Cine Arte del Sodre exhibe 45 icónicos filmes franceses
Por CARLOS ACEVEDO
El Sodre, señero organismo que se aproxima al siglo de existencia, es una institución pública cuyo cometido es la formación artística y la difusión cultural de todas las expresiones escénicas y musicales. Desde 1944 se ha dedicado, excepto durante la dictadura, a poner en pantalla un ciclo de cine anual, usualmente dedicado a alguna época, temática o país en particular. En esta oportunidad, dicha selección estará consagrada al cine francés comprendido entre 1930 y 1969, época sin duda muy fermental del séptimo arte en dicho país.
Si bien suele citarse a los Hermanos Lumière como los creadores del cine, mucho antes de la invención del cinematógrafo y su primer uso comercial en aquella famosa función de 1895 existían dispositivos que permitían exhibir una cinta compuesta por fotogramas. Lo que no se discute es que el cine nació en Francia. Aparatos como el Kinetoscopio, que mediante una mirilla permite ver una película de pocos segundos, el Zootropo, cilindro con ranuras a través de las cuales pueden observarse fotografías moviéndose a gran velocidad, o el Fusil Fotográfico, que posee un tambor como los revólveres y permite capturar instantáneas y hacerlas girar frente a una lente, anteceden en muchos años a la invención de los Lumiére.
La primera película filmada en la historia, “La escena del jardín de Roundhay”, que dura un par de segundos, fue obra de Louis Le Prince en 1888, siete años antes de que Louis y August presentaran su invento. Sin embargo, la creación del cine está directamente relacionada con ellos, ya que idearon un sistema que permite proyectar la cinta en una pantalla -los dispositivos anteriores eran de uso individual- con lo cual nacieron las salas y las exhibiciones públicas. Sin embargo, se dedicaban a filmar escenas de la vida cotidiana, por lo cual Georges Melliés, también francés, fue quizá el primer cineasta, y presentó sus incipientes películas tan sólo un año después del lanzamiento público del cinematógrafo.
Siendo los galos los precursores de la cinematografía, el cine francés, si bien variopinto en cuanto a estilos y temáticas, fue adquiriendo con el tiempo ciertos rasgos identitarios.
En el ciclo que se exhibirá desde el 22 de abril hasta el 21 de octubre en la Sala Nelly Goitiño del Auditorio del SODRE, podrá apreciarse una cuidada selección que abarca una época fundamental, que es la transcurrida desde 1930 hasta 1969.
Cuarenta y cinco títulos recorrerán durante siete meses, a razón de uno por lunes, la obra de algunos de los más icónicos realizadores de dicho país, aunque se omita alguno de los importantes, que protagonizarán un ciclo propio más adelante, explorando géneros que van desde la comedia hasta el policial, del cual son maestros, pasando por el drama, la temática bélica, el romance, el musical y, por supuesto, la influyente “Nouvelle Vague”, quizá la corriente más representativa del cine francés.
Aunque sería inabarcable analizar cada uno de los filmes que componen la antología, podemos mencionar algunas obras fundamentales como “Los cuatrocientos golpes (1959), de François Truffaut, verdadero manifiesto de la “ Nouvelle Vague”, “ El crimen de Monsieur Lange” (1936) de Jean Renoir, “Pepe le Moko” (1937) de Julien Duvivier, “ Hotel del norte” (1938), de Marcel Carné, “ El cuervo” (1943) de Henry George Clouzot, “ La atalante” (1934) de Jean Vigo, muerto a los veintinueve años con sólo cuatro películas en su haber, “ Diario de un cura rural” (1951), de Robert Bresson, el emblemático policial “ Rififi” (1955), de Jules Dassin, “ Ascensor para el cadalso” (1958), primer filme en solitario de un joven Louis Malle, “La coleccionista” (1967), de Eric Rohmer, “La felicidad” (1965), de la directora Agnes Varda, o “ Pierrot el loco” (1965), de Jean- Luc Goddard, ejemplar policial interpretado por el gran Jean Paul Belmondo, quien también destaca en “ Sin aliento” (1960), del mismo director.
La comedia, género en el cual los franceses han dejado también su particular sello, estará ampliamente representada en este ciclo, con obras de la talla de “Días de fiesta (1949), “Las vacaciones del Señor Hulot” (1953), o “Mi tío” (1958), todas dirigidas e interpretadas por el polifacético Jacques Tati.
Cada una de las películas estará presentada por diversos críticos, periodistas culturales, escritores y realizadores, para lo cual se contará con el apoyo de instituciones varias, entre ellas la Alianza Francesa, lo cual motivará, además, un fecundo diálogo con la audiencia.

