Citaciones y omisiones por Nelson Di Maggio

En agosto se cumple el 155 aniversario del fallecimiento de Juan Manuel Besnes e Irigoyen (San Sebastián, 1789-Montevideo, 1865), iniciador de un museo nacional y primer pintor uruguayo, único en ser incorporado al Registro Regional del Programa Memoria del Mundo de la Unesco en 2012. No se anuncia ningún recordatorio oficial, pero tal vez todavía se esté programando alguna actividad que proporcione a este excelente artista las dimensiones notables que su obra merece. No es de extrañar que hasta ahora no se haya reconocido lo suficiente su extraordinaria contribución fundacional.

Vino a Montevideo en 1809 y adquirió un protagonismo inusual tan diverso como asombroso dentro de la sociedad montevideana durante 57 años, en contacto con famosos del exterior, además de recorrer el interior del país como asesor del presidente Rivera y registrar en directo auténticos gauchos en sus faenas del campo y los emergentes núcleos urbanos con talento de dibujante singular que enseñará en centros educativos. Entre sus asistentes, Juan Manuel Blanes dejó un retrato excelente, sensible en su admiración al maestro. Convivió con las alternantes oleadas colonialistas (españolas, inglesas, portuguesas, francesas), sin prejuicios sociales cuando retrató a Jacinto Ventura de Molina, el primer filósofo y escritor negro, rescatado del olvido hace poco. Lugar principalísimo ocuparon los visitantes de Francia: educadores (Charles Laforgue y François Ducasse), padres de los poetas franco-uruguayos; médicos (Pierre Capdehourat); ingenieros (Jean-Pierre Cardeillac); periodistas (Joseph Vial) y artistas (Amédée Gras, Durant Brayer, Darondeau, Fisquet, Lauvergne, Monvoisin, Pallière, D’Hastrel, entre otros muchos) influyentes en la cultura local que Besnes sin duda conoció. Actualizó y amplió su formación al conocer las nacientes técnicas de la fotografía y litografía.

Es cierto que el Museo Histórico Nacional exhibió hace dos años una importante muestra de obras restauradas con sabiduría en Casa de Lavalleja, aunque faltó la publicación del deseable catálogo y dar más atendible difusión pública. Por una de esas ironías del destino, el Museo Nacional de Artes Visuales (mnav) no posee ninguna de sus numerosas obras, para poder corregir la lectura de la historia del arte en su colección permanente. Quien escribe, con la imaginativa diagramación de Alejandro Sequeira, publicó un ensayo monográfico de Besnes que también pasó inadvertido.

Como sucedió muchas veces, se teme que pueda suceder en el correr del año el olvido de los centenarios de Washington Barcala (1920-1993), Rhod Rothfuss (1920-1969), Antonio Llorens (1920-1995) y Marco A. López Lomba (1920-1970), cuatro enormes creadores que marcaron tendencias y se proyectaron internacionalmente. Un escándalo cultural.

La Ley 19.037 referida a museos y colecciones museográficas, de 2012, dispuso artículos ilusorios para un país de ficción. Ni siquiera funcionó en tiempos de bienestar económico. Algunas variaciones, urgentes y exigidas durante la exposición Picasso en Uruguay, actualizaron las condiciones de seguridad y organización del mnav. No obstante, la falta de recursos, la ausencia de planes claros y revitalizadores frustraron las expectativas. Expectativas que se actualizan con la nueva administración, aumentadas exponencialmente con la inesperada pandemia del coronavirus. Nada será igual.

El mapi activo

Es un museo ejemplar. El 18 de mayo es el Día de los Museos. En Uruguay, a excepción de alguna esporádica iniciativa particular, la fecha es desconocida. La pandemia del coronavirus indujo al icom (Consejo Internacional de Museos) a trasladar la fecha alternativa al 16 de noviembre, Noche de los Museos, en coincidencia con el aniversario 74 de esa institución. El mapi mantiene una actividad online singular, recuerda la Semana de los Museos del 11 al 17 de mayo con una fiesta en las redes sociales e invita a sus seguidores a compartir fotos conmemorativas con una programación variada cada día.

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