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Sin disfraz

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Ciclón Teatro está integrada por una generación que ingresó en 2016 en la Escuela del actor y que desde el año de egreso realiza espectáculos de forma regular. En 2019 realizaron una versión de Sueño de una noche de verano de William Shakespeare con dirección de Susana Anselmi. En 2020 Tierra Baldía, de T.S.Eliot y Bertolt Brecht, con dirección de Iván Solarich. En 2021 De los héroes que no aterrizan en las islas de los cuentos, de Pilar Ruiz con dirección de Juan Ignacio Vázquez. Y este año Prieto por Dos, que reúne dos textos de Ricardo Prieto bajo la dirección de Marcel Sawchik y Adriana Ardoguein. Sobre las características del grupo y su forma de trabajo ampliaremos en próximas ediciones, pero vale señalar aquí que Prieto por Dos, que estuvo en cartel entre marzo y abril en la ESNADE, se convierte en el rescate de un dramaturgo fallecido hace pocos años pero que ha quedado olvidado por las generaciones más jóvenes de teatristas (solo recordamos el montaje de  El mago en el perfecto camino, a cargo de Baco teatro, hace tres años).

Algunos integrantes del grupo le contaron a Voces que conocieron a Prieto en una versión de El huésped vacío, realizada por fuera de Ciclón Teatro. Allí descubrieron a un autor que les interesó por la temática pero que era casi desconocido, no solo para sus compañeros y compañeras de generación, sino por profesores y profesoras de Literatura con quienes intercambiaron ¿Por qué es tan desconocido alguien tan premiado, traducido y estrenado? Esas preguntas motivaron el grupo y en particular Bernardo Scorzo se dedicó a leerlo hasta entender que Los disfraces, que forma parte del primer grupo de obras de Prieto, y Asunto terminado, ya de las últimas, tenían algo que las emparentaba. Y decidieron investigar en esa línea.

Como se sabe, Prieto trabajó dos líneas estéticas en su obra, como él mismo afirmaba “Por un lado está la zona abstracta, conceptual, de indagación metafísica. Por otro, están las piezas que pertenecen al terrenos de las verificaciones, con ámbitos y personajes reconocibles, de impostación naturalista” (Escribir es como orar, entrevista de Cristina Landó para Entreacto, Diciembre de 1997). Más allá de esta constatación, las dos obras que Ciclón Teatro decide abordar van por la línea más abstracta del trabajo de Prieto, la que indaga, por ejemplo, en lo que está detrás de algunas conductas determinadas mucho más por el rol en que se está ubicado socialmente que por una interioridad más o menos sustantiva. Es así que en Los disfraces una señora y un sirviente se expresan, se humillan o se agravian en función de un vínculo de subordinación social. Pero ese vínculo es intercambiable, y solo basta con cambiar los roles para que la dirección del intercambio “subordinación/subordinado” cambie de sentido. El espectador queda jaqueado ¿Qué hay detrás de los disfraces? ¿Cómo se construye la relación amo/esclavo? Por otro lado, Asunto terminado aborda el tema de la desaparición y el exterminio de enemigos políticos, pero a partir de una lógica estrictamente burocrática o administrativa. El tema, que lejos está de haber perdido actualidad, lentamente aparece en toda su dimensión trágica para el público, mientras que la sustancia de la actividad que enfrenta a los dos personajes los penetra, cargando de cinismo a uno de ellos y atormentando al otro. El contraste entre el cinismo burocrático en el tratamiento y la tragedia del hecho que aborda la obra la vuelve un disparador para la discusión. Pero también muestra como dos personajes pueden cambiar de posición según su rol, o como el mismo personaje puede modificar su punto de vista si se cambia su lugar, su “disfraz”.

La intuición del colectivo fue planteada a Marcel Sawchik, quien sumó a Adriana Ardoguein y se dividieron la dirección de las dos obras. En ese trabajo de la puesta surge la idea de entretejer algunas escenas, haciendo que las dos obras se intercalen. En las transiciones los personajes de una de las obras indican las didascalias que Prieto escribe para la otra. De esa forma la voz del autor aparece en escena, y lo hace, además, indicando que hay al menos dos formas de representar algunas escenas, coincidiendo con esas dos estéticas que recorrieron sus obras. Esta forma de introducir al propio Prieto en la puesta potencia al espectáculo que deja de ser la suma de dos obras para erigirse en una exposición de la estética y de las inquietudes del autor en diálogo con otras generaciones de teatristas (la de Sawchik y Ardoguein por un lado, y la de Ciclón Teatro por otro).

Seguramente por las características de la ESNADE las luces fueron operadas a la vista del público, pero lejos de ser un problema este hecho potenció ese juego que hace explícita la convención, que pone a Prieto en primer plano junto a su obra. Algo similar se puede decir de una escenografía que aporta lo elemental para que los personajes presenten su universo.

Vale resaltar la capacidad de Ciclón para ir construyendo una estética propia sin repetirse. Esta semana se reestrena De los héroes que no aterrizan en las islas de los cuentos, y si bien hablaremos sobre eso la semana próxima ya recomendamos ir a verla. Pero también vale señalar la versatilidad, disposición, talento y gran capacidad de trabajo de Marcel Sawchik y Adriana Ardoguein, a quienes también podemos ver actualmente en varios trabajos.

Prieto por Dos. Textos: Ricardo Prieto. Dirección: Marcel Sawchik y Adriana Ardoguein. Elenco: Valentina Pereyra, Bernardo Scorzo, Federico Martínez y Adriana Ardoguein. Escenografía: Julio Tabárez. Iluminación: César Balmacea. Vestuario: Colectivo. Diseño gráfico: Juan Ignacio Vázquez y Giorgina Testorelli.

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Leonardo Flamia Periodista, ejerce la crítica teatral en el semanario Voces y la docencia en educación media. Cursa Economía y Filosofía en la UDELAR y Matemáticas en el IPA. Ha realizado cursos y talleres de crítica cinematográfica y teatral con Manuel Martínez Carril, Miguel Lagorio, Guillermo Zapiola, Javier Porta Fouz y Jorge Dubatti. También ha participado en seminarios y conferencias sobre teatro, música y artes visuales coordinados por gente como Hans-Thies Lehmann, Coriún Aharonián, Gabriel Peluffo, Luis Ferreira y Lucía Pittaluga. Entre 1998 y 2005 forma parte del colectivo que gestiona la radio comunitaria Alternativa FM y es colaborador del suplemento Puro Rock del diario La República y de la revista Bonus Track. Entre 2006 y 2010 se desempeña como editor de la revista Guía del Ocio. Desde el 2010 hasta la actualidad es colaborador del semanario Voces. En 2016 y 2017 ha dado participado dando charlas sobre crítica teatral y dramaturgia uruguaya contemporánea en la Especialización en Historia del Arte y Patrimonio realizado en el Instituto Universitario CLAEH.