“Todo lo sólido se desvanece en el aire” Carlos Marx
Este título es un plagio a una charla que dio Pipe Stein.
Quien aparte de ser muy divertido te invita a reflexionar.
Y rápidamente ingreso en los cambios que nos tocó vivir.
Integro la generación donde foto era sinónimo de Kodak
Soy un producto de la guerra fría y la coexistencia pacífica.
Vibraba con goles de Abadie, Silva, Rocha, Spencer y Joya
Pasamos de una, del vinilo de Palito Ortega a Woodstock.
Fuimos del autoritarismo a dictadura y a democracia plena.
Vimos caer muros y mitos tanto en Berlín como en Bolivia.
Nos metamorfoseamos de dogmáticos a librepensadores.
Entendimos que los otrora enemigos hoy son adversarios.
Me transformé de oposición a gobierno y otra vez oposición
Constaté que las clases sociales mutan, pero se mantienen
Confirmé que la honestidad y la ética atraviesan ideologías.
Corroboré que siempre es más fácil echarle la culpa a otros
Vi que los más jodidos son siempre quienes más se joden.
Comprobé que es tentador hacer de las ideas una religión.
Descubrí que hay nuevos movimientos para viejas causas.
Reafirmamos que izquierda y derecha no son solamente
categorías politológicas sino sensibilidades diferentes.
Recuerdo las palabras de Jorge Lauro en el Voces Nro. 2:
“Después de todo, ser de izquierda es una suerte de comunión emocional, de nudo en la garganta compartido, frente al padecimiento de los más débiles. Ser de izquierda es un acuerdo tácito en aceptar que las prioridades, serán siempre para los más infelices. Ser de izquierda es indignación ante cualquier injusticia. Y esa empatía visceral será siempre el mejor acuerdo programático”. 2/9/2004
Y tratando de adaptarnos al mundo que nos toca vivir
mientras lidiamos con Spotify, Instagram y toda la jungla
digital, se nos viene a la cabeza la canción de Lazarof:
“por la misma, siempre por la misma y cambiando, cambiando”
Alfredo García
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