Con la actuación de Gustavo Bouzas los sábados de abril continúan las funciones de “Soltería en tiempos de mierda”. Bouzas, conocido en el medio por ser uno de los directores de la compañía Baco Teatro, contó a Voces sobre algunas características de esta pieza y sobre los planes de su compañía para este año “post-pandemia”.
Bouzas sabe de atravesar situaciones críticas. Hace dos décadas, en un 2001 que empezaba a delinear el contorno de una de las crisis económicas y sociales más agudas de nuestro país, abandonó su trabajo para dedicarse cien por ciento al teatro junto con su colega de Baco Teatro Horacio Nieves. La apuesta fue exitosa, pero la crisis generada por al coronavirus planteó desafíos inesperados: “Al vivir exclusivamente del teatro y cosas anexas como la docencia, lo que se genera por AGADU con los textos, etcétera, lo que pasó fue que se cortó la posibilidad de ejercer nuestro trabajo, nos quedamos sin herramientas para pelearla. Si te va mal en una obra hacés otra, hacés teatro callejero, te subís a un bondi, das clases. Pero no podías hacer nada. Y a esta altura, ya tengo 46 años, no sé hacer otra cosa”.
Para sortear la crisis el apoyo de la Federación Uruguaya de Teatros Independientes (FUTI) fue significativo. “Nosotros nacimos en el teatro El Tinglado, siempre fuimos parte de la FUTI, pero en esta crisis formalmente nos afiliamos a la Federación, algo que para nosotros fue importante, el unirnos a luchar junto a un colectivo con el que nos sentimos muy representados. A fin del año pasado por medio de COFONTE la FUTI lanzó una propuesta para apoyar microficciones, de diez minutos, en un solo plano y sin edición. Eso tenía más lógica que financiar espectáculos que no se podían estrenar. Eso me incentivó a escribir una microficción, que se llama Rescata-Amos, que es una reunión de los líderes del mundo, son tres semidioses que se juntan en una especie de Olimpo a decidir los futuros de la humanidad. Está en el canal de YouTube de Baco Teatro. Nos presentamos al concurso y ganamos algunos premios, lo que ayudó muchísimo. En ese entonces veo una nota en que Gastón Torello habla de ciclos de Teatro Breve. Yo lo conocía de hace muchísimos años, de cruzarnos en pasillos y camarines de La Candela. Y a su socio Marco Manfrini también lo conocía, fue alumno mío cuando daba clases en la IAM. Me llamó la atención el formato, le conté a Gastón de la obra que tenía a ver si cuadraba y enseguida me dijo que sí.”
Rescata-Amos no logró estrenarse porque el trabajo de Horacio Nieves en San Gregorio de Polanco impedía programar muchas funciones. Pero en febrero Manfrini llama a Bouzas y le propone hacer un monólogo. “Al principio dudé, pero me dijo que era corto, que no requería tantos ensayos, y lo que más me motivó fue cuando me dijo que Bruno Contenti iba a ser el director. Bruno me pasó pasó algunas pinturas alucinantes, imágenes que me planteaba a partir del monólogo. Y era algo que podía abarcar, dependía solo de mí, yo no tenía que producir, no escribía, no dirigía ¡Solo actuaba! (risas)
Es interesante lo de las pinturas porque una de las cosas que llama la atención del monólogo es el diseño de luces, con un uso de las sombras casi expresionista.
Es idea de Bruno, que desde el principio tenía la idea de esa bombita. Él quería que en ese portalámparas hubiera una bombita incandescente. Yo tenía una bombita decorativa que parece incandescente pero es Led, y no solo que quedaba bien sino que además no calienta, entonces vos podés manipularla y hacer de todo. Y el ochenta por ciento de los ensayos fueron de investigación. Yo me muevo en un espacio de dos metros cuadrados, y los ensayos eran sobre qué hacer en ese espacio, con un banquito y una lámpara. Y buscamos posibilidades de acción que fueran orgánicas al relato. También incorporamos la luz del celular. Como la historia arranca con una persona soltera que intenta encontrar una pareja a través de redes sociales, en particular Tinder, el celular era un elemento que tenía que estar presente. Y repito que había una justificación artística para el uso de las sombras. La obra se llama Soltería en tiempos de mierda, entonces era importante dejar entrever los claroscuros, las oscuridades, los miedos. Me parece que (Bruno) la metió en el ángulo.
En la función que vi había necesidad del público de interactuar ¿Cómo ha sido la respuesta? Porque lo cierto es que la sala se llena.
Se llena. Y hay treinta personas que están al lado mío. Cuando hablé con el guionista Andrés Scheck me decía que lo escribió como un stand up, le sorprendió la teatralización. Bruno me pide que cuide mucho la ruptura de la cuarta pared, intento trabajar en que el público se sienta partícipe pero que no participe, que no es lo mismo. Si bien está escrito para stand up, se teatralizó y cuenta con un tremendo trabajo plástico ¡Me encantaría verla! (risas).
¿Y en qué está Baco?
Nosotros tenemos una escuela que en realidad es un taller de formación permanente. En el último estadío digamos hacemos un laboratorio y estrenamos un espectáculo en diciembre con cuatro funciones. Y hemos hecho algunas cosas que han estado muy buenas. Como Comedia sin título de Lorca, que es una obra inconclusa. La terminamos de escribir en el laboratorio y la estrenamos.
Horacio está en San Gregorio con talleres también. El año pasado hicieron teatro callejero, lo que se podía con la pandemia, mezclado con los murales de San Gregorio. El primer año hicieron Historias polanqueñas, historias del lugar, con la gente viéndose en escena. Cuando uno hace Rescatate es preso de la masividad, y cuando hacés cosas pequeñas parece que desaparecés, pero no hemos desaparecido teatralmente.
Ahora tenemos varios proyectos para hacer, que tienen que ver con la reedición de algunas cosas, pero no estar de febrero a diciembre en cartel. Nuestra idea inicial es hacer cuatro funciones en un barrio, después tres en otro, ir rotando los espectáculos ya hechos. Y buscar que a partir de ahora cada cosa que hagamos tenga esa metodología. También tenemos actualmente un local ubicado en Colonia y Rondeau, que fue un cine porno. La idea no es tener una sala que tenga siempre funciones sino un centro cultural, que eventualmente tenga funciones. No queremos ser presos de nuestros espectáculos.
Y nos interesaría mucho resignificar el valor del teatro. Si queremos llegar a todos, si quiero llegar a tres millones cuatrocientas mil personas, no voy a esperar a que alguien me convoque, porque eso nunca pasa (risas). Vamos a ir nosotros, luchándola, con el mismo escarbadientes de siempre, pero que es duro y combativo.
Soltería en tiempos de mierda. Texto: Andrés Scheck. Dirección: Bruno Contenti. Actúa: Gustavo Bouzas.
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