Las palabras nos separan, la acción nos une
Raúl Sendic
Hace trece días que asumió el gobierno y parece que fuera un siglo.
A juzgar por los reclamos de todo pelo y color que se realizan.
Los blancos van a llamar al ministro de educación al parlamento por
que no se ha cumplido con el bono de $2500 para los estudiantes.
Algún policía reclama por el ingreso de 2000 nuevos funcionarios.
Profesores ocupan el liceo de Las Piedras el primer día de clases.
El agro senador dejó el lenguaje campero que lo caracteriza y
critica al gobierno nombrando a una famosa escudería de autos.
Los maestros de Montevideo paran por agresión a una docente.
Una vice frustrada sale a enchastrar sin fundamento a la Udelar.
Un “sagaz” edil critica el uso de salón de la IM para acto político.
Sin dudas, la oposición no asimila todavía la derrota, sigue
sangrando por la herida, y no quiere perder su protagonismo.
Pero la incontinencia verbal no existe solo en la coalición opositora.
Desde el presidente del Frente, pasando por el ministro de trabajo,
a dos senadoras y hasta el prosecretario de presidencia opinan
sobre economía como si supieran y dejan en orsai a Oddone.
Parece que los actores políticos no terminan de acomodar el cuerpo
a que la situación cambió y que ocupan nuevos roles y funciones.
El nuevo gobierno debe hacer sinergia entre sus integrantes para
encarar los graves problemas que enfrentamos en nuestro país.
Sin caer en la tecnocracia, debe guiarse por las recomendaciones
de los que saben en cada tema, y el resto que escuche y aprenda.
No imagino a un economista dando catedra en jurisprudencia.
Tampoco es saludable que un abogado se crea un Chicago boy.
No olvidar el viejo refrán, útil en política: “Zapatero a tus zapatos”.
Mostrar prudencia, trabajar en equipo, gobernar responsablemente,
buscar acuerdos, elaborar propuestas, es lo que espera la gente.
Para hablar sin tener mucho conocimiento, estamos los todólogos.
Alfredo García
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