La detención de Alejandro Astesiano se produjo en la residencia presidencial de El Prado, como consecuencia de una investigación interna, en los que ni siquiera la presidencia intervino. Los detalles concretos de dónde partió la denuncia son todavía inciertos. Va para largo porque el periplo delictivo de Alejandro Astesiano comenzó como policía en la Dirección Nacional de Identificación Civil, durante la administración del Frente Amplio.
Las raíces de su “trabajo” están profundamente hundidas en la administración pública de dos partidos distintos. ¿Está en condiciones el sistema judicial uruguayo de dar una respuesta convincente a esta grave violación de la confianza depositada en un funcionario, hasta hace poco asignado a la custodia del primer mandatario del país? Es triste que algunos se froten las manos con satisfacción. Sólo la irresponsabilidad es capaz de producir esos placeres.
Cuando el presidente Lacalle Pou visitó Emiratos Árabes Unidos, el príncipe Mohamed bin Zayed Al Nahyan de Abu Dabi, le explicó la importancia que había tenido el pescado en la cultura del Emirato, y le dijo a Lacalle que quería regalarle pescado emiratí. Lacalle le agradeció la intención pero le dijo que sería engorroso traerlo. El Jeque Mohamed lo sorprendió cuando 4 días más tarde había llegado a San Pablo una carga de 454 kilos de pescado congelado, con una factura de U$D 3165, a cargo del Emirato. El reenvío a Montevideo se complicó, y hubo muchas llamadas del encargado de darle seguimiento al regalo desde el Emirato, entre una funcionaria de la embajada emiratí en San Pablo, Astesiano, otro funcionario en Buenos Aires, y otra vez Astesiano. La carga de pescado contenía Mero, cazón pez luna real y siganito. Pero la sorpresa fue que el traslado del regalo desde San Pablo a Montevideo tenía un costo de U$D 5000. ¿Qué hacer, devolver el regalo? Siete días después de llegar a Carrasco la carga fue entregada a Presidencia, pero los paquetes se abrieron 7 meses después. ¿Dónde está lo “gravísimo” de todo esto, según calificación del senador Alejandro Sánchez? En todo caso fue un clavo que se podía haber resuelto con la descortesía de devolverle al Emir un regalo que para él tenía una fuerte carga cultural, y para lo que pagó el flete hasta San Pablo.
En estos días pasados, el senador Alejandro Sánchez, hablando sobre el tema Astesiano con En Perspectiva, de Radiomundo, respondió enfáticamente: “Estoy azorado de que estas cosas pasen en el Uruguay”. Sin embargo omite ciertos acontecimientos de la historia reciente, algunos gravísimos, como el militar que golpeó de noche en la puerta de la cocina de Mujica, entonces presidente, mientras descansaba. El presidente lo hizo pasar y le ofreció asiento. El extraño visitante sólo llevaba su uniforme y una laptop. El senador Sánchez, hombre muy allegado a Mujica debe conocer todos los detalles de esa visita. ¿De qué trataron el presidente y el militar, que no había llegado a la cocina del presidente a través de la cadena de mandos? ¿Eso no fue grave? Mucho tiempo después Mujica se lo contó a un periodista, que incluyó la anécdota en un libro biográfico. Eso se parece mucho a la caja fuerte del general Medina,
No fue el único hecho grave que vivió el país sin que el Ejecutivo diera una explicación mínimamente convincente. ¿Usted se da cuenta que se horroriza por el procesamiento de un policía corrupto, que fue investigado y detenido por la propia policía, y pocos años atrás, el vicepresidente del país tuvo que renunciar, sin explicaciones, pero con los sobreentendidos retumbando por todas partes? ¿A qué grado de exposición arriesgó al país el Vicepresidente Raúl Sendic? ¿Eso no fue el equivalente que usted utiliza, para lo de Astesiano, de poner al Uruguay encima de una bomba?
¿Recuerda el senador Sánchez las explicaciones con que se cerró la versión oficial sobre el caso Feldman? Allí estaba escondido el mayor arsenal del país en manos civiles. Cerca de 2000 armas y municiones, incluyendo modernos lanzagranadas estaban en un depósito del contador Samuel Feldman, que se descubrió por azar, tras desatarse un fuego como consecuencia de un cortocircuito. Ya que enfatizó tanto en lo inexplicable que un funcionario infiel utilizara su oficina para montar un negocio de venta de pasaportes, ¿y la fuga de Morabito? ¿Cuál fue su opinión pública de la fuga de uno de los narcotraficantes más grandes del mundo? ¿No le parece grave que hasta el día de hoy la fuga de Rocco Morabito no se haya aclarado?
“Esto es una bomba que nos explotó a todos los uruguayos —dice usted—. El país está en medio de una tormanta Tuvimos el episodio del pasaporte de Marset, Tuvimos el episodio del jaqueo de 42000 pasaportes, Tenemos ahora el episodio de una organización criminal, que se reunía en el 4° piso de la Presidencia de la república, y uno de los que participaba de esas reuniones era la mano derecha del presidente, o uno muy cercano al presidente, con roles muy cercanos al presidente”. A pesar de todo esto, señor senador, seguimos siendo el único país en América Latina en tener una democracia plena. Un informe de la semana pasada, de IDEA, Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, Uruguay sigue manteniendo el primer lugar en América Latina en gozar de una democracia plena.
El senador Sánchez dice que el gobierno ha minimizado al máximo posible esta situación. ¿Habrá tomado en cuenta lo que implica el tema Astesiano para el gobierno, al margen de los ilícitos en que puede estar comprometido el funcionario encargado de la custodia presidencial? El presidente Lacalle ha explicado públicamente lo que esta designación pudo haber implicado. Sus hijos estuvieron en manos de Astesiano, y de toda la red delictiva, que sólo él puede conocer en detalles concretos. Sus hijos y su familia pudieron haber sido objeto de cualquier tipo de extorsión, y daño. Las investigaciones están abiertas. Por grave que sea este asunto, y lo es, debemos confiar en los investigadores de la Fiscalía y en la propia policía. Son las instituciones que están trabajando directamente en esto.
Qué casualidad, una vez más los rusos son el eje de la cuestión. ¿No recuerda el señor Senador que la infiltración rusa en los servicios de Estados Unidos le costó la presidencia a Hillary Clinton, en beneficio de Donald Trump? ¿Es consciente que aparte de haber invadido Ucrania, y estar masacrando a la población civil, interviene en Cataluña, Francia y en América Latina? ¿Qué barreras podemos poner ante un país que actúa de esa manera? Tampoco descarte que Astesiano sea sólo un perejil.
¿Qué es en lo que está pensando el senador Sánchez? ¿Que el gobierno salga del mal trago haciendo tres o cuatro destituciones, que, por supuesto, tendrían un buen impacto político, pero que, tal vez, solo enfríen la investigación? Usted cumple con su deber de averiguar cómo marcha el país, y de investigar todo lo que le parezca que marcha mal, pero, también, tiene la obligación de cuidar la escuela de ciudadanía que es la democracia. Para Transparencia Internacional, y todos los otros indicadores que consulte va a encontrar a Uruguay en el primer lugar en cuando a la percepción de la ciudadanía sobre corrupción. Con un índice de 73%, y ocupando el sitio 21 de todo el mundo, y primero en América Latina, muchos no estarán de acuerdo en que haga de esto una tormenta en un vaso de agua. No sea pizarrero, senador. La salud de las instituciones uruguayas es buena
La Fiscalía, seguramente, va a trabajar con más convicción si nota que todo el sistema político la apoya. Usted y todos queremos que esto se esclarezca, como lo de Feldman, lo del avión de Air Class, el asesinato de aquella señora a la que le pusieron una bomba en el Buceo. Sea discreto, senador, la democracia es frágil, y más frágil si no se la estimula a trabajar, y a informar los pasos que da sin la presión de trabajar en un panorama apocalíptico frente a la opinión pública. En todo caso es una tormenta más, y después vendrá otra. Ya sabemos qué tipo de países no tienen tormentas. Ayude a que las cosas sucedan pero bajando los decibeles en sus exposiciones públicas. La opinión de la ciudadanía necesita calidad en la información más que frases estruendosas.
El sistema de justicia puede tener muchos defectos, incluso vicios y hasta corrupción, pero no todo es así. ¿Usted cómo calificaría la investigación que se siguió en el caso Feldman? ¿Verdad que nadie puede estar tranquilo después de haber encontrado, por casualidad, casi 2000 armas en buen estado, empaquetadas, y que se lo atribuyeron a un maniático poseído por el mal de Diógenes? Lo de Astesiano puede ser más o menos grave que lo de Feldman. Si no pidió cuentas por ese verso que se le hizo a la ciudadanía para frenar aquella investigación, estuvo mal. Debió pedir explicaciones a su gobierno y rendir exhaustivas explicaciones a la ciudadanía. Todavía está a tiempo de ir a fondo, tanto en el caso Astesiano como en el de Feldman.
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