Rishi Sunak ni logra conducir a los tories ni tampoco avanzar con su proyecto de ley de Protocolo de Irlanda del Norte, aunque para ello le amenacen con la renuncia casi todos sus ministros, profundizando la sensación de que los tiempos se acortan. Mientras, el fantasma de Boris Johnson acecha, condiciona al débil gobierno y desafía al laborismo.
En su portada de este martes, el diario inglés The Independent daba cuenta de la advertencia del también conservador Jacob Rees-Mogg: Rishi Sunak está cayendo en la trampa, como Theresa May, sobre el Brexit. La afirmación cobra especial dramatismo político al que la llevó su enfrentamiento judicial con el Tribunal Superior. Pero Sunak no sólo está empantanado con el Proyecto de Ley de Protocolo con Irlanda del Norte, sino que se encuentra, y a ello se refiere Jacob Rees-Mogg, ante una creciente reacción de los partidarios del Brexit contra sus propuestas para poner fin a la disputa del protocolo entre el Reino Unido y la UE.
Haciendo memoria
Fue David Cameron tras su renuncia al perder el referéndum sobre Brexit lo que le abrió las puertas a Theresa May para alcanzar la jefatura del gobierno. May llegaba a primera ministra con un discurso alentador, proponía alternativas de salida del país a través de modificaciones en las relaciones del Reino Unido con los demás países de Europa, tratando de alcanzar un modo amigable de terminar su participación en la UE que facilitara las numerosas negociaciones que se abrirían en la nueva etapa, cuando ya estén definitivamente “divorciados”.
Las sucesivas crisis políticas, incluso cuando perdió la mayoría e intentó un gobierno de minoría con un compromiso de ciertas minorías que la respaldarían en caso de mociones de censura y también de las votaciones relacionadas a los avances del Brexit, no lograron evitar el desgaste y el fin del ciclo May.
Así que después de tres votaciones parlamentarias negativas sucesivas, las que rechazaron un proyecto preliminar para instrumentar el Brexit, un texto acordado entre el gobierno británico y la Unión Europea, que se alcanzaba después de postergar el plazo original de salida de la UE fijado para el día 29 de marzo de 2019, dos años después de apelar al artículo 50 del Tratado de Lisboa (12 de abril y al 31 de octubre); May se vio forzada a asumir el fracaso y ante la imposibilidad de alcanzar la aprobación, el 24 de mayo de 2019 anunció su renuncia, la que se hizo efectiva a partir del 7 de junio del mismo año.
CV del crítico
Rees-Mogg no es un recién llegado. Por el contrario, es un conservador de intensa acción política. Resultó reelecto en 2015, 2017 y 2019. Fue uno de los que apoyó la iniciativa de retirada del Brexit de Theresa May. Cuando su nombre sonaba como posible sucesor de May, prefirió respaldar a Boris Johnson. Cuando éste cayó, se jugó por Liz Truss, que lo designó Secretario de Negocios, y renunció cuando ésta dejara su cargo.
A Jacob Rees-Mogg se lo describe como un político de convicción anacrónicas, o simplemente un reaccionario. Este perfil anacrónico le ha valido el apodo de «Miembro Honorable para el siglo 18»
Lo dicho…
Desde su perspectiva, las tácticas seguidas por el primer ministro eran similares a las utilizadas en su momento por May, quien debió renunciar ante el fracaso en no alcanzar una alianza para aprobar los acuerdos Brexit, aunque para ello lo intentara por varias vías diferentes. Pero en ninguno de esos intentos logró las mayorías necesarias y suficientes como para alcanzar su aprobación. Finalmente, como ya se precisó, dimitió.
Rees-Mogg expresó en su podcast ConservativeHome y lo recogió el periódico The Independent en su edición de este martes, que Sunak no había logrado que el DUP (Partido Unionista Democrático) y los partidarios de la línea dura entraran en el Grupo de Investigación Europeo (ERG) antes de informar a los periódicos sobre el acuerdo planeado para el Protocolo de Irlanda del Norte.
«No sé por qué se ha gastado tanto capital político en algo sin poner primero al DUP y al ERG de su lado», se cuestionó dejando en claro su mirada crítica. Una afirmación que deja la sensación de que los tiempos de este gobierno se han reducido.
En su reflexión compara a Sunak con May, Rees-Mogg expresa: “esto es muy similar a lo que sucedió con Theresa May. Así que una historia aparecería en The Times y Downing Street diría: ‘No, esto no está del todo bien, no está del todo bien'».
Para a continuación agrega, al amparo del paralelismo entre el ejemplo referido y la coyuntura: «luego pasaría una semana o dos y resultaría ser completamente correcto y esperarían que la gente simplemente se quedara atrás de la política anunciada».
Para este político ultraconservador, «la vida no funciona así. Es importante obtener apoyo para ello primero antes de finalizar los detalles y eso no parece haberse hecho aquí».
Rees-Mogg, que coincide con las siete pruebas del DUP para cualquier posible acuerdo, advirtió a Sunak de la oposición del partido unionista acerca de cualquier acuerdo que mantenga después del desacople un papel para las leyes y los jueces de la UE.
Entonces, «me parece que no tiene sentido realizar un acuerdo que no restaure el reparto de poder. Si no logra ese objetivo, no entiendo por qué el gobierno está gastando capital político en algo que finalmente no tendrá éxito».
Recordó que el Proyecto de Ley de Protocolo de Irlanda del Norte tenía el apoyo de «la persona que tenía un mandato de los votantes británicos», Boris Johnson, dejando en evidencia, en su análisis, el mal manejo de la situación de Sunak. Pero, además, y es toda una señal, mencionando al exprimer ministro que está en campaña permanente con el deseo de volver a ocupar esa posición.
Más cuestionamientos….
Quien también ha marcado posición ha sido la ministra del Interior, Suella Braverman, que dejó expuesta una división en el gabinete. Advirtió a Sunak que no abandone el proyecto de ley de protocolo, destinado a permitir que los ministros del Reino Unido rompan unilateralmente los controles de bienes. Argumentó este lunes que el proyecto de ley de protocolo unilateral sigue siendo una de las «mayores herramientas que tenemos para resolver el problema en el Mar de Irlanda» después de que Johnson advirtiera que abandonar el proyecto de ley sería un «gran error».
Avisado y en minoría
Sunak fue advertido desde varios espacios de que va mal y, por ello, lo han condicionado. Más o menos discretamente pero abiertamente, algunos de sus ministros han dejado entrever que renunciarían si su acuerdo con la UE pone en peligro el lugar de Irlanda del Norte en la unión.
The Times destacó en su edición de este martes que varios ministros entienden que «la ingenuidad es asombrosa. La estrategia no ha funcionado. La gente no permitirá algo que no garantice la soberanía”. Sería cuestión de días, dependiendo en cómo se precipiten los tiempos políticos en particular los tiempos parlamentarios, para que varios ministros dimitan en una suerte de cascada.
Para el The Independent, los conservadores partidarios del Brexit están preparados para forzar una votación de enfrentamiento en el parlamento sobre un acuerdo de compromiso que aún se espera que el primer ministro logre.
Pero el final está en la agenda de muchos. Algunos sectores del laborismo han “dejado saber” que de fracasar “todos los caminos”, podrían allanar una votación positiva. Muchos interpretan esto como una trampa electoral, para acortar los tiempos de una nueva elección que podría ser buena para el laborismo. Lo único que podría cambiar la suerte de Rishi Sunak es que el Partido Unionista Democrático y los euroescépticos conservadores prefieran flexibilizar posición y evitar unas nuevas elecciones que podrían terminar beneficiando al acechante Boris Johnson.
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