Si bien la palabra “bizarro” aún significa, según el diccionario, “valiente” o “decidido”, el uso ha situado a la bizarría en otros ámbitos, y en general hoy por hoy utilizamos esa palabra para referirnos a algo “raro” o “extravagante”, quizá hasta “grotesco”. En tanto “orientales” en este caso tiene un alcance más preciso -se refiere a quienes nacieron en la República Oriental del Uruguay- el título de esta reseña denota o a un grupo de orientales “valientes” o a un grupo de orientales “extravagantes”. O también, porque no, a un grupo de orientales tanto valientes como extravagantes. El colectivo ficticio que lleva adelante el “espectáculo” Free Prócer Tour se autodenomina “entusiastas orientales”, y en el intento de entusiasmar a los “espectadores” por la figura de Artigas podemos afirmar que transitan por todos los grados que pueden existir entre la “valentía” y la “extravagancia”.
Ruben Tani y Octavio Nadal afirman en “La persistencia de la memoria” que: “toda lectura está inserta en una red social y política de discursos, de producción y de recepción de textos separados por la división del trabajo en “ficcionales” (fingidos) y “auténticos” (autobiográficos, documentales, científicos)”. Y los autores agregan que esta separación entre textos, no necesariamente escritos, “ficcionales” y “auténticos” está hoy en cuestión. Un ejemplo de “texto” que diluye los límites es la película de César Charlone Artigas-La Redota, película que tiene su eje en el retrato que el dictador Máximo Santos le encargara al pintor Juan Manuel Blanes a fines del siglo XIX, cuando se empezaba a recuperar la figura de Artigas. Agregan Tani-Nadal: “Desde el principio de la película hay un “otro”, el personaje, el héroe, es el que no está, pues Blanes parece menos personaje, es más “real” que aquel al que va a pintar. Blanes es el mediador que va a cumplir con nuestro deseo…” La ficción sobre Artigas se entrelaza con la historia de Artigas, pero esto no es antojadizo, ya que la propia “historia” del prócer tiene mucho de ficcional.
Free Prócer Tour, “el primer free walking tour dedicado a un prócer en Latinoamérica” comienza al pie del monumento a José Gervasio Artigas ubicado en la Plaza Independencia. Quien comienza a guiar el itinerario, Federico Puig, porta a modo de estandarte un paraguas de colores rojo, azul y blanco, colores desde siempre identificados con Artigas. Y ya desde aquí podemos detectar como la figura del “Protector de los pueblos libres” es tironeada desde concepciones antagónicas. Por ejemplo el Frente Amplio utiliza como insignia la bandera artiguista (en franjas roja, azul y blanca) que Fernando Otorgués izara en Montevideo el 26 de marzo de 1815. Por otro lado, Cabildo Abierto también utiliza como insignia la bandera artiguista (blanca y azul con listones rojos) que se izara al norte de nuestro actual territorio en enero del mismo 1815. ¿Es el mismo Artigas el del FA y el de Cabildo Abierto?
Puig, junto a Sebastián Calderón, continuarán guiando el recorrido bajando hacia el mausoleo de Artigas, y a partir de algunas fechas centrales se irán acumulando dudas y contradicciones acerca de la figura de un caudillo del que se sabe muy poco fuera del período de su apogeo, entre 1811 y 1820. Entre diversos relatos que ilustran algunos hechos más o menos conocidos como el rechazo de Artigas a volver a un territorio que no tenía nada que ver con su proyecto político y la leyenda negra que lo acusa de “anarquista” aparecen señales más claramente contradictorias, como la frase atribuida a Artigas: «El despotismo militar será precisamente aniquilado con trabas constitucionales que aseguren inviolable la soberanía de los pueblos». Frase que contrasta con el hecho de que haya sido el dictador Santos quien planificara la construcción del mausoleo que finalmente se construiría durante la última dictadura cívico militar. Parece claro, ante tantos relatos antagónicos y contradictorios acerca del prócer, que no todos pueden ser “auténticos”. Y si los relatos “históricos” parecen tener algo de ficción según los intereses del historiador, político o dictador de turno ¿porqué dejarían de apelar a la ficción nuestros entusiastas orientales ?
A la salida del mausoleo el recorrido se dirige a la plaza matriz, lo que obliga a que atravesemos la Puerta de la Ciudadela, puerta sobre la que se ubica el célebre retrato de Artigas que Blanes pintara en 1884 por encargo de Santos. Allí se abre un nuevo pliego porque veremos aparecer una representación de Artigas, a cargo del actor Diego Devincenzi, que nos acompañará hasta el final. Ya en la ciudad vieja seremos acompañados por un audio que simula sonidos montevideanos de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX en un viaje en el tiempo que tiene ribetes tan “bizarros” como la voz del locutor que nos “guía” por dicho audio. En este punto los límites entre los diversos relatos “auténticos” acerca de Artigas y las ficciones que proponen los entusiastas orientales dejan de ser precisos. Supuestas lecturas pornográficas de Artigas se superponen a investigaciones más o menos serias y los restos de un desopilante “musical” trunco del que conoceremos algunos fragmentos. Los relatos antagónicos aunque “auténticos” acerca del prócer continuarán mechándose entre ficciones cada vez más inverosímiles, que sin embargo entretejen un todo en que la “verdad” siempre es sospechosa.
Free Prócer Tour combina el recorrido turístico, el ensayo histórico y la parodia casi carnavalera en un continuo que es difícil de imaginar a priori, y que nunca se estabiliza totalmente. Solo agregar que uno de los “personajes” de la obra se acerca a los “espectadores” recordando su actuación en la película de Charlone antes mencionada sirve para entender que el juego ficcional de este recorrido pretende enredar las distintas ficciones a las vez que preguntarse sobre la “verdad” de lo que suponemos “histórico”. Lo que está en el centro del juego es la propia construcción de la verdad histórica. Lo bizarro “ficcional”, finalmente, pareciera tener la capacidad de dejar en evidencia lo falso de lo “auténtico” histórico simplemente colocándose al lado.
El fin de semana pasado fue la última función de la segunda temporada de este recorrido histórico-ficcional con eje en Artigas, pero además de que se promete una tercera temporada, también se anuncian una serie de charlas sobre el prócer que es difícil saber cuan desopilantes, aunque certeras, podrán ser. Lo único cierto es que ya las estamos esperando.
Free Prócer Tour. Dirección y dramaturgia:Federico Puig Silva. Producción: Vanessa Cánepa. Diseño de arte: Florencia Guzzo. Registro fotográfico: Luciana Pérez Espinosa. Registro audiovisual: Sabrina Puig. Intérpretes: Sebastián Calderón, Diego Devincenzi, Lucía Echeverría, Fernando Hernández, Federico Puig y Victoria Vera
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