El martes, cerquita del mediodía arrancamos una vez más rumbo a
la zona del Palacio Legislativo. La circunvalación estaba
prácticamente desierta y cruzamos tranquilos la avenida mientras
resonaba el himno y nos golpeaba el fuerte olor a tortas fritas.
La plaza estaba bastante llena pero no fue un acto desbordante.
Muchas caras conocidas, veteranos militantes y jerarcas del
Gobierno se mezclaron con gente joven coreando la Internacional.
Para los mal pensados de la derecha local, cabe destacar que se
realizó un minuto de silencio por los trabajadores asesinados.
La liturgia hubiera sido incompleta sin el discurso de la delegada de
la central de trabajadores cubana ,que no es más que un apéndice
del partido gobernante y de independencia sindical conoce poco.
Pero lo interesante fue la parte oratoria, que tuvo en su inicio el
discurso del sin dudas, más prometedor dirigente sindical del
movimiento obrero uruguayo, Oscar Andrade del SUNCA.
El “Boca” no habló solo de reivindicaciones, habló de
responsabilidad social y planteó valores que todos los uruguayos
deberíamos incorporar, si es que queremos construir un país mejor.
El dirigente de AUTE que vino posteriormente basó sus palabras
en viejas consignas y a pesar de su juventud, mostró un viejo
pensamiento corporativo digno de un típico empleado público.
La revelación fue la muchacha que cerró el acto, militante de
FUECYS, mostró fuerza y frescura en su manera de expresarse,
marcando bien firme la presencia de la mujer en los sindicatos y
dejándonos la esperanza de que con muchas más Abigail, tenemos
Pit Cnt para rato y que el sindicalismo toma nuevo y mejor rumbo.
Como corolario deberíamos pensar, en que el acto, tal como se
realiza año tras año, debería sufrir profundas modificaciones,
porque lo presencial se hace cada vez más cuesta arriba, y más en
un día feriado, sin transporte y con la tentación del asado familiar.
Seamos claros, una asamblea de la construcción convoca más
gente que el acto del día de los trabajadores, por algo será.
Y además, lo importante es el mensaje que tiene la clase obrera
para el resto de la sociedad, por lo que es conveniente desarrollar
la creatividad para que llegue y atraiga a todos los compatriotas.
En el mundo digital y tecnológico que se nos avecina a pasos
agigantados, quizás es hora de arrumbar la vieja hoz y el martillo.
Alfredo García
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