Otra interesante propuesta nacional que se puede encontrar en cartel desde este jueves es Temas propios, nueva película del director uruguayo Guillermo Rocamora que se suma a una filmografía que va aumentando en escala y llegada popular: luego de la ficción Solo y el documental La libertad es una palabra grande el realizador nos cuenta la historia de Manuel, un chico de 18 años que quiere seguir su sueño de estudiar música, aunque se encuentre con reacciones distintas entre sus padres; por un lado, su madre quiere que estudie algo más convencional, mientras que por el otro, su padre parece apoyarlo – más que nada ya que él también tuvo su paso por ese mundo – pero sin demasiada seguridad. El protagonista decide emprender su primer proyecto y empezar una banda, reclutando a parte de su familia (padre y hermano menor) y a una chica con la que empieza un romance, aunque las dificultades de sacar el equipo adelante y los conflictos internos de la banda amenazan con romper su sueño. La propuesta, que fue recientemente seleccionada por Uruguay para la preselección en los próximos premios Oscar, combina drama y comedia con música y toques de romance, tiene una dinámica puesta en escena y un libreto que resulta acertado a la hora de reflejar la angustia y la dolorosa transición de la adolescencia a la adultez, dando como resultado una coming of age en donde el espectador puede sentirse fácilmente identificado. En esta oportunidad, Rocamora nos cuenta sobre los toques autobiográficos de la cinta, la diferencia entre la misma y sus anteriores producciones, y el rol de la música en su propia vida.
¿Hay registros autobiográficos en esta historia?
Sí. Cuando mi hermano tenía 17 o 16 años, tenía una banda con sus amigos. Mis padres hacía poco tiempo se habían separado y mi hermano invitó a mi papá a tocar la batería en la banda. Mi padre había tenido una banda en los 70’s donde tocaba la batería. Después de la separación mi padre se encontraba en una especie de renacer y lo de la banda le vino como anillo al dedo en su nueva vida. Esto es la génesis del proyecto y lo que tiene de autobiográfico la película. También el perfil de algunos personajes, como el hermano menor y la madre, forman parte de mi vida.
Temas propios y Solo giran alrededor de personas que tienen la música muy presente en sus vidas. ¿Es también tu caso?
La música es algo que me interesa mucho, pero no toco ningún instrumento, pese a que en algunos periodos estudié guitarra y batería, no prosperé mucho. Pero sí, estuvo muy presente en mi casa la música, mi hermano tocaba la guitarra, con su banda soñaba con ser músico mientras estudiaba ingeniería, y mi padre una vez que volvió a la música, no dejó más de tocar, fue docente de batería y tuvo varias bandas, alguna de ellas con sus antiguos compañeros de banda. Por eso la música estuvo siempre cerca y yo encontré un ambiente que me interesó siempre para condensar mis historias y cosas que me interesaban trabajar, metaforizar en mis películas; en Solo, el éxito o la búsqueda de reconocimiento y en Temas Propios, la búsqueda de la vocación. En mi caso viví cosas similares a las que viven mis personajes pero en relación al cine, el proceso de encontrar mi vocación y la búsqueda del reconocimiento.
Todas tus películas son muy diferentes entre sí. ¿Buscas eso o va surgiendo mientras entras en un proceso creativo?
Yo me he ido transformando mientras hacía las películas, y seguro no soy el mismo que hizo Buen Viaje o Solo, creo que esa transformación se ve reflejada en las películas. El rodaje de Solo fue en el 2011 y el de Temas Propios 2021, los procesos de ficción son largos y en esa década pasaron muchas cosas, hice un documental, me fui a estudiar guion a Buenos Aires, todo eso fue aportando para que las películas fueran diferentes entre sí. No fue buscado diferenciarlas entre sí por algo en especial, tiene que ver con las ganas de cómo contar la historia y qué cosas me vienen influenciando. Espero poder filmar una película de ficción pronto y ver qué resulta a partir de quién soy hoy, después de estrenar Temas Propios.
¿Fue muy distinto el proceso de ‘Temas propios’ al de tus otros films?
Temas propios fue un desafío grande, una película con varios personajes que cuentan la historia, con un elenco grande, de muchos personajes, eso lo hizo un proyecto de arranque muy distinto y desafiante. Por otro lado, yo no fui productor de Temas Propios y eso, en relación a Solo, fue una gran diferencia, un gran alivio. Yo siento que me encontraba, al momento del rodaje, más maduro, más seguro de lo que estaba buscando y con un guion con mucho trabajo.
¿Te sentís más cómodo en el documental o en la ficción?
Me siento más cómodo en la ficción, pero me gusta mucho hacer documental. Ambos géneros me resultan igual de desafiantes porque la historias se revelan de la misma manera en los dos, durante el proceso es que aparecen las películas y eso es muy interesante.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Hace pocos días terminé de filmar una serie de ficción, que estará para estrenarse en marzo del año que viene. Estoy trabajando en un documental sobre el juicio de Philip Morris a Uruguay y comenzando a escribir algunos proyectos de ficción.
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