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Ilustres linajes montevideanos por Alejandra Waltes

Ilustres linajes montevideanos por Alejandra Waltes
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Hasta el 9 de diciembre, en el primer piso del Museo Figari se puede disfrutar de la muestra “La espada y la pluma” de Hermenegildo Sábat Lleó. La misma ha sido curada por Pablo Thiago Rocca. Esta es la décima edición del ciclo de exposiciones “Contactos” que busca establecer vínculos entre la obra de Pedro Figari y otros artistas contemporáneos.
El material llegó al museo durante la pandemia en muy mal estado de conservación. Con el amor y profesionalismo que caracteriza al personal del Figari, desde hace poco más de un año, se inició un proceso de clasificación, registro, acondicionamiento y restauración. Gracias a su dedicación hoy podemos disfrutar de obras al óleo, pastel y grafito sobre papel, materiales gráficos que el artista preparaba para su posterior publicación en diarios y revistas, cuadernos de recortes en los que quedó registrada su actividad pública y un rico archivo de fotografías que da contexto a una vida tan variada y rica. Completando esa contextualización que tanto agradecemos los visitantes a la muestra, se exhiben dibujos y pinturas de Pedro Figari, Hermenegildo Sábat Lleó, Juan Carlos Figari Castro, Carlos Sábat Ercasty y Hemenegildo “Menchi” Sábat Garibaldi. Hermenegildo Sábat Lleó (Palma de Mallorca, 1874 – Montevideo, 1931) era hijo del militar Mariano Sábat y Fargas, gran esgrimista (de quien heredó la afición) y escritor de libros sobre su especialidad. Su medio hermano por parte de padre, Carlos Sábat Ercasty (1887-1982), llegó a ser un afamado poeta que también dibujaba. Hermenegildo se destacó como docente, pintor, caricaturista, escritor, crítico de arte, inventor y esgrimista. Como caricaturista se convirtió en cronista de la realidad de su tiempo, un periodista gráfico con el poder de llegar a un numeroso público. Amplios sectores de la población que no sabían leer podían recibir el mensaje gráfico de las caricaturas. Según Eduardo Vernazza sus dibujos “Eran caricaturas de intensa polémica, detractoras de vicios y marca de fuego para quienes iban dirigidas. En aquel entonces se estilaba este tipo de caricatura, y Sábat la llevó a cabo con gran ímpetu. Pero aparte de la faz que lo distinguía, como valiente y certero en la pronunciación de su verdad, poseía una gracia en su dibujo, y un trazo que siempre nos llamó la atención”. Alineado con el ideario figariano, colaboró en la reforma de la Escuela Nacional de Artes y Oficios (1915-1917) siendo nombrado, en 1926, Inspector General de la Enseñanza Industrial. Su vida profesional como docente comenzó a los 19 años cuando obtiene en concurso de oposición la cátedra de dibujo en el Internado Normal de Varones. Al año siguiente dicta una serie de conferencias pedagógicas a través de las cuales instala una novedosa concepción de la enseñanza del dibujo. También dirige actividades esgrimísticas de alumnos del internado. Es electo examinador titular del Instituto Normal de Señoritas. Hacia 1913 es nombrado profesor de dibujo en el Círculo de Bellas Artes. A partir de 1914 es secretario de la Escuela de Artes y Oficios. Como Inspector General de la Enseñanza Industrial, sucediendo a Pedro Blanes Viale, recorrerá el país brindando conferencias y promocionando los beneficios de la educación industrial. Hoy la Escuela Técnica Superior de Florida (UTU-ANEP) lleva su nombre. Su hijo Carlos Sábat Pebet (1903-1977), sería un destacado educador, crítico literario y también poeta. Y su nieto Hermenegildo Sábat Garibaldi, “Menchi” (1933-2018), se convertiría en un dibujante y caricaturista cuya fama trascendió la del abuelo. También en la familia de Pedro Figari (1861-1938), sus hijos Juan Carlos (1893-1927) y Delia (1890-1975), heredarán, por decirlo de alguna manera, las condiciones del pintor y del poeta. De Sabat no sobrevivieron muchas pinturas, pero en los retratos que se pueden observar en la muestra se destaca su solvencia técnica cómo retratista. La soltura lograda en el trazo y su poder de síntesis logra que técnicamente sus caricaturas estén mejor logradas. La cantidad de fotografías aportadas nos da una idea de cómo se desenvolvía en el día a día en sus actividades entre las que se incluían las reuniones sociales con otros intelectuales de la época, encuentros enriquecedores para unos y otros. Sabat y Figari fueron hombres inquietos, sensibles y comprometidos socialmente que lograron articular en forma armoniosa sus vocaciones e intereses.
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“Pedro Figari” (Hermenegildo Sábat Lleó-1900)

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