Parte de mucho de lo que había en esas declaraciones son denuncias de lo que está pasando. Y la discusión ahí, dentro del seno del partido, era que es difícil que el partido, aun siendo gobierno, esté denunciando cosas en las que se está mal. Pero creo que tenemos que denunciarlas, porque todavía falta muchísimo. La denuncia no está mal. Somos conscientes que estamos haciendo cosas, pero no por eso vamos a negar que todavía hay muchos debes. El otro día en el 8M se hace el conversatorio en el marco del mes de la mujer. En el panel estaban Mónica Bottero, estaba Pablo Mieres, estaba Diego Labat. Una de las cosas que me sorprendió positivamente, y por eso hago hincapié en lo de militar al gobierno, porque a veces hay información que no tenemos, es como a pesar de la pandemia —en las crisis las que más sufren son las mujeres— se ha ido achicando la brecha entre las mujeres y los hombres. Hoy en día creo que está en menos de dos puntos, a pesar de la pandemia. Eso también es por políticas que ha ido llevando adelante el gobierno.
¿Qué políticas, específicamente?
Tendrían que preguntarle a Mónica Bottero. Ella lo explicó. Sé que la brecha se ha ido achicando.
Ustedes han tenido dificultades, como en el caso de la bandera de la diversidad en la sede del partido.
Definime “ustedes”.
Los jóvenes blancos. Cuando pusieron la bandera de la diversidad hubo sectores que quedaron aterrados dentro del partido. ¿Cómo enfrentan esa oposición vieja?
Yo soy prodiversidad, y no estaba tan afín a que se pusiera la bandera en la casa del partido, por una percepción institucional que tengo y por la cual no pondría una bandera de nada, salvo las del partido y del país. Pero es una percepción institucional personal, no por el tema de la diversidad. No lo vi mal, pero yo no lo hubiera hecho. Vuelvo a lo mismo que hablábamos hoy, de la discusión por la positiva y no con una connotación negativa. Siempre va a haber diferencias, va a haber gente que no va a estar de acuerdo, gente que no lo va a ver bien. Yo voy a ir con mi bandera, que entiendo es la de muchos de mis compañeros del Partido Nacional, jóvenes y no jóvenes, que justamente van a trabajar por defender la diversidad, por los avances en materia de mujeres. Es parte de la discusión, es parte de la vida política.
¿Y cuándo violan a una gurisa en la casa del partido para celebrar la victoria de la LUC? ¿Qué actitud toma la Juventud, institucionalmente?
No sé qué proceso judicial se llevó adelante. La compañera es militante de Aire Fresco. El partido, con la Juventud, se puso a su disposición. No fueron sólo los jóvenes. Ya sé que suena a cháchara, pero no lo es. Son cosas que te hacen parar a ver qué estás haciendo mal. Y no como partido, sino como sociedad. Es un paralelismo un poco extraño, pero es como cuando se habla del tema corrupción. La corrupción no es de partidos, es de personas. Excede lo partidario.
Hay partidos que atraen más a los corruptos.
Capaz que sí, pero la corrupción es algo de la vida en sociedad. No es de un partido o sector en particular sino de las personas. Y lo mismo con este tema de las violaciones. ¿Cuántas violaciones hay en otras fiestas, y no nos enteramos?
Tiene más gravedad en una fiesta de la Juventud del Partido Nacional.
Yo creo que la gravedad es la misma. No me atrevería a calificar gravedades. Para la víctima siempre es grave. En este caso toma relevancia porque es en una celebración partidaria. ¿Pero cuántas violaciones hay en otro tipo de fiestas, de las que no nos enteramos? El partido fue no ya a respaldar sino a ver cómo podía estar a disposición de esta compañera.
¿Y ustedes qué actitud tomaron con los implicados?
Pasa que eso no depende de nosotros, es un tema de la Justicia.
Son miembros del partido.
No podemos definir algo que la Justicia no definió todavía. Eso es una realidad. No es lo político por encima de lo jurídico.
Pero se los puede poner en el congelador, por lo menos.
¿Y si se los pone en el congelador y resulta que no hicieron nada malo y que no tenían nada que ver? ¿Te parce justo para esa persona? Creo que no. Para mí no es lo político por encima de lo jurídico. Es horrible la forma de plantearlo, pero hay gente a la que le habría resultado políticamente redituable salir a marcar la cancha con este tema, desafiliando gente del partido y todo eso. Nosotros no sabíamos realmente qué es lo que había sucedido. Está en la Justicia, y cuando la Justicia laude, nosotros también vamos a laudar. Sin duda. Pero nosotros no podemos acelerarnos a la Justicia, ni en este ni en otros casos.
Sí lo hicieron en el caso Moreira…
Era un caso diferente.
Lo echaron del partido, poco menos, y después lo tuvieron que volver a aceptar. Así que actúan diferente de acuerdo a diferentes circunstancias.
Las circunstancias son diferentes.
Sí, la vez pasada estaban en campaña electoral.
Cada circunstancia tiene sus características. Hay que ser pragmático, no ortodoxo cerrado. Dependiendo de la situación es cómo uno se va a desarrollar.
Sí, se acomoda el cuerpo de acuerdo a la situación. Acomodan bien el cuerpo.
Comentario de blanco pillo.
En el tema juventud, ¿cómo encaja un fenómeno como el de Romina Celeste? ¿Ese tipo de militancia pertenece a la de los jóvenes blancos?
Por edad, sí. Ella tiene su agrupación en el Partido Nacional. Es una militante más, y entra dentro de la juventud por un tema de edad. Sacó su lista en la elección de jóvenes.
¿Sacó muchos votos?
Creo que cuarenta, en Montevideo. En Canelones también sacó, pero no sé cuántos.
Creo que son setenta y siete en total,
Es una militante más. En varias instancias de militancia he coincidido con ella.
¿Aporta algo a la política nacional y partidaria un tipo de militancia como esa? ¿Lo ves como positivo?
Tiene un estilo de militancia diferente. Yo me considero más conciliador.
Ella es grieta.
Es un perfil diferente. Creo que ha tenido la humildad de pedir disculpas, cuando se equivocó en esta última instancia de la intendencia. Hablé con ella, y sé que hizo una autocrítica. Pero es su estilo de militancia. Ojalá tuviéramos más militantes que salieran a hacer pintadas con esas ganas.
¿Ese tipo de militancia aporta a la vida política, construye o genera grieta?
Yo te voy a hablar de lo que construye, no de lo que divide.
Ya esa es una visión.
Hay cosas que no comparto, como puede pasar con muchos otros compañeros. Sí me parece una militante que sale a la cancha, que defiende sus convicciones y que tiene unas ganas de militar que no muchos compañeros tienen. Está realmente abocada al partido y a salir a defender lo que ella cree. Cuando veo una mujer que sale a defender sus convicciones, creo que eso suma.
El vale todo.
No, no vale todo. Obviamente hay cosas que no comparto. Pero esas me las guardo para mí.
El presidente les decía a los blancos: “Queremos que nos controlen, que nos critiquen”. Y vos venís con la visión contraria.
No es contraria, al revés. Creo que salir a militar el gobierno es lo que evita que el gobierno fagocite al partido. Es el partido saliendo a mostrar las cosas que entiende que se están haciendo bien. Y es un paso previo a otros procesos que después vamos a tener, sobre todo a partir de mediados de año, cuando como Juventud empezamos a trabajar en la parte programática de cara a 2024. Creo que lo que digo va en la línea de que el gobierno no fagocite al partido, de mantenerlo dinámico, de mantenerlo vivo, con su agenda. Obviamente militante por y para el gobierno, pero separando que una cosa es el partido y otra el gobierno.
¿Cómo se milita, cuando vienen las críticas por Astesiano? ¿Cómo se defiende una cosa de ese tenor?
Nosotros no vamos a defender el tema Astesiano. Sabemos que hubo errores.
¿Cómo se defiende un gobierno que puso a Astesiano en el piso 4?
Vamos a poner las cosas bien claras con el caso Astesiano. No es un vicepresidente de la República, no es un ministro de Economía. Estamos hablando de un excustodio que tuvo un proceso judicial, que terminó en un proceso abreviado, que hoy en día está en la cárcel. El gobierno, y sobre todo el presidente de la República tuvo la humildad de decir que se equivocó, que fue un error suyo.
¿Había otra posibilidad?
Hay muchos casos, y no hablo ya del Uruguay sino del mundo en general, en que jerarcas del más alto nivel tienden a buscar la forma de evitar aceptar que cometieron un error. El presidente cometió un error y se hizo cargo. Fue transparente. Creo que la institución de Presidencia de la República fue transparente. Lo dijo la fiscal Fossati: se puso todo a disposición.
La misma fiscal que dice que no se inmola por la Justicia. Pierde validez en la declaración.
No puedo hacer consideraciones personales sobre la fiscal y la Fiscalía. Sí puedo decir que Presidencia de la República puso toda la información a disposición para ir esclareciendo el caso. La comparación no está buena, pero hay que hacerla para diferenciar no ya al gobierno sino al Uruguay, de otros países, porque creo que en otras instancias hubiera sucedido lo mismo.
En Europa hubiera caído hasta el presidente.
No, no hubiera caído el presidente.
Como cayó Rajoy en España.
Dejarme darte el ejemplo al que iba. No sé si en Argentina hubieran detenido al excustodio en la residencia del presidente. Acá el presidente no se metió, y se puso todo a disposición. Creo que, en realidad, el gobierno sale fortalecido. Soy de la idea de que sale fortalecido. Hizo lo que tenía que hacer, aceptó los errores que se habían cometido. El presidente fue absolutamente sincero. Insisto: no estamos hablando de un jerarca del más alto nivel, como sí pasó en otras instancias. Estamos hablando de un custodio, con procesos que venían de investigaciones de otros gobiernos. Era mucho más grande, no es algo de ahora sino algo que venía del 2013.
Gobiernos no, períodos. Los gobiernos no tenían implicación ninguna.
No lo sé. Había muchas autoridades que ya estaban en ese momento.
Las autoridades estaban, pero era una organización delictiva que funcionaba en la opacidad, no desde la Torre Ejecutiva.
No, no. Y si fuera tan así, no se hubiera tenido tanta transparencia a la hora de poner todo a disposición de la fiscalía. Insisto, me parece que el presidente ya zanjó este tema. Lo dijo Mujica: es un tema cerrado.
¿La palabra de Mujica es tan valiosa?
Es un gran referente de la oposición. Se extraña Mujica, se extraña Astori, se extraña Seregni.
¿Cómo defendés lo actuado por el gobierno en el tema Marset?
Defiendo al presidente de la República que…
Que mantiene a los ministros que tuvieron omisiones.
No sé si la investigación de Marset sigue o está laudada. No lo tengo claro. La de Astesiano ya está laudada. En el caso de Marset no está cerrada. Carolina Ache dejó su cargo.
Pero no por el presidente sino porque su partido le quitó el apoyo.
Es una forma de verlo.
El presidente la apoyaba.
Sí, lo dijo.
Maciel le pasa la advertencia, y sigue firme en su secretaría. Pero, además, si lo saben los subsecretarios, ¿no lo saben los ministros?
Hubo errores. No tenemos la soberbia de no entender eso.
El problema es mantenerlos a pesar de los errores.
Insisto en que son procesos judiciales que se tienen que ir dando. Hasta que no esté claro, yo no lo tengo claro.
Cuando pedían la cabeza de Sendic…
Había mucha más claridad en ese momento. Y en el caso de Sendic era multicausal, no era una situación particular sino muchas, diferentes. Había una gestión que no quiero decir que era dudosa, porque no es la palabra, pero…
Cuestionable desde las decisiones, pero…
Desde las decisiones administrativas, sí. Cuestionable, esa es la palabra.
Eran decisiones políticas, no delitos. Apuestas fallidas, inversiones malas.
Son situaciones totalmente diferentes. Incluso en lo que hablás como cuestionable en la parte administrativa de ANCAP, ahí no tenías temas penales. Era una evaluación política, como decís. El caso de Marset es judicial, de un proceso judicial.
Lo de Sendic eran inversiones que fracasaron.
Yo en ese momento era muy joven, pero lo que veía desde mi juventud política era un desinterés por la plata de los uruguayos.
Desidia y poco apego.
Con 17 años, lo veía como un “viva lo que sea”. Yo no tenía tanta consciencia de lo que era, hasta que se empezó a investigar más, con la comisión investigadora de ANCAP. Hubo casos en que se pasaba la mala inversión, ya era desidia. Los perfumes de ANCAP. Insisto que no quiero hablar de este tema, porque estamos hablando de otra cosa, pero desde mi juventud eso me sorprendió bastante. Creo que no son casos comparables.
Hablemos de candidaturas. ¿Qué va a hacer el Partido Nacional?
No son tiempos electorales.
Vos no tenes cargo, no me embromes. Los cinco años fueron electorales.
No, no son tiempos electorales, y creo que hoy los jerarcas están abocados a la gestión del gobierno.
Sos un dirigente político, podés hablar políticamente.
Lo que sí hay es una consciencia de que la mejor carta de presentación de cualquier candidato es la gestión del gobierno.
¿Y quién representa al gobierno?
Veremos.
¿Y qué van a hacer con la capital?
Tendremos que poner el ojo en ver qué hacemos con Montevideo.
Resignarse.
No.
Es como el Frente Amplio en Flores, compite porque no tiene más remedio.
Hay mucho para trabajar desde el Montevideo olvidado. Lo que te puedo decir de mi aprendizaje personal es que hasta los 16 años yo no salí del Centro, de Ciudad Vieja, de Punta Carretas. El interior sí lo conocía más, por mi familia.
Es el problema de los blancos, la falta de pueblo, de calle.
Para mí fue así hasta los 16 años. Con Diego Rodríguez aprendí a conocer un Montevideo que no conocía. Nunca me imaginé que hubiera un barrio llamado Bola de Nieve, por ejemplo. O ir a un barrio donde las casas estaban construidas arriba de palos de madera porque cuando llueve se inunda y la gente tiene que caminar entre la suciedad flotando. Y no son cosas que sólo yo no veía. Mucha gente que es apartidaria no tiene idea. Y esa gente, más allá de las soluciones que se precisan, muchas veces no se siente escuchada. Necesitan alguien que los escuche, que les hable. Y si se les puede dar una mano, mejor. Lo que es el Plan Avanzar y la inversión de cuatrocientos ochenta millones de dólares creo que puede ayudar a trabajar por ese Montevideo olvidado.
¿Cuánto llevan invertido?
No tengo la cifra, pero te la busco. El plan ya se está empezando a desarrollar en dos localidades en el interior.
Este gobierno prometió inversiones por todos lados y después…
Sin querer sonar bocasucia, no está escrito las puteadas que he dado en toda esta elección de jóvenes, con la que me tocó recorrer los diecinueve departamentos. Todas las rutas están levantadas. Una cosa son los números y que te pueda decir que ocho de cada diez kilómetros se van a hacer a cero en este período, o los doscientos y pico de puentes que se están construyendo. Pero también te puedo decir que, gracias a las inversiones que se están haciendo, si quiero ir a Young, tengo quince minutos menos de viaje gracias a la doble vía en la Ruta 1, yendo por San José.
Ves bien encaminado al gobierno.
Sí, y si querés te puedo profundizar.
La ciudadanía parece no tener la misma percepción. Las encuestas le dan un porcentaje grande al Frente Amplio.
Es más de lo que tuvo antes. Pero estamos de acuerdo en que las encuestas son una foto de un momento.
Cuando les daba a ustedes el 60% de aprobación, estaban contentos.
Creo que nos malacostumbramos a algo que no siempre fue así en Uruguay. Si bien Tabaré Vázquez y Mujica tenían altos niveles de aprobación, no había pasado que se mantuvieran por un período tan largo. Pero fue en un contexto muy particular, de pandemia. Hablando de la percepción de la gente sobre si se están haciendo las cosas bien o no, sobre si es suficiente o no, una de las críticas que puedo hacer es que en algunos casos tuvimos que demorar demasiado ciertos procesos. Se votó la Ley de Urgente Consideración, la ley empezó a tener efecto y después tuvimos que ratificarla. Era uno de los compromisos de campaña, y otro era la baja de impuestos, lo que se está llevando adelante ahora.
¿Estás de acuerdo con esta baja de impuestos, que favorece a un puñadito de los de mayores ingresos?
Pero vayamos a lo que más va a sentir la gente, que es el IRPF.
Se lo rebajan a los de más arriba. Un 70% no paga IRPF.
A nosotros nos interesa ir a los que menos tienen, y que van a ser los que más beneficiados se van a ver por esta rebaja impositiva. Hay muchos uruguayos, unos 63.000, que van a dejar de pagar IRPF.
Es el 30% de los asalariados. El 70% de los asalariados no paga IRPF, los que ganan menos de 40.000 pesos.
Como todo es multicausal, hay que ponerlo en contexto. Hay gente que no paga IRPF y no le cambia nada. Pero hay gente que sí lo paga y que hoy en día va a tener un cambio importante, y sobre todo en los casos en que tenés uno o dos hijos a cargo. Pero vayamos al caso de los que no pagan IRPF.
Son los que menos ganan.
Sí, y es ahí donde más se tiene que trabajar, y creo que tenés diferentes líneas en las que se ha ido trabajando. El salario mínimo, por ejemplo, se ha ido aumentando siempre por encima del IPC, a pesar de la pandemia y de la crisis económica. Podemos ver los números, es así.
Eso es verdad.
Después hay otras cosas que también afectan la vida de las personas, que no son sólo económicas. Dentro de la reforma educativa hay acentos específicos para las zonas vulnerables. Sé que los resultados no se van a ver ahora, pero tengo una mirada por la positiva y creo que es una reforma que va a hacer la diferencia. Está bueno para las generaciones que van a venir, no ya la mía sino las de más adelante, las de un mundo que no es el mismo de cuando se hizo la última reforma y que van a tener más herramientas para no necesitar depender tanto de otros actores. También hay cosas de calidad de vida, del día a día. Están los proyectos para los asentamientos, para la vida digna. Son cosas que le cambian la vida a la gente, el vivir en un contexto diferente.
Está bárbaro desde la intención, pero desde…
En lo que tengo más conocimiento desde el mano a mano es en el trabajo de MEVIR. El otro día estuve hablando con Juan Pablo Delgado y me contó que van por las catorce mil viviendas construidas. El promedio de personas por casa es de cuatro. Es una solución habitacional para casi setenta mil personas. En los casos de MEVIR no se trata sólo de la construcción de la vivienda y de lo que eso implica para la familia, que es parte de un proceso. MEVIR redefinió la idea del trabajo que venía haciendo. Se han hecho policlínicas en esos barrios, reacondicionando estructuras abandonadas, por ejemplo, en trabajo conjunto con ASSE y el Ministerio de Salud Pública. Y tengo más ejemplos de cosas que se han hecho en esa línea.
Para erradicar los asentamientos se necesitan dos mil millones de dólares, y en estos años se van a invertir cuatrocientos cincuenta. Y se gastan ciento cincuenta millones en esta reforma electoral y tributaria.
Definí electoral.
Es un compromiso electoral.
La gente lo votó.
Las promesas electorales no cumplidas, como la baja de impuestos, cuando lo primero que hicieron fue subir el IVA…
Se disminuyó a renuncia…
Es un subterfugio. Yo pagaba cuatro puntos menos de IVA y pasé a pagar dos.
“Demos por bueno lo que estás diciendo”, diría el presidente.
No te mimetices mucho.
¿Quiénes son los que más pagan eso? La clase media alta y la clase alta. El 4% de lo que en los parámetros se considera clase media baja es el que utiliza tarjetas de débito para eso. Fue a los que menos tocó. Lo que me sorprende, y no lo logro entender, es que hay gente que dijo que no había que hacer la baja de impuestos que se está haciendo ahora. Es muy difícil militar una no baja de impuestos. Es muy difícil ir contra una baja de impuestos.
Depende. El impuesto a la herencia no quiero que lo rebajen.
Yo tampoco, y ahí no tenemos discusión. Pero yendo a esto en particular, después podemos hablar de a quién le llega y a quién no, implica más plata en los bolsillos de la gente.
De alguna gente, de unos pocos privilegiados.
No lo comparto y me parece que no es por ahí, pero es mi opinión.
¿Alcohol cero, sí o no?
Sí.
¿Consumís marihuana?
No.
¿Nunca consumiste?
Sí. Consumí tres veces, una en Ámsterdam, porque estaba ahí y no iba a decir que no. Nunca me llamó la atención. Tengo amigos que lo hacen más habitualmente.
¿Paridad o no?
Cuota, como está ahora.
Hay mujeres en el Partido Nacional que están impulsando la paridad, entre ellas Gloria Rodríguez.
Sí, están convencidas de que es por ahí. Yo entiendo que no.
Medio machista.
No necesariamente. Creo que hay muchas mujeres capaces, que pueden llegar por su cuenta.
¿Vas a la manifestación del 8 de marzo?
No, no he ido.
¿Y a la del 20 de mayo?
Tengo ganas de ir, pero nunca fui.
¿Cuándo te vas a recibir?
(Risas). Esa pregunta te la manda hacer mi madre. Tengo la intención de recibirme en 2025 o 2026.
¿Vas a ser diputado en las próximas elecciones?
Voy a estar donde el partido me necesite. Pero no está en mi horizonte. Me gusta mucho la tarea de edil. Mi objetivo era presidir la Juventud, porque creo que hay mucho para hacer. Me dirigí a eso, y recién hace una semana que asumí. No me he puesto a mirar mucho más para adelante. Estaré donde tenga la posibilidad de aportar.
¿La fórmula presidencial del Partido Nacional tiene que ser paritaria?
Creo que sí, porque aporta a la fórmula, y no por imagen, que sería la respuesta fácil. Me parece que en una fórmula hay una interacción personal entre un candidato y otro, que ayuda a ver ciertas cosas de forma diferente. Es un aporte distinto. Hombres y mujeres no vemos las cosas iguales, es la verdad. Y muchas veces no percibimos ciertas cosas que otros sí. Hay sensibilidades distintas. Lo veo por ese lado, por el aporte diferente, que suma.
La fórmula es Delgado-Raffo, entonces.
Paso.
¿Y a quién van a llevar a la Intendencia de Montevideo?
Es parte del problema que se generó ahora. Creo que estaría bueno empezar a verlo, porque no me gustaría llegar a mayo de 2025 sin haber hecho un proceso antes. No se trata de despertase el día de mañana y decir que el candidato es tal. Tiene que haber un proceso. Capaz se nos viene a la mente una persona que ya ha recorrido y trabajado Montevideo.
Diego Rodríguez.
Por ejemplo, por qué no.
Sos luisista.
Sí.
¿Vuelve en 2029?
Preguntale a él.
¿Vos querés que vuelva?
Me gustaría, sí, claro. Lo militaría. Ustedes capaz lo ven desde otra experiencia, y desde otras edades. Para un guacho como yo, que entonces tenía 13 o 14 años, y por cómo se fueron dando las cosas, con el perder para luego levantarse de nuevo… Tengo internalizado que hay formas de discurso en mi partido que son más de ir al choque. Yo soy más conciliador. Soy más uruguayo en eso. Hay que ser un poco más uruguayo.
Va a estar bravo el tema. No es fácil sustituir a esta bestia en el partido.
Es un proceso complicado. Creo, igual, que el partido tiene muchos hombres y mujeres a los que las tareas de gobierno les han dado experiencia como para estar a la altura de las circunstancias.
Ninguno tiene el mismo carisma.
Exacto.
Ni el liderazgo.
Él tiene liderazgo, se lo ganó en la cancha. Pero también es verdad que, después de ser presidente, sos presidente, y eso te libera de muchos cuestionamientos que antes te hacían. Lo digo por experiencia. Pasa. Los que estaban a favor y los que no, con los que conciliás más y con los que conciliás menos. Todos te ven de otra forma. Ya sólo el ser te genera liderazgo.
“Somos idea”. Definilo en breve.
Los blancos somos medio raros, y muchas veces cuando nos juntamos a matear nos vienen lembranças, como dirían los brasileños. Nos ponemos a ver jingles, videos de campaña. Son cosas que el que las ve de afuera no las va a entender nunca. Tengo amigos que no son del partido y me dicen que estamos mal de la cabeza.
Sí, eso de ir a Masoller…
En uno de esos spots Jorge dice que “la unión nos hará fuerza, pero la unión nos hará gobierno”. “Somos idea” va más a la concepción de nuestra filosofía de ver no sólo el partido y el país sino la vida en general. El “Somos idea” no está estrictamente cerrado a una forma de pensar sino a la idea filosófica de que cada uno tiene su concepción, no sólo política, sino para manejarse en la vida. Esa es mi forma de leerlo.
“Dignidad arriba y regocijo abajo”.
Aparicio Saravia. Probablemente no vamos a conciliar en esto, pero creo que el partido está a la altura de esa premisa. El partido y el presidente.
¿No es mejor una sociedad sin arriba y sin abajo?
Obviamente que es mejor una sociedad sin arriba y sin abajo, pero el concepto no va por ese lado. Yo, por lo menos, no lo tomo por ese lado.
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