Artiguismo o imperialismo
En el Uruguay del 2024 y con respecto a la Ley de caducidad hay solo dos posiciones político y filosóficas. O se está con lo que el pueblo decidió, nos guste o no (y tienen mucho más valor cuando se está con lo que el pueblo decidió y no nos gusta) o se sostiene que vale más que el pueblo, la opinión de una Corte pagada por los gringos a la que ellos mismos no le reconocen competencia. Así de simple, así de trágico.
En el Uruguay del 2024 ya sabemos con detalles los horrores que se produjeron durante dos décadas de violencia política. Aunque pocos se dan cuenta que el total de uruguayos muertos en ese enfrentamiento de dos décadas es menos que los uruguayos muertos en 2017 y a un ritmo parecido venimos cada año desde entonces. Antes se mataban por ideales, ahora por controlar un negocio.
En el Uruguay del 2024 sabemos que unos 6000 uruguayos fueron procesados por la justicia militar y todos o casi todos fueron interrogados bajo la amenaza de apremios que incluían la tortura, tenemos muchos y espeluznantes relatos de estos horrores. Sabemos también que la inmensa mayoría de los desaparecidos se producen en Buenos Aires cuando la represión del estado argentino quedó en manos de bandas del hampa, como la tristemente célebre de Aníbal Gordon que regenteó un antro de pesadilla como fue el centro de detención clandestino de Orletti. Sabemos que oficiales uruguayos viajaron y estuvieron en contacto con estos delincuentes. Sabemos que pactaron con ellos y que le salvaron la vida a unos 24.
Sabemos que Mitrione no vino a torturar a Uruguay porque así lo afirmó Sendic en 1988 en una entrevista ante el New York times.
Sabemos que se encontraron cuerpos en los cuarteles con una soga al cuello y un tiro en la nuca, al peor estilo de la mafia y que aún incluso con análisis de ADN es muy difíciles establecer su identidad. Sabemos el horror que ha sido para muchas familias desconocer el paradero de sus seres queridos.
Sabemos que se ha mentido de un lado y del otro del conflicto y sabemos que como parte de la llamada justicia transicional se votaron dos leyes de amnistía y de caducidad. Sabemos que dos veces el pueblo uruguayo decidió en ese sentido. Y sabemos que se pasaron el pronunciamiento soberano por las partes.
Sabemos que Uruguay fue llevado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, una corte pagada por EUA pero a la que ellos no le reconocen competencia, una corte que en los hechos está financiada del Rio Grande al Norte para juzgar del Rio Grande al Sur. Que, ante esta corte, el Dr. Matta no nos defendió y que por eso nos condenaron. Que la sentencia Gelman utiliza una investigación periodística como base de su sentencia. Esto ya va a servir para que el futuro los juristas condenen la famosa sentencia Gelman y la lleven a lo que es: una farsa judicial funcional al poder imperial de turno.
En el Uruguay de 2024 sabemos que todos los que de una manera u otro fueron afectados por el gobierno militar, todos cobran reparaciones económicas si sus ingresos no superan cierto límite.
En el Uruguay del 2024 sabemos que no existe un solo condenado por un solo delito de Lesa Humanidad porque la SCJ consideró con razón que estos delitos solo se crearon con el tratado de Roma que a texto expreso en su prohíbe su aplicación hacia el pasado.
En el Uruguay del 2024 sabemos que la fundación Soros financia o financió el Observatorio Luz Iraburu. En el Uruguay del 2024 sabemos que hay mas pintadas en Montevideo por los desaparecidos que por el mismo Frente Amplio.
Por todo eso querido lector, lo que está en juego hoy no es el pasado sino el futuro. ¿Creemos en la soberanía de los pueblos? O ¿preferimos los dictados del imperio? Como siempre estar del lado del imperio parece beneficioso, se tiene el apoyo de la gran prensa y enorme parafernalia que convence de lo que ellos quieren convencer.
El Artiguismo por otra parte y como siempre, está corto de recursos, pero potente de voces. ¿Quién puede dudar del honor e hidalguía del General Seregni cuando decía que había que respetar la ley de caducidad? ¿O de María Ester Gatti cuando decía lo mismo?
Pero es más grave la situación a futuro, le pido que lea con atención el siguiente parágrafo.
El predictor más importante de la prosperidad material de una persona es la cohesión social de la sociedad en la que vive. Si Vd. heredó un pequeño capital, es trabajador, serio y querido por su comunidad, pero vive en una aldea del Congo en donde los problemas se solucionan a tiros de AK-47, alimentando continuamente la hoguera de venganza. Si Vd. vive ahí, no adelanta, su talento, suerte o trabajo. Créame, estuve intentando de mil maneras que se dejaran de matar por venganza, de la venganza, de la venganza. Ojo por ojo siempre termina con todos ciegos.
Por el contrario, si bajo las mismas condiciones vive en Suiza en donde el pueblo soberano vota todo, varias veces al año y lo votado es palabra santa para los políticos, que por cierto además trabajan en sus empleos particulares. Si, los políticos tienen empleos normales. ¿vio?, es posible. Si Vd. vive en Suiza, es rico por el nivel de cohesión social de la sociedad en la que vive, así de simple.
En definitiva, el progreso material esta ligado desde siempre a la paz social, no invento nada cuando se lo digo. Paz y prosperidad. La guerra y la venganza solo traen más y más violencia. Hoy sabemos que hay quienes se vendieron al imperio por cargos, por sentirse políticamente correctos o por deseo de venganza; por cualquiera de estos motivos traicionaron a su pueblo y así serán recordados.
En el Uruguay de hoy, cada uno de nosotros debe decidir entre el artiguismo y el imperio la sociedad es tan valiosa como la disciplina que ponemos en defender nuestra unión. Sin uruguayos no hay Uruguay, sin demócratas no hay democracia, sin hombres y mujeres que sigan los dictados de la moral no hay sociedad; solo caos y venganza. Y cuando la potencia dominante decida en otro sentido, los abrigados serán desabrigados y lo contrario. ¿Ya lo vimos no? Ellos defienden sus intereses, siempre, donde sea. No los acuso, los felicito.
Defienden sus intereses y cuando les toco luchar contra el terrorismo luego de los ataques de las torres gemelas, los EUA montaron una red de prisiones clandestinas en todo el mundo, en donde se practico la tortura en forma sistemática. Gracias a que el presidente de los EUA emitió un decreto en donde estableció que el wáter boarding, es decir el tacho no era tortura. Si, así como suena. Luego Obama lo derogó cuando ya no era más necesario, pero… Aún hoy hay todavía 50 detenidos en Guantánamo sin juicio…. ¿esos son los que nos pretenden dar clases de moral al pueblo uruguayo?
Ahora lector si Ud. es de izquierda el problema para ponerlo simple es que Vd. debe decidir si quiere seguir la huella de Seregni o la de Soros.
¿Qué dicen sus sentimientos morales al respecto?
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