Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Antonio Machado
En estos tiempos de polarización y enfrentamiento, de descalificación y enchastre
elogiar al adversario es poco usual y darle la razón en algo es un pecado mortal.
Pero como buenos pecadores y ateos mantenemos nuestras posturas iconoclastas.
Me pareció muy buena la propuesta de Pedro Bordaberry sobre cargos a familiares.
Coincidí plenamente con Pablo da Silveira en su columna del diario El País.
Y me alegró muchísimo la decisión de Tabaré de cambiar la cúpula de ASSE.
Creo que el ambiente ciudadano está cambiando y los autoconvocados de Durazno
son una buena prueba de ello, aunque a las cúpulas no les haga mucha gracia.
Los oficialistas porque los ven como opositores y la oposición porque no los controla.
Desde el affaire Sendic en adelante, la tolerancia con los jerarcas inescrupulosos se
ha reducido muchísimo y las criticas llueven desde todo el espectro ideológico.
La gente se cansó de que se utilice al Estado para uso personal o partidario.
Los reclamos de transparencia afloran, no se le perdona a nadie que caiga en
amiguismo, nepotismo o clientelismo, y las denuncias proliferan y esto recién empieza.
Seguramente van a surgir nuevos casos, como los de las intendencias, los ministerios,
los entes autónomos o el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, bienvenidos sean.
No se soporta más el justificar los errores con lo que hicieron los otros en el pasado.
No se aguanta que hablen de ética candidatos frustrados que están ocupando cargos.
No se tolera a los “impolutos” que acomodan a destajo compañeros o correligionarios
Las diferencias políticas e ideológicas por suerte existen y perduraran siempre en
nuestra sociedad democrática pero el reclamo de ética y moral es generalizado.
Hoy hay una barrera que corta transversalmente: la honestidad en todas sus formas.
Podrán ser blancos, colorados o frentistas, pero con corruptos nada de nada.
El papel de los medios sigue siendo trascendental en la vigilancia ciudadana, espero
que tomemos en serio la tarea y estemos a la altura que las circunstancias reclaman.
Alfredo García