Home Política España, la UE y la seguridad con “voz propia” por Ernesto Kreimerman
0

España, la UE y la seguridad con “voz propia” por Ernesto Kreimerman

España, la UE y la seguridad con “voz propia”  por Ernesto Kreimerman
0

Esta semana, al inaugurar la Conferencia Interparlamentaria para la Política Exterior y de Seguridad Común y la Política Común de Seguridad y Defensa de la Unión Europea, la presidenta del Congreso español, la socialista Francina Armengol ha expresado, con énfasis, que Europa debe tener “voz propia” en defensa sin que ello signifique renunciar a algo, y en particular, precisó, se debe mantener una cooperación “activa” con la OTAN.
El discurso de Armengol había despertado interés pues se trata de un pronunciamiento de alto nivel; es la número tres en jerarquía del ejecutivo español, más allá de las dilaciones en la resolución de la validación de la mayoría que parece ratificar el PSOE, y su secretario general, y aún presidente de gobierno, Pedro Sánchez.
Dicho esto, Armengol fue aún más directa: defendió el concepto de autonomía estratégica abierta. La definición es relevante ya que para Sánchez éste es una de las prioridades del semestre; se trata de dar solución a lo que se define como una carencia de la Unión Europea, que le posiciona en un punto de debilidad frente a los Estados Unidos.
La España de este PSOE encabezada por Sánchez, y fuertemente respaldada por José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno entre 2004 y 2011. Rodríguez Zapatero participó activamente de la última campaña electoral, siendo una de las espadas más severas del PSOE al enfrentar a la ultraderecha.
Vale detenernos en este punto. En la reciente campaña electoral, tanto Felipe González como Alfonso Guerra, cada uno por su lado y a su estilo, se enfrentaron duramente a Rodríguez Zapatero y a Sánchez. Por ejemplo, el 20 de setiembre El País de Madrid titulaba: “Guerra, arropado por González, llama a Sánchez “disidente y desleal””. Claro, que Felipe González no escucha ni los consejos que él mismo recomienda a otros. Cito: “[Los expresidentes] emiten opiniones que a veces proyectan demasiada sombra o que se convierten en armas arrojadizas durante la batalla política diaria”. Lo escribió en el 2013, en su libro “En busca de respuestas, el liderazgo en tiempo de crisis”. Una década después, ni él mismo sigue su consejo.
El 21 de setiembre, al otro día, el mismo diario El País titula: Voces de la vieja guardia del PSOE se plantan ante González y Guerra: “El felipismo se acabó cuando Pedro Sánchez fue presidente”. La vieja guardia del PSOE, que formaron parte de aquel ciclo 1982 a 1996, sin excepciones, ha tomado distancia de la vieja dupla.
La debilidad de Europa
No es la primera vez que el PSOE de Pedro Sánchez levanta la idea de “impulsar la autonomía estratégica abierta” como “una de las prioridades de la presidencia española de la Unión Europea”. Ya en el mes de febrero Sánchez profundizaba en este concepto, que también es compartido por buena parte de la Comisión Europea.
En su argumentación, ha expresado que “es innegable que el avance de la globalización, tanto en el intercambio de bienes como de capitales, ha hecho que la UE adquiera varias dependencias estratégicas con terceros países que, en los últimos años, se han convertido en un riesgo severo para el bienestar de nuestra ciudadanía. Shocks internacionales como la pandemia del Covid o la invasión rusa de Ucrania han afectado al correcto funcionamiento del Mercado Único y han perturbado las cadenas de suministros de material sanitario, semiconductores, energía y alimentos, causando problemas de desabastecimiento, una crisis de precios y dolor social”.
Dicho esto, Sánchez adelantaba que la futura presidencia de la UE, hoy en ejercicio, “situará entre sus principales prioridades la búsqueda de una mayor autonomía estratégica que sea a su vez socialmente justa y medioambientalmente sostenible”.
Los proyectos que la presidencia española está impulsando son los siguientes:
1. Analizar las principales vulnerabilidades estratégicas de la UE en cuatro áreas claves: energía, alimentación, salud, y tecnologías digitales. Escenarios prospectivos para afrontarlas. Participarán 25 Estados miembros y más de 50 ministerios, en colaboración con la Red de Prospectiva de la Vicepresidencia de Relaciones Interinstitucionales y Prospectiva de la Comisión Europea, y con el apoyo del Consejo de la UE.
2. En paralelo, esta conferencia Interparlamentaria para la política Exterior y la Política Común de Seguridad y Defensa de la UE
que comentamos. Con jefes de Estado o de Gobierno de los 27 Estados miembros, presencial y/o virtual, para profundizar la discusión a futuro de la Autonomía Estratégica Abierta y otras prioridades estratégicas de la UE.
3. Reuniones preparatorias y foros de alto nivel durante todo el período de la presidencia española, para afinar el debate acerca de la agenda estratégica europea. De estas instancias, participarán altos cargos públicos y también líderes empresariales, académicos, sindicalistas y representantes de la sociedad civil.

Seguridad europea para Europa
Uno de los propósitos, el primero, de la UE de la Seguridad es garantizar que la política de seguridad sea competente frente a las nuevas amenazas; crear una resiliencia sostenible a largo plazo; una estrategia de involucramiento del sector público y privado en una agenda integral de la sociedad; armonizar las distintas políticas que hacen directamente a la seguridad.
Revertir la dependencia de la OTAN agudizada con el conflicto Rusia-Ucrania, para reforzar la autonomía militar europea. Por ello, asumen, “aún falta para una verdadera Europa de la defensa”. España defiende que Europa tenga «voz propia» en materia de defensa, y apueste por una capacidad autónoma de respuesta a las crisis, cooperando con la OTAN sin renunciar a una defensa europea propia capaz de una respuesta «autónoma» ante las nuevas amenazas de la seguridad.
Armengol no olvidó los desafíos de la transformación digital, la ciberseguridad y la infraestructura segura de 5G, la desinformación y la inteligencia artificial. De allí la importancia de incluir en la agenda de seguridad a las nuevas directivas de servicios y mercados digitales de la UE.
Si Europa quiere ser un jugador de clase mundial, debe revisar su agenda de seguridad, en sentido amplio, sin olvidar las salvaguardas necesarias para los derechos de sus ciudadanos, dando «un lugar preeminente» a la perspectiva de la igualdad de género.

Europa quiere emanciparse. Era cuestión de tiempos y de resultados.

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.

//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js
Semanario Voces Simplemente Voces. Nos interesa el debate de ideas. Ser capaces de generar nuevas líneas de pensamiento para perfeccionar la democracia uruguaya. Somos intransigentes defensores de la libertad de expresión y opinión. No tememos la lucha ideológica, por el contrario nos motiva a aprender más, a estudiar más y a no considerarnos dueños de la verdad.