Los sueños te darán…

Ensayo de la obra de teatro El Amateur de Mauricio Dayub, con la actuacion de Sebastian Carballido y Gonzalo Pieri, y la direccion de Pablo Rueda, en galpon de Jose Antonio Cabrera y Jose Villagran, Montevideo, 20180319, foto Fabian Centurion

El Club Ciclista Amanecer es un club tradicional del ciclismo uruguayo, ubicado en la zona de Aires Puros de Montevideo. Federico Moreira y el Pepe Asconeguy ganaron la vuelta ciclista del Uruguay corriendo para esa institución. El himno del Club parece colarse en varios pasajes de la versión de la obra El amateur, escrita por el argentino Mauricio Dayub hace dos décadas, que dirige Pablo Rueda en El Circular. Es interesante la referencia, porque en algunos barrios, hoy en día más que nada en el interior, el ciclismo es una posibilidad de ascenso social o al menos de ganar notoriedad para muchos jóvenes. Esto también pasaba en el interior argentino, y la anécdota de un ciclista que bate un record mundial el autor la conoció de primera mano en Entre Ríos cuando tenía 12 años. El autor parece partir del esfuerzo y sacrificio de ese deporte, y de la posibilidad de trascender a partir de allí, para referirse a la capacidad de “soñar” y trascender el contexto social.

En este marco el Pájaro, un muchacho casi marginal con aparentes dotes para el deporte, se encuentra con Lopecito, otro marginal ya veterano, que tiene en el universo tanguero su propio mundo trascendente. El encuentro no es casual, Lopecito le ha ofrecido al Pájaro el instrumento para cumplir sus sueños. Pero la entrega del objeto se dilata, mientras ambos van entretejiendo el espectáculo a partir de un intercambio de anécdotas en que el pie en la realidad va quedando de lado para que cada uno se remonte en la imagen de sí mismo que está detrás de sus acciones. En ese sentido Lopecito parece apuntalar los sueños del Pájaro, no querer dejarlo que se resigne a su realidad precaria, que lo hace olvidarse de lo que desea ser.

La obra parte de una estética realista, intentando anclarse en la situación social precaria de los personajes, pero lentamente el clima pasa a ser de ensueño. El lenguaje cargado de simbología tanguera de Lopecito parece ir jalonando el camino hacia una zona más brumosa, hasta que ciertos “milagros” suceden. La idea es clara, pero no parece ser tan clara la capacidad de que esa idea se traduzca correctamente en el escenario. En particular el esfuerzo de Gonzalo Pieri no logra construir al veterano que sigue aferrado a sus sueños y que desea transmitir entusiasmo a su partenaire. Y la dificultad no pasa por su capacidad actoral, sino por su materialidad. La impostación constante de la voz genera “ruido” entre espectador y espectáculo. Si uno piensa que quien hizo por primera vez en nuestra ciudad a su Lopecito fue Walter Reyno entiende la diferencia. Y la diferencia no es Reyno actor, sino la voz y el cuerpo de Reyno de hace veinte años, que sí cuadraban con el personaje. El teatro es un juego de convenciones, pero en este caso no logramos creer en Lopecito, y esto disminuye notablemente la capacidad de comunicar del espectáculo. El resto de las decisiones de Rueda parecen acertadas, la construcción del Pájaro que hace Sebastián Carballido es mucho más creíble. La épica que implica el ciclismo se conjuga con las coordenadas barriales que da la canción del Amanecer para poner en situación rápidamente al espectador. Y la necesidad de imaginar otra realidad para caminar hacia ella, aunque sin escaparse, parece cada vez más necesaria.

El amateur. Autor: Mauricio Dayub. Dirección: Pablo Rueda. Elenco: Sebastián Carballido y Gonzalo Pieri.

Funciones: viernes 21:00. Sala 2 del Teatro Circular de Montevideo.