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Las mujeres del TTG y su legado por Alejandra Waltes

Las mujeres del TTG y su legado por Alejandra Waltes
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La emblemática fotografía que acompañó la nota pasada muestra al maestro con sus alumnos, 10 mujeres y 20 varones. A partir del 23 de noviembre a las 19 hs, en el marco de la muestra de la colección “Maestro y compañeros de Gurvich en el Taller Torres García / El legado”, en el Museo Histórico Cabildo se expusieron obras de los alumnos y docentes que, tras la muerte de Torres García en 1949, continuaron trasmitiendo sus enseñanzas o que generaron sus propios espacios de reflexión y creación, haciendo especial hincapié en la obra de las artistas.
La curadora de esta muestra es la Lic. Rosana Carrete, Directora del Museo Histórico Cabildo. Rosana es Licenciada en Artes Plásticas y en Ciencias de la Comunicación por la UdelaR. Diplomada en Gestión y Planificación Educativa en Universidad ORT, Egresada del Programa de Formación Gerencial FCEA, UdelaR. Gestora Cultural en diversas áreas del Departamento de Cultura (2000 – 2010). Directora del Centro de Exposiciones SUBTE (2010 ‐ 2013). En agosto de 2013 fue designada Directora del Museo Histórico Cabildo. Docente de Crítica y Curaduría, en la Licenciatura de Artes Visuales en la UCU desde 2018. He participado en múltiples congresos, cursos y seminarios vinculados al quehacer museal, como asistente y expositora desde 2010 al presente. Entre las mujeres que asistieron al TTG se encontraban Elsa Andrada, Linda Kohen, Marta Morandi, Eva Olivetti, Amalia Nieto y Berta Luisi, entre otras. Con excepción de Andrada, la mayoría son apenas conocidas o el reconocimiento público por su aporte a las artes plásticas llegó en forma tardía. Durante mucho tiempo hubo una carencia en la investigación de las mujeres del TTG. «En algún momento de la historia, las mujeres quedaron en un lugar invisible, las estamos yendo a buscar» manifestó en una nota la Lic. Eugenia Méndez. Ha quedado documentada la participación de las alumnas del taller en exposiciones colectivas e incluso su participación en la pintura de los murales en el Hospital Saint Bois, sin embargo, los libros de la pintura uruguaya apenas las mencionan y pocas tuvieron muestras individuales de su trabajo. Cómo plantea Carrete en el texto curatorial “Resulta insoslayable en esa selección (la de la muestra) la asimetría en lo que a género se refiere; si bien en el registro fotográfico del TTG se visualiza una activa participación femenina, en la colección objeto de esta exposición y tal como sucede en la mayoría de las colecciones de nuestros museos, se repite la inequidad característica de otros contextos históricos y socioculturales, que nos priva de miradas y perspectivas. En esta etapa de apertura al trabajo colaborativo con la Fundación Gurvich, queremos reflexionar colectivamente con el público sobre el sentido e impacto social del arte y la representación, trascendiendo cuestiones estéticas. A ello nos habilita este legado.” En nota concedida a “El País” en junio del 2019, Rosana expresa, refiriéndose a la mirada masculina que siempre hubo sobre la historia uruguaya, y que desde que entró al museo ha tratado de cambiar con exposiciones como “Mujeres de la revolución oriental (2017-2018)”, y con los paisajes de “Montevideo y Colonia” hechos por la dibujante francesa Léonie Matthis entre el XIX y el XX (Matthis es una de las pocas mujeres del acervo: son ocho frente a 200 hombres): “A la historia no la podés mover, pero en el museo podés incorporar nuevas miradas sobre lo pasado, podés rellenar casilleros vacíos, y mal vacíos, porque había con qué llenarlos”. Sobre el lugar de las mujeres en la historia del arte expresa: “Van cambiando los paradigmas y está bien que así sea. No es que el feminismo sea una moda, sino que era cruel que las mujeres no aparecieran en la historia del arte, y estamos corrigiendo esa injusticia. Las mujeres pintaron, participaron de la historia. Eran tan sujetos constructores de cultura, historia y política como los hombres, lo que pasa es que no estaban en el papel. Pongámoslas por favor. Y sin ‘por favor’. No pido permiso: las pongo.”
El rescate de la obra de este puñado de mujeres (hecho por mujeres en la mayoría de los casos) que, recibiendo la misma formación en el TTG, supieron darle a su obra una impronta pasando las enseñanzas del Maestro por el tamiz de sus vivencias, es un campo fértil para que, estudiándolas, surjan nuevas propuestas estéticas: estamos frente a todo un universo para explorar.

Foto de la inauguración en el Hospital Saint Bois (1944)

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