Home Política Macron, renovó; Le Pen, se acercó, Mélenchon, expectante  por Ruben Montedonico
0

Macron, renovó; Le Pen, se acercó, Mélenchon, expectante  por Ruben Montedonico

Macron, renovó; Le Pen, se acercó, Mélenchon, expectante  por Ruben Montedonico
0

El domingo pasado un balotaje convocó a ciudadanos de una primera vuelta de la cual emergieron los contrincantes Emmanuel Macron y Marine Le Pen -conocidos de la derecha francesa-; confirmaron lo que se suponía: viendo el escrutinio primario, el presidente fue reelecto por buen margen. Concurrían en su favor público la campaña mediática antirrusa (por la guerra de invasión a su vecino) y el tropezón grave de Le Pen al no dar una explicación plausible de sus deudas en la campaña de 2017 con la banca rusa, el Kremlin, ni sobre su xenofobia.

El peso negativo de Macron lo componían el pobre papel desempeñado como dirigente de la Unión Europea (UE) frente a la guerra desatada contra Ucrania (que sienten -aunque no sea cierto- que por primera vez desde la II Guerra Mundial hay un conflicto armado en tierras europeas, aunque Ucrania no está ligada ni a la comunidad ni a la alianza militar (la OTAN) a la que pertenece la mayoría de las naciones de la UE), además del prolongado enfrentamiento con los llamados “chalecos amarillos” -iniciado como protesta contra el incremento en los hidrocarburos- y el malestar social de mayorías de asalariados y parte de sectores de la pequeña burguesía, junto al desgaste gubernamental del quinquenio. Aunque las protestas callejeras se hayan extinguido, quedó latente el mal sabor de boca popular que vio subir tras cinco años el PIB francés cuyo crecimiento se repartió entre los más ricos mientras las grandes mayorías vieron cómo se reducían sus ingresos. A partir de este momento, Macron tiene las manos libres para aplicar su plan de gobierno y el mundo verá que podría ser ejecutado sin variantes por Le Pen, confirmando la raíz ideológica conservadora que sustentan.

Mientras, dos tercios de los encabezados por el mayor exponente de izquierda, Jean-Luc Mélenchon, decidió no participar del balotaje -según los comentaristas-, buena parte de los restantes -más de dos millones y medio -calculan los medios, apoyó al actual mandatario sufragando por lo que consideraron “el mal menor”.

El conjunto de la derecha, más algunos militantes de izquierda, lo hicieron por la ultraconservadora Marine Le Pen, escéptica de la UE, a la que había planteado reformarla desde dentro; alentó el extremismo nacionalista, sin censurar la globalización, y agregó su intención de sacar a Francia de la gestión de la OTAN, en un paso similar al que en el pasado dieron otros -empezando con Charles de Gaulle y por 43 años-. Nicolas Sarkozy (convicto en 2021 por graves delitos) condujo la reinscripción al pacto militar, precedido por su participación en los ataques de EEUU-OTAN contra Bosnia-Kosovo y Afganistán.

La candidatura de Le Pen -hija del gran aglutinador de la ultraderecha francesa- en la ocasión finalista, genera la admiración hacia su figura (aunque haya resultado derrotada) en varios países de Europa para otras fuerzas conservadoras extremas que la mantienen como una imagen emblemática de dicha corriente.

El resultado nos deja a un reelecto de la derecha neoliberal derrotando a una derechista (por 17,1, con 100% del conteo ) que por 1,2% ganó su lugar en el balotaje a la izquierda de Mélenchon. Es quien no pudo derrotar a su oponente en el debate televisivo pasado -pero según el escrutinio acortó sustancialmente las diferencias (de 2017) con quien la derrotó- obteniendo la mejor votación histórica en Francia de una candidatura ultraconservadora.

Julio Feo Zarandieta dice del balotaje: “El debate no nos saca de dudas. La segunda vuelta nos ofreció una única alternativa: la servidumbre voluntaria entre la peste y la cólera”. Dos cosas no consiguieron la dupla final: reducir el margen de abstención de los sufragistas y obtener para sí una decisión unitaria de la izquierda.

Si separamos el triunfo de Macron y proyectamos el crecimiento de Le Pen (al compararlo con los márgenes de sus derrotas) y pensamos en ella y qué corriente la respalda, estas consideraciones nos dan desde hoy una eventual candidata junto con el conglomerado ultraderechista para 2029 (con posibilidades de acceder a la Presidencia). Sería, asimismo, innegable si se lo propone, su influencia sobre agrupaciones ultraconservadores, por lo menos de Europa, casi con cualquier deriva que depare la situación en el conflicto Ucrania-Rusia y las posiciones y caminos que adopten sobre él (y si el mismo acaba) EEUU-OTAN y China.

Algunos piensan que la Unión Popular y Mélenchon -que fue su abanderado- pueden mantener el volumen alcanzado e incrementarlo en la elección de diputados y lograr cohabitar con su primer ministro en el Eliseo. Para que esto ocurra, sería imprescindible alcanzar una bancada mayoritaria (difícil) y unitaria en las elecciones de representantes. De acuerdo con el sentir de Feo Z. esa posible situación podría ser una “tercera vuelta verdaderamente decisiva en el mes de junio, pues si la izquierda obtiene mayoría en el Parlamento, se impondría una cohabitación, como un verdadero contrapoder”. La suma progresista-izquierda (no unida) alcanza por ahora 32%.

Sin embargo, pensar en tiempos futuros para cogobernar me recuerda la fragmentación posterior de izquierdas conjuntadas en tiempos electorales, sus disoluciones y acusaciones cruzadas sobre responsabilidades en los acuerdos al quedar postergadas.

Acerca del papel que cumplen permanentemente las cadenas informativas y los medios hegemónicos de cada país, de nuevo recurro a citar a un periodista de espectáculos como Feo Z. y reproduzco su apreciación: “Permítanme recordarles aquí una vez más la anomalía democrática que representa en Francia hoy la concentración de los medios informativos y de las telecomunicaciones en manos de un puñado de oligarcas y otros amigos de Macron: son ellos los únicos responsables del incremento de la extrema derecha xenófoba en Francia”.

Esta segunda ronda sirvió para cerrar el camino de las mayoritarias certidumbres y abrir el ancho terreno de la especulación.

(*) Feo Zarandieta, J. Periodista español, publica en Francia desde 1976.

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.

//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js
temas:
Semanario Voces Simplemente Voces. Nos interesa el debate de ideas. Ser capaces de generar nuevas líneas de pensamiento para perfeccionar la democracia uruguaya. Somos intransigentes defensores de la libertad de expresión y opinión. No tememos la lucha ideológica, por el contrario nos motiva a aprender más, a estudiar más y a no considerarnos dueños de la verdad.