La interna nacionalista y el dilema de ensanchar la base ideológica por Alejandro Guedes

Con un menú amplio de candidatos, el Partido Nacional comienza a calentar motores de cara a las elecciones internas de 2024. Al igual que sucediera en el año 1994 (y anteriormente hay que remontarse al último colegiado) los blancos tienen ante sí el desafío de retener el gobierno.
Con la imposibilidad de la reelección del presidente Lacalle Pou y el deceso de Larrañaga la interna nacionalista pierde a los dos líderes de los últimos tiempos. Es un cambio cualitativo considerable, teniendo en cuenta que, desde una mirada amplia, ellos han sido los herederos de las dos principales corrientes históricas del partido. En una carrera intensa y altamente participativa como suele ser la interna nacionalista, el número de candidatos, sus apoyos y perfiles pueden significar resultados muy distintos. Recordemos que, en la interna de 2019, Lacalle Pou obtuvo una mayoría clara de poco más del 50%, siendo que entre Juan Sartori, Larrañaga y Antía sumaron un 46% de los votos.
Si bien recién estamos en la antesala de las próximas internas, se pueden identificar al menos cinco o seis posibles candidatos según los distintos sondeos de opinión pública. Dentro de la gran corriente que es el herrerismo en sentido histórico e ideológico, se produce la situación de que el sublema Todos (Aire Fresco, Herrerismo y La 40) operó muy bien como un gran conglomerado bajo el liderazgo de Lacalle Pou. Pero, ante la imposibilidad de reelección, adquieren más peso los sectores que lo integran y comienzan a promover distintos pre candidatos en ese espacio. El más reconocido es el secretario de Presidencia Álvaro Delgado, que recoge la mayoría de preferencias en los sondeos de opinión pública. Es una persona de confianza del presidente, con fuerte apoyo en el sector Aire Fresco. Aunque dentro del mismo sector no se ha descartado que podría promoverse otro candidato como el ministro de Desarrollo Social Martín Lema.
Por otra parte, aparece el nombre de Laura Raffo. La proyección de Raffo desde su salto de la televisión a la política ha sido la sorpresa estimulante, primero en la campaña a la intendencia de Montevideo, y ahora, para competir en la interna nacionalista. Su candidatura sería promovida, por el momento, por el herrerismo.
El ministro de Defensa Javier García, líder de Espacio 40 es otro de los dirigentes de peso dentro del ala partidaria de Lacalle Pou. Su nombre también aparece en los sondeos y en diversas notas de prensa. Recientemente su sector selló un acuerdo con el “grupo de los intendentes” (Mejor País) lo cual puede abrir la interrogante, sobre si acaso a futuro puede madurar como en su momento lo hizo Manos a la obra, donde confluían dirigentes con trayectoria tanto herrerista como wilsonista.
Por otro lado, el “ala wilsonista” del partido es la que luce ciertamente más debilitada. La muerte del ministro del Interior y líder de Alianza Nacional Jorge Larrañaga dejó sin su referente a esta corriente. La vicepresidenta de la República Beatriz Argimón recientemente en el ciclo de desayunos de Búsqueda ha criticado la polarización herrerista advirtiendo “una suerte de polarización dentro del sector del presidente Luis Lacalle Pou”. Tampoco ha descartado su precandidatura. Aunque en una entrevista en radio Universal manifestó que se siente muy cercana a la alianza entre Espacio 40 y Mejor País. En tanto el senador Jorge Gandini también ha señalado la necesidad de tener una precandidatura que sea la expresión de dicha corriente.
En suma, estamos ante un escenario muy prematuro, con un menú amplio de candidatos. Cabe esperar si ese número se ajusta en función de atributos más personales de tal o cual dirigente, o si también se ven reflejadas las corrientes ideológicas.