En el primer gobierno de Vázquez, entre otras responsabilidades, se me asigna la tarea de coordinar y gestionar un espacio continuo a la biblioteca del Edificio Libertad, sede del Poder Ejecutivo. Allí instalo yo un Espacio Cultural. Dando posibilidades a que diversos artistas plásticos pudiesen expresarse. Gratis. Realizamos en 5 años, 36 exposiciones. Valoradas y apreciadas. Aunque, como crítica se nos decía que a veces el nivel de los expositores no era del todo muy bueno. Defendíamos la postura diciendo que los salones de la Presidencia de la República debían estar disponibles para todos. Y si bien pasaron y expusieron destacados artistas, también dimos oportunidad a que otros, no tan destacados ni famosos aún tuviesen su oportunidad. Y funcionó. Creo que con VOCES pasa algo similar. Los lectores podemos ver que los entrevistados centrales no son de un perfil o sintonía similar. En intereses, en ideología, en opción política. Ni siquiera en filosofía de vida. Pero en VOCES se aceptan todas las opiniones y opciones. Y luego, cada lector hará sus apreciaciones.
Entonces, muchos lectores veremos que la nota a Agustín Canzani, Pino Solanas, Lustemberg, o al Contador Ricardo Pascale tiene otro sentido y profundidad que las de Hugo Manini Ríos o Sonsol. Cosas y privilegios del periodismo independiente.
Yo hoy querría trabajar con las notas de Lustemberg y Pascale. Y buscar similitudes con mi propio pensamiento de mi entrega última. “Concertación…decía el general”.