¿Mordaza o autocensura?

A raíz de una columna de opinión de Gabriel Pereyra planteamos

en nuestra reflexión semanal la inquietud sobre esa situación.

Cabe decir que mayoritariamente convocamos a periodistas de

diversos medios para que expresaran su opinión y su experiencia.

Como verán en las respuestas obtenidas, fracasamos con total éxito

Muy pocos colegas decidieron participar por diversas razones.

Pero lo que me llamó la atención fue que varios me dijeron que el

tema era apasionante y muy importante pero que no se animaban.

Temían irse de boca y capaz no era bien visto por sus patronales.

Simultáneamente el gobierno convocó a un taller para periodistas

en Torre Ejecutiva para informar sobre el contenido de la LUC.

El revuelo fue grande y lo más suave fue acusar al Poder Ejecutivo

de intentar adoctrinar a los periodistas, al mismo tiempo que se

incitaba a revelar los nombres de los “mamaderas” que fuimos.

Me llamó la atención que varios comunicadores de años, que

pensaban ir, desistieron para no ser catalogados de oficialistas.

La presión social, vía redes, sobre todo, embreta a los colegas.

También vemos con frecuencia que algunos informadores que

habían sido críticos con los gobiernos del FA, hoy quieren

demostrar a toda costa que también cuestionan a este gobierno.

Y muchas veces con posturas traídas de los pelos para justificarse.

Parece que la campaña internacional de Cancelación, llegó a los

medios de nuestro país y los trabajadores se sienten en la mira.

Entre la corrección política y la búsqueda del justo equilibrio nos

encontramos con profesionales de la comunicación que navegan en

un mar de dulce de leche, y no logran hacer olas transgresoras.

No sé qué pesa más en su cabeza, si el miedo a perder el laburo o

que por un escrache virtual se le borren muchos seguidores.

Esta profesión no es fácil y es imposible lograr un consenso.

Siempre tendrás detractores y admiradores, no importa lo que

hagas ni cuanto te esfuerces en ser lo más ecuánime posible.

Lo que es inadmisible a esta altura es que se acepten condiciones

que limiten la búsqueda de la verdad o la libertad de expresión.

Si aceptas autocensura o mordaza, elegiste la profesión equivocada

Alfredo García