El martes pasado fue fecha del relevo en la presidencia nacional.
Parece que la Torre Ejecutiva provoca metamorfosis a su inquilino.
Entró una etérea “pompita” y hoy tenemos un bloque de granito.
Te podrá gustar más o menos el mandatario, podrás compartir o no
su ideología y las medidas políticas que lleva adelante su gobierno,
pero no quedan dudas que el hombre tiene bien agarrado el timón.
Ha demostrado poder de mando en varias oportunidades y no
arruga en decisiones difíciles: no aceptó la cuarentena obligatoria,
cambió a varios ministros y vetó la ley forestal de su aliado Cabildo.
Tiene un estilo de comunicación frontal con la ciudadanía y los
medios y anda por todos lados dentro del país y por el mundo.
Enfrentó la pandemia, impulsó la LUC, aprobó el presupuesto y
ahora tiene por delante un referéndum que divide a la sociedad.
A veces nos da la impresión que gobierna hace una década.
La cuestión es que hay un futuro después del 28 de marzo.
Y más allá del resultado de la consulta popular, es que va a hacer el
presidente durante los próximos tres años que le restan de mandato
¿Se conformará con trascender como el gobierno de la pandemia?
Cuesta creer que se resigne sólo a eso y que reduzca su
indiscutible liderazgo político a pivotear el país hasta el 2025.
No tengo dudas que quiere dejar su impronta personal, y sueña con
cumplir su palabra de dejar un Uruguay mejor de lo que encontró.
Tiene la oportunidad de encarar en serio un combate a la pobreza y
a los asentamientos que están afectando a miles de compatriotas.
Cuenta con un viento de cola económico nada despreciable que se
refleja en nuestras exportaciones y en las cifras históricas en 2021
de depósitos bancarios de tres mil quinientos millones de dólares.
Logra un amplio margen de popularidad con la ciudadanía (50%).
Tuvo la solidaridad de la sociedad civil para combatir el Covid.
No será hora de demostrar la sensibilidad social que sabemos que
tiene, para hacer un llamamiento a todos y especialmente a los
“malla oro” para armar un fondo de combate radical a la pobreza.
Realizar un “Congreso de Abril” siglo XXI con todos, para fijar
Instrucciones que no permitan un solo uruguayo en la miseria.
Que los sucesos mundiales no nos impidan ver nuestros problemas.
Que los intereses sectoriales no se antepongan al bien común.
Gobernar para todos y caminar hacia los que piensan distinto es
lo que marca la diferencia entre un gobernante y un estadista.
Alfredo García
POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES
Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.
Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.
Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.
Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo.
Conozca aquí las opciones de apoyo.