Teatro de Verano: ¿Necesidad o propaganda?

La Intendencia de Montevideo anunció que va a remodelar el teatro de Verano Ramón Collazo para celebrar sus 80 años de existencia el próximo 2024. ¿Tiene lógica invertir en este momento en esa obra? ¿No existen otras prioridades urgentes para la comuna montevideana? ¿Tienen los políticos la necesidad de dejar una obra que recuerde su gestión? ¿No sería más conveniente cederlo a gestión privada como se hizo con el Hotel Carrasco? ¿Estamos frente a un nuevo Antel Arena a cielo abierto?

Necesidad, propaganda, y más (que es lo que nadie dice). Por Jorge Nudelman
“La Intendencia de Montevideo anunció que va a remodelar el teatro de Verano Ramón Collazo para celebrar sus 80 años de existencia el próximo 2024
¿Tiene lógica invertir en este momento en esa obra?”
La última vez que fui a un concierto en el teatro de verano -un rockero, jamás en carnaval- recuerdo haber pensado: “qué pena, este lugar podría estar bárbaro y es un mamarracho…”. Todo era viejo, gastado, incómodo, frío: los prefabricados de hormigón de los años setenta (calculo, de verdad, no lo sé) se veían y se sentían como el resto de una época donde la comodidad se condicionaba al entusiasmo.
Un día arreglaron el escenario y la marquesina de entrada con unas bóvedas de cerámica armada del estudio de Eladio Dieste. No hubo mucha bulla con esto, pero la concha del escenario es una obra interesante. Después de ese esfuerzo, el Collazo quedó “incompleto”: el escenario está bárbaro y el público está incómodo. Sobre todo, los veteranos de espalda frágil y coxis sensible. Desde este punto de vista, sí, tiene lógica.
“¿No existen otras prioridades urgentes para la comuna montevideana?”
Si claro, hay urgencias, pero no se arreglan con el número relativamente chico de esta reforma. El transporte público es lo más urgente, pero es tan complicado y difícil de superar, que todas las administraciones del frente se han hecho las distraídas desde 1990, cuando abrieron el tarro. Una pena, porque si se hubiese sabido cómo hacerlo, treinta años hubiesen sobrado para darnos altos niveles de felicidad. Por dar un ejemplo de urgencia-urgencia, pero sigamos con el sistema vial, el proyecto urbanístico y la arbitrariedad de las excepciones, el verde urbano (el natural, no el pintado), la oscuridad, el cáncer de los shoppings, y yo qué sé cuantas más. La urgencia es tener un proyecto de ciudad y saber cómo hacerlo, y no ir tirando bolazos y palos de ciego.
“¿No sería más conveniente cederlo a gestión privada como se hizo con el Hotel Carrasco?”
No, todo lo que se va para lo privado no vuelve más. Y si vuelve, viene arruinado. Lo que significa que hay que saber gestionar profesionalmente, y no andar regalando el patrimonio nacional por no saber qué y cómo hacerlo.
“¿Tienen los políticos la necesidad de dejar una obra que recuerde su gestión?”
Eso suena medio antiguo, pero sí, es normal. Mejor, así trabajan. Hay que reconocer que el lugar es de alta sensibilidad, buen ojo.
“¿Estamos frente a un nuevo Antel Arena a cielo abierto?”
Ojalá, más allá del discurso electoral y quilombero de la derecha, el Antel Arena fue una operación de alto impacto, que debería ser acompañada de una buena planificación del área del Mercado Modelo. Crucen los dedos…

Lo plural a cielo abierto por Celsa Puente
Las ciudades suelen tener emblemas. Son edificios, monumentos, parques, espacios que se constituyen en representaciones simbólicas de las mismas. Son señas de identidad, materialidades que dan cuenta de que uno está en esa ciudad, en ese sitio y no en otro. Esos símbolos hablan también de su gente, de la historia y costumbres de quienes allí habitan.
El Teatro de Verano “Ramón Collazo” de Montevideo, no es seguramente el único símbolo de nuestra ciudad, pero no hay dudas de que no podría hablarse con justicia de Montevideo sin tenerlo en cuenta. Es un teatro a cielo abierto que guarda reminiscencias de aquellos primeros teatros de la más remota antigüedad, ubicado en un espacio geográfico privilegiado entre las canteras del Parque Rodó y la mansedumbre de las aguas de la Playa Ramírez.
“En Montevideo hay poetas”, nos señalaba con acierto otro de ellos, -Leo Masliah-. “que van cantando lo que ven y lo que no, lo fantasean” y el Teatro de Verano de Montevideo es sin dudas, un espacio de expresión pura de esa poesía. De esencia popular, es el escenario natural de expresión artística del carnaval más largo del mundo. Por allí desfilan los y las carnavaleras de todas las edades ( la murga joven y las promesas) además de las etapas de selección y concreción del concurso oficial de agrupaciones carnavalearas que se realiza año a año.
¿Quién no recuerda alguna noche estival disfrutando de la frescura de la brisa al son del candombe o atrapados por la magia de alguna murga? ¿Quién no se emocionó con algunas verdades cantadas y contadas en ese espacio o se deshizo de risa con algún chiste cargado de picardía? Quien no lo haya hecho, seguro no entenderá nada de la intención de mis palabras en esta columna.
El Teatro de Verano, que además de albergar a los conjuntos carnavaleros recibe a tantos artistas nacionales e internacionales y ha sido escenario de infinidad de espectáculos abiertos y de acceso gratuito para todo público, es nuestro teatro, el de todos/as nosotros/as y el año próximo cumplirá 80 años desde su creación. Desde la Intendencia de Montevideo, se ha propuesto como una de las formas de celebración, remodelarlo para generar el bienestar del público, aumentando su capacidad, mejorando las butacas, agrandando el espacio de disfrute para las personas con discapacidad, creando una rampa adecuada para confirmar el acceso sin dificultades y buenos pasillos de circulación que permitan además que la calidad del sonido y la visibilidad sea óptima desde todos los rincones. Es decir, que, en esencia, esta etapa de la propuesta apunta a mejorar la posición y el disfrute del espectador.
Como siempre ha despertado críticas forjadas desde la presunción de lucimiento de la Intendenta Ing. Carolina Cosse. Sin embargo, la decisión es a todas luces una apuesta al desarrollo de la ciudadanía integral que no solo exige de los jerarcas la creación de políticas que propendan a la mejora material de vida de los ciudadanos, sino que tiene que ver con un planteo que ya aparece en la Declaración Universal de Derechos Humanos de mediados del siglo pasado (art. 27) : asegurar el acceso y el disfrute de los bienes culturales. La ciudadanía integral como horizonte de planificación gubernamental exige a los jerarcas asegurar el pleno desarrollo de los derechos políticos, civiles y sociales. El derecho a integrar una comunidad a través de su cultura, del disfrute y la participación para gozar de la vida artística es en una concepción desde el paradigma de los derechos humanos, a mi juicio, indiscutible.
Invertir en infraestructura al servicio de la democracia para asegurar el acceso a la vida cultural de la comunidad nunca podría ser visto como una mala idea, a menos que se mantenga una perspectiva en la que se visualicen privilegios solo para una porción de la sociedad y se nieguen los derechos de todos/as.
Por eso, celebro la decisión de la Intendencia de dotar de condiciones de mejor calidad a un escenario popular, emblema de mi ciudad, que me encontró tantas veces integrando la marea diversa y plural de la gente de mi patria.

Ciudad y espacios públicos por Isabel Viana
Las ciudades no son conjuntos arbitrarios. Tienen áreas caracterizadas por su ubicación geográfica, accesibilidad, inversiones realizadas públicas y privadas, formas de tratar el espacio público y maneras de convivencia que les son propias. Los sistemas de espacios verdes constituyen corazones para esas áreas. Mantener el equilibrio del desarrollo de éstas es tarea fundamental de las administraciones y sólo puede lograrse si las inversiones están debidamente planificadas de manera equitativa.
Montevideo tiene escasos parques, muchos de ellos, muy descuidados (cito como ejemplo el Parque Rivera, cuyo lago está totalmente tapado de algas). El Parque Rodó es el más concurrido de la ciudad. Fue creado en el período 1888 – 1901 y resultó desde el comienzo un atractor importante como espacio lúdico, promovido desde el mismo Estado.
El Parque Urbano, luego llamado Rodó, ha sido un importante protagonista del esparcimiento de Montevideo, desde su creación. Intervinieron en su diseño en (1903) Ing. José María Montero y Paullier; en 1912 – Charles Racine (Paisajista). También se encargó al paisajista Thays un diseño para extenderlo hasta Punta Brava. “Su creación complementó las instalaciones del balneario Ramírez que funcionaba desde 1871. Escenario predilecto de la Belle Époque, fue un logro relevante de la política higienista y de embellecimiento urbano de la época, y contribuyó a modelar la capital moderna y balnearia promovida por J. Batlle y Ordóñez, en pro del turismo y del bienestar social.”
Alrededor del Parque se fueron instalando actividades que complementaron su oferta de esparcimiento. Entre ellas estuvo el traslado a un predio lindero al Parque Rodó del Auditorio proyectado por el Arq. Giacosa, construido para la Exposición Nacional de la Producción a principios de 1960, Se edificó simultáneamente con el Cilindro Municipal y ambos fueron inaugurados en febrero de 1956. Trasladado, se lo llamó “Teatro de Verano” marcando la estacionalidad de su uso como auditorio al aire libre. En 1986 se dio el nombre de Ramón Collazo.
Se ha invertido permanentemente en ese escenario. En Julio de 2006, se encomendó al Arq. Pascual un diagnóstico que fue seguido por obras diversas que implicaron, entre otras, la reforma del escenario, platea, accesos, camerinos. En los años 2009 a 2010 se modificaron el escenario, el bajo escenario, el foso y el cerramiento de la bóveda, así como al acceso principal. En el año 2014 se hizo la nueva instalación eléctrica de todo el teatro,
A diferencia del Teatro de Verano, tanto el resto del Parque Rodó, como los restantes espacios de la ciudad requieren de mantenimiento y actualización, que permitan su uso regular por población de las cercanías y contribuyan a la conformación de identidades y formas de uso locales. Sólo una planificación adecuada de las inversiones puede garantizar el desarrollo del conjunto de los espacios urbanos, ubicando en ellos los equipamientos adecuados.
La visión de conjunto puede permitir considerar, por ejemplo, que la Intendencia dispone hoy del vacío del ex Mercado Modelo, para el que sólo se han encontrado usos temporalmente limitados. Está centralmente ubicado en el tejido urbano y, por tanto, resulta de fácil accesibilidad para la población de todos sus barrios. ¿Por qué no considerar el radicar allí el espacio calificado que requiere el Carnaval? Puede albergar un escenario cubierto, con gran capacidad y posee espacios suficientes para talleres de trabajo y depósitos de materiales y puede ser utilizable por los conjuntos y por la propia municipalidad.
Las decisiones “al golpe del balde” y en tiempos pre-electorales conducen a inversiones casi nunca acertadas, movidas con frecuencia por intereses ajenos al uso eficaz de los recursos disponibles en beneficio de la ciudad en su conjunto. No son, por tanto, aconsejables.

Excelente idea por Martin Forischi
Es una idea excelente que tiene la IMM; ya la tuvo Cosse siendo presidenta de Antel con la obra del Antel Arena.
Y ahora es muy fácil subirse al carro de la intendenta; Cosse tiene una idea muy buena. El teatro de verano está muy venido a menos, está casi abandonado hablando en términos edilicios, el Ramón Collazo está deteriorado. Muchos dicen que es un escenario que solamente sirve para el carnaval, que es de los carnavaleros, y en realidad es de la ciudad; es para todo, para recitales, para todo.
Recuerdo hace más de 15 años ir a un recital en época de verano; ir al viejo restaurante a tomar algo antes de entrar al teatro de verano. Antes ir al Ramón Collazo era como un Shaw, era casi como ir a un teatro.
Hay una muy buena idea de Cosse que es arreglarlo, ponerlo en valor, hacerlo casi que a nuevo y que sea la casa cultural del montevideano; Excelente idea porque ver en el año 2018 al cantante Alexandre Pires en el teatro de verano, en el estado que ya estaba el teatro en ese momento, fue vergonzoso para con tamaño artista que nos visitó; y es solo un ejemplo; porque luego pasaron varios artistas y la gente siempre peleándose de que, en la hermosa zona que está ubicado el teatro y en las condiciones que lo tenemos. Hay que remodelarlo, que se pueda utilizar para eventos de relieve, desde la retirada del invierno, y hasta la llegada del otoño; explotándolo de la forma correcta, inclusive para recitales; Tengamos en cuenta que, es una zona más segura que el Antel Arena
Pero más allá de todo esto, la cascara del Ramón Collazo esta para explotarla de mejor manera, hay que mejorarla; se puede hacer eso y un montón de cosas, pero mi pregunta es ¿está en condiciones la IMM para realizar ese gasto en este momento? Y yo creo que sí, sería un gran beneficio para la IMM y ganamos todos, los montevideanos, porque hay que ver cómo se encuentra la IMM más adelante, su situación económica y política; la conflictividad política dentro del FA como la vimos por ejemplo entre Orsi y Cosse, aunque sean de gobiernos departamentales distintos, puede influir a futuro. Pero bueno, hay otros escenarios para estos eventos, salvo los eventos más multitudinarios que necesariamente hay que hacerlos en el Antel Arena por la magnitud del público que convocan algunos artistas.

La promesa por Cristina De Armas

Se nos terminó el recreo y ya estamos hace un buen rato en campaña electoral. Todo lo que se escriba, se diga o se haga hay que tomarlo en ese contexto.
Siempre se dice que en política nada está dicho hasta que se cuenta el último voto y es verdad, todo puede suceder pero, también es verdad que quien sabe observar la realidad puede adelantar posibilidades.
Recordemos en la elección pasada cuando los hoy opositores decían que ésta (2019) la ganan ellos y después ganamos nosotros y gobernamos treinta años. En ese sentido Talvi llegó a decir públicamente que viendo lo que se venía -recesión económica mundial anunciada para 2020, nadie pudo anticipar pandemia- a veces prefería que ganara el Frente Amplio. Su gente no sabía cómo aclarar lo que para muchos era claro. En noviembre la militancia frenteamplista casi tira por tierra los deseos de las dirigencias, los que querían ganar y los que querían perder.
Hoy lo dicho sigue su curso porque parece haber un acuerdo en la opinión pública sobre que la próxima elección la gana el FA y más aún, hay un seguro candidato con el que hasta miembros de gobierno se han apurado a acordar o a hacer amistad. Lo principal a decidir es la interna frenteamplista.
Este no es un discurso feminista, sólo un relato de la realidad, aún nuestra política es en mayoría de hombres, está destinada a cambiar por el simple paso del tiempo, pero aún no.
Sin embargo, la candidata frenteamplista no se amilana y ha quedado más que claro este verano, mientras Orsi hace amistades, Cosse trabaja.
Quizás la remodelación del Teatro de Verano sea su Antel Arena en la Intendencia, le impidieron ser vicepresidente y se quedó con la Intendencia y desde allí dejará también su marca como todo aquel, hombre o mujer que sienta el orgullo de ser gente de Estado debe hacer. El PN sabía que tenía un periodo y lo debía hacer valer a contra reloj, LUC, Katoen Natie, Seguridad Social, Educación. Cosse va por el futuro.
Se lo prometió a Tabaré.

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