Home Teatro Identidades polanqueñas en el escenario: entrevista con Horacio Nieves
0

Identidades polanqueñas en el escenario: entrevista con Horacio Nieves

Identidades polanqueñas en el escenario: entrevista con Horacio Nieves
0

“A mí me interesa mucho que la gente se identifique con lo que está viendo, que se sienta parte”

En diciembre de2018 publicábamos una entrevista a Horacio Nieves y Gustavo Bouzas a propósito de los 20 años de Baco Teatro, la compañía que como Grupo Ñack habían fundado en 1998. Ese aniversario los encontraba en un momento de transición marcado, entre otras cosas, por la decisión de Nieves de ir a vivir a San Gregorio de Polanco. Si bien la intención era seguir viajando para dar clases en la escuela de Baco en Montevideo, Nieves se planteaba: “De repente una posibilidad es llevar lo que uno sabe hacer, lo único que uno sabe hacer a esta altura, a otro lugar” (Voces N° 635).

Una vez instalado en el Polanco, y mientras construía su casa, Nieves recibe de Sebastián Barrios el planteo de que se estaba buscando un profesor de teatro para la Casa de la Cultura. Finalmente esa posibilidad no prosperó, pero el interés por un taller teatral quedó y se terminó armando de forma independiente. El taller, que funcionaba en la asociación de jubilados, era abierto y se integró por gente de edades muy diversas. Según narra el actor: “El desafío era que tenía que tener parámetros diferentes a los que estaba acostumbrado en los talleres de Baco en Montevideo. No empezamos en marzo sino en mayo o junio; había gente de muchas edades, todavía hoy hay una niña de 12 años y también personas que  superan los 60; había gente que ya se conocía de antes, algo que en Montevideo no pasa tanto, y no sabía como eso podía impactar. Entonces tenía que ir estudiando la situación para, a partir de eso, planificar la mejor manera de llevar adelante un taller y no hacer algo prefabricado, exactamente como los talleres regulares en Montevideo. Y empezó a pasar mucha gente que iba y venía, eso también era parte de la realidad con la que tenía que trabajar, hasta que se asentara un grupo. Pero también era algo que me servía para ir conociendo la realidad”.

Memorias polanqueñas

Los meses fueron pasando, el colectivo fue deviniendo en un grupo más estable, y surgió la necesidad de armar un espectáculo para mostrar el resultado del trabajo a la comunidad. Sobre las características temáticas de esa muestra Nieves aclara: “viste que en Baco trabajamos mucho sobre temáticas que tengan que ver con nosotros, con nuestras raíces, con nuestra idiosincrasia. Hemos trabajado autores uruguayos, argentinos, chilenos como (Antonio) Skármeta, tratamos de trabajar con nuestra identidad uruguaya, rioplatense y latinoamericana. Y siguiendo con esa idea les pedí que contaran historias, leyendas, cuentos del pueblo y de sus alrededores. Empezamos a jugar con esas historias, a improvisar, y empecé a dirigir esos trabajos hacia lugares que lo hicieran teatralizable y que pudiéramos generar un espectáculo. Y finalmente el 28 de diciembre de 2019 presentamos Memorias polanqueñas en el Centro San José de San Gregorio, que es un Centro que tiene como una salita, con escenario, y armamos la platea juntando sillas de la escuela, del INDA… de diferentes lugares.”

Sobre las historias que nutrieron las Memorias polanqueñas Nieves agrega: “Había una que servía de hilo conductor, que era la preparación de una yerra. Al otro día se realizaba una yerra, iba llegando gente a las casas para participar y mientras iban recordando esas historias. Por ejemplo una tenía que ver con una forma de comunicación a distancia que implementaban hace años con espejos, usando los reflejos establecían una especie de código morse con espejos. O la historia de una casa encantada, “asombrada” como dicen en el lugar. O una que hablaba de una parturienta en medio del campo a la cual va a buscar la ambulancia del pueblo un día de lluvia con la cañada crecida. En el grupo hay una partera jubilada que hacía de partera en la improvisación de una historia que había vivido, aunque obviamente le dimos un marco de ficción. Otra historia era sobre una persona del pueblo que tenía un ómnibus, que le llamaban La cachila del Cacho Blanco, y hacía el recorrido desde San Gregorio hacia el empalme con la ruta 5, donde la gente tomaba otros ómnibus para Tacuarembó, Rivera o Montevideo. Ahí recordábamos las peripecias de ese ómnibus y de los diferentes personajes que lo tomaban: bagayeras que iban a Rivera a buscar cosas, una estanciera que bajaba a mitad de camino, personajes muy pintorescos que subían y bajaban del ómnibus. Y la verdad es que cuando la platea escuchaba referencias tan conocidas se reía, había muchos guiños a los que el público respondía porque sabía de lo que se estaba hablando y gustaba eso de verse en el escenario. El día de la presentación en el Centro San José se llenó, la obra terminaba ya empezando la yerra y un integrante del grupo, Adalberto, que es un gran guitarrista y cantor, cerraba cantando Cuando cante el gallo azul (poema de Washington Benavides popularizado por Larbanois & Carrero), y bajaron del escenario con un aplauso que en tantos años de teatro realmente no había vivido. La gente bailando y cantando mientras iban bajando los actores y las actrices del escenario con la canción. Era una fiesta. La gente se había identificado durante toda la obra con las historias que se planteaban, entonces claro, eso provocó emoción, alegría, el verse arriba del escenario. Fue una experiencia teatral muy interesante. A mí me interesa mucho que la gente se identifique con lo que está viendo, que se sienta parte, forjar las identidades a través de la cultura, y creo que se dio y eso nos dio tremendo impulso para en el 2020 empezar con todo.”

2020, pandemia y Amado Polanco

Pero la pandemia cambió las perspectivas: “La idea del grupo era continuar haciendo Memorias polaqueñas durante el 2020, llevarla a otros pueblos además de repetirla en San Gregorio, pueblos cercanos como Achar o Paso de los Toros, o también intentar ir a la ciudad de Tacuarembó y a Montevideo. Y en paralelo empezar a preparar otras cosas, pero bueno, pasó lo que ya sabemos, nos agarró la pandemia y el taller quedó como en suspenso”.

Durante la pandemia el grupo se mantuvo intercambiando sobre propuestas teatrales que de alguna manera pudieran nutrir la propuesta del taller. Uno de los docentes de Nieves en el Taller Integral de Arte Escénico, por los años noventa, fue Juan González Urteaga, investigador interesado en el circo criollo y otras formas de teatro popular rioplatense. Desde allí en Baco se mantiene un vínculo con el teatro popular rioplatense, y en el contexto que imposibilitaba del encuentro físico se aprovechó para intercambiar sobre eso. “Hubo un intercambio sobre circo criollo, ellos narraban sus experiencias viendo circo criollo, intercambiábamos por whatsapp y aprovechamos ese tiempo para  para hablar de esa manifestación teatral. En nuestro trabajo podemos ver cosas vinculadas al circo criollo, pero no es que sea lo que hacemos, el resultado en realidad es algo muy particular que apareció en Memorias polanqueñas, o que puede aparecer en algún otro espectáculo, pero siempre buscando una forma propia, una personalidad propia del grupo”.

Finalmente en este 2021 el grupo volvió a juntarse, al principio tímidamente y de forma irregular respecto a la asistencia, algo que también pasó en Montevideo. “Pero así y todo empezamos a trabajar, a tratar de avanzar en trabajos de taller, de aprendizaje. Luego surgió la idea de preparar algo para el cumpleaños de San Gregorio en el mes de noviembre. Hay un poeta local llamado Enrique Amado Melo, fallecido hace varios años, que fue director del Liceo, una personalidad muy importante y muy querida en el pueblo. Y empezamos a trabajar sobre como teatralizar sus poemas, empezamos a jugar con algunos, les dimos forma teatral, el problema después era cómo llevarlos a escena. Como no sabíamos que iba a pasar con lo de la pandemia, para evitar cualquier inconveniente, pensamos en un espectáculo de teatro callejero, “teatro a cielo” le llamamos, haciendo un paralelismo con la condición que tiene San Gregorio de Polanco desde hace décadas de museo a cielo abierto, ya que el pueblo está lleno de espectaculares murales hechos por artistas plásticos de todo el país. Y lo que hicimos fue buscarle una estética a la teatralización que estábamos trabajando de los poemas, ahí nos basamos un poco más en los maquillajes, en la commedia dell’arte. Y usamos un hermoso mural recién pintado que se llama El circo, la idea era lograr que ese mural tomara vida, había un payaso dibujado, equilibristas…. Como todavía no estaba iluminada la cuadra donde estaba el mural decidimos hacer ahí el espectáculo, iluminándonos con linternas. Finalmente estrenamos este espectáculo, al que le pusimos Amado Polanco jugando con el nombre del poeta, el 27 de noviembre pasado. Y el pueblo apareció de vuelta, aparecía la gente con sus sillas, gente que de repente pasaba caminando y se encontraba eso de sorpresa. Obviamente que tuvimos imprecisiones, lo vamos a presentar de vuelta en diciembre en un par de clubes del pueblo, tal vez en el liceo. La idea es poder hacerlo en las escuelas, quizá no ahora en diciembre pero el año que viene. También podemos presentarlo en enero que está la temporada turística.

Tenemos cosas para ajustar pero era importantísimo romper el hielo, que el pueblo viera que seguíamos trabajando, que habíamos conseguido una continuidad que hasta el momento no se había conseguido. Si bien hubo antes experiencias con la formación de un grupo de teatro no se había logrado una continuidad y menos de tres años seguidos como en este caso, pandemia mediante. Obviamente que es un proceso a mediano plazo, pero estamos en eso, pensando en establecernos como un grupo estable, con todas sus particularidades. En este último espectáculo participaron once personas, pero en total somos dieciséis en el grupo, en un pueblo de cuatro mil habitantes. Y me gustaría resaltar el talento que uno encuentra por todos lados, lo excelente contadores que son, eso que nosotros conocemos mucho por Landriscina pero que es algo tan propio y tan natural de la gente de campaña o del interior, son contadores natos. También hay muy buenos músicos, Melanie, que es la niña de doce años, toca varios instrumentos. Se encuentra mucho talento, actores y actrices encubiertos que realmente sorprenden.”

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.

//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js
Leonardo Flamia Periodista, ejerce la crítica teatral en el semanario Voces y la docencia en educación media. Cursa Economía y Filosofía en la UDELAR y Matemáticas en el IPA. Ha realizado cursos y talleres de crítica cinematográfica y teatral con Manuel Martínez Carril, Miguel Lagorio, Guillermo Zapiola, Javier Porta Fouz y Jorge Dubatti. También ha participado en seminarios y conferencias sobre teatro, música y artes visuales coordinados por gente como Hans-Thies Lehmann, Coriún Aharonián, Gabriel Peluffo, Luis Ferreira y Lucía Pittaluga. Entre 1998 y 2005 forma parte del colectivo que gestiona la radio comunitaria Alternativa FM y es colaborador del suplemento Puro Rock del diario La República y de la revista Bonus Track. Entre 2006 y 2010 se desempeña como editor de la revista Guía del Ocio. Desde el 2010 hasta la actualidad es colaborador del semanario Voces. En 2016 y 2017 ha dado participado dando charlas sobre crítica teatral y dramaturgia uruguaya contemporánea en la Especialización en Historia del Arte y Patrimonio realizado en el Instituto Universitario CLAEH.