Debo declarar públicamente que corroboré la condición de “blanco pillo” de Juan Martín Posadas. Me robó cuatro horas de la tarde del domingo, porque me dio por comenzar a leer sus cuartillas en “Memorias del regreso – La vuelta de Wilson Ferreira al Uruguay” y no pude detenerme hasta llegar a la página 190, donde el discurso de Wilson en la explanada culmina con un ¡Viva la Patria!
Esta obra fue publicada por primera vez en 1993 y ahora se reimprime y la verdad que más allá de una crónica de hechos ocurridos entre 1980 y 1984 es una tomografía computada del pensamiento y espíritu de los blancos, cosa muchas veces inentendible para quienes no participamos de esa colectividad política.
Hay algunos fragmentos memorables que vale la pena reproducir para entender lo que se vivió en esa época.
Uno de ellos es la charla que mantuvo el autor con Gonzalo Aguirre cuando regresan de la Casa del partido Colorado, donde habían ido a saludar una vez conocido el resultado de las elecciones internas partidarias en 1982.
J.M.P: –Pero, a esta gente, ¿qué le pasa? ¿no les llegan estas cosas?
G.A.: – Lo que pasa es que los colorados no les gusta que los blancos les ganen una elección.
J.M.P.: -Pero, ¿eso que tiene que ver en este momento? Mirá como la gente festeja sin hacer distingos.
G.A.: -Ellos también están luchando por conseguir la libertad y el derecho, pero están apuntando claramente a conseguir el próximo gobierno. No te confundas. Están luchando por lo que estiman que históricamente les corresponde. Y vas a ver: no van a hacer nada que les complique el camino hacia esa meta.
Las palabras del Oso Aguirre fueron casi una profecía.
En otro pasaje del libro se transcribe la conversación telefónica que mantuvieron con Wilson en Londres, Horacio Terra, Fernando Oliú y Juan Martín Posadas. El motivo era el inicio de las conversaciones con los militares en el Parque Hotel, justo cuando el régimen había clausurado el semanario La Democracia. Allí se muestra las discrepancias que existían en la interna blanca sobre dicha negociación. La postura del líder era que no se podía participar en esa situación porque era mostrar debilidad, mientras que los lideres blancos en el país, estaban dispuestos a concurrir. La calentura de Wilson era evidente y fue muy claro en comunicarles que él pensaba manifestar su postura contraria públicamente. Las conversaciones del Parque Hotel sucedieron igual y fueron un fracaso con total éxito.
Otro hecho que no es demasiado conocido fue el encuentro que tuvieron Wilson y Sanguinetti en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia en agosto de 1983. En una entrevista que le hicieron a Wilson en Búsqueda en 1987 él cuenta que Sanguinetti en aquella oportunidad le dijo: “Vas a embestir contra una pared y vas a quedar absolutamente solo, porque los hechos son los hechos y tendrás que aceptar las reglas del juego. Va a haber elecciones a fines de 1984, con partidos proscriptos, con candidatos proscriptos y tu opción es muy sencilla: estarás en el exterior, o si estás adentro, estarás preso.”
Posadas narra que el líder en aquel momento en Bolivia no les contó las palabras de Sanguinetti, pero sí lo que él le contestó textualmente: “Si tú pensás que el Uruguay va a salir de esto contigo colgado de la cola de un gorila, bueno, no cuentes conmigo para ello.”
Culmina contando Posadas: “Quizás los dos intuían que las cartas estaban ya echadas y que sus respectivos caminos no coincidían. …Y Wilson era muy blanco y Sanguinetti muy colorado.”
Pero en otro pasaje del libro el autor escribe: “se trata de dos formas de ser uruguayo: a lo blanco y a lo colorado. Pero a través de los años esas dos formas se han ido vertiendo en el torrente sanguíneo común del país. …Creo que todos los uruguayos nos hemos “batllistizado”, también todos los uruguayos nos hemos “blanquizado”.
Y finaliza su análisis sosteniendo que en el breve periodo de la historia nacional que abarca el libro, los genes blancos se soltaron y todo lo que se hizo contra el autoritarismo militar estuvo teñido por ese espíritu particular de ser y de sentirse uruguayo “a lo blanco”.
Nadie vaya a creer que el autor profesa algún tipo de sectarismo con respecto a las otras colectividades políticas, simplemente describe una visión partidaria, y muestra sin ningún reparo las contradicciones, los méritos, las marchas y contramarchas de su partido y su histórico líder.
Reivindica en forma permanente la ética en la política y añora el espíritu del Obelisco que reinó en el pueblo oriental en su lucha contra la dictadura. Se podrá coincidir o no con su interpretación de los hechos históricos, pero no se puede dudar ni un instante de su honestidad intelectual.
Dicen que para muestra alcanza un botón, y basta con ir al último párrafo de la página 24, donde analizando el plebiscito del 80 menciona que los militares buscando apoyo para la reforma lo encuentran: “dentro del Partido Nacional, en el Dr. Gallinal y en pequeños grupúsculos cobijados a la sombra del diario El País, simpatizante regular del gobierno de facto y que habría de ofrecerse más tarde como sostén publicitario de las aspiraciones políticas del Gral. Gregorio Álvarez”
Resta mencionar que el libro fue impreso y distribuido por El País, donde el autor actualmente, escribe cada domingo sus columnas de opinión.
El libro no es solamente un apasionante relato de un periodo de nuestra historia reciente, sino que es una brillante introducción para acercarse a conocer esa colectividad tan efervescente y anárquica que conocemos como: los Blancos. Reitero lo del título, es un texto ineludible para nuestra racional y muchas veces dogmática izquierda.
POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES
Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.
Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.
Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.
Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo.
Conozca aquí las opciones de apoyo.