Con una destacada trayectoria como doble de acción a sus espaldas, David Leitch tiene una carrera relativamente reciente en el rol de director. Sin embargo, éxitos de taquilla como las dos primeras entregas de la saga “John Wick”, “Atómica” y “Deadpool 2” entre otras, lo confirman como uno de los más interesantes realizadores de filmes de acción de los últimos tiempos. “Tren bala”, protagonizada por Brad Pitt, vuelve a confirmar su habilidad dentro del género.
Con largometrajes en su haber como “Bastardos sin gloria” y “Erase una vez en Hollywood”, ambos dirigidos por el talentoso realizador canadiense Quentin Tarantino, el versátil Brad Pitt tiene ya cierta experiencia en relatos que combinan un humor ácido con ingeniosos diálogos, tiroteos, peleas cuerpo a cuerpo y escenas varias, en las cuales la violencia no es funcional únicamente al entretenimiento, sino además al solaz visual.
En tal sentido, es pertinente mencionar también a la icónica “El club de la pelea”, auténtica obra de culto que mixtura una mirada salvajemente irónica sobre la sociedad contemporánea con peleas de inusual violencia. Todos estos títulos transforman a Pitt-que también ha destacado por su talento en el cine dramático- en un protagonista de primer nivel para productos de esta naturaleza.
Antes de iniciar esta nueva faceta de su carrera cinematográfica y de ponerse detrás de cámaras, David Leitch se desempeñó durante muchos años como especialista en escenas de riesgo, siendo doble en cinco oportunidades del propio Brad Pitt y en dos del icónico artista marcial y actor Jean Claude Van Damme, además de participar como director de segunda unidad en numerosas películas como “Constantine”, “300”, “V de vendetta”, “ S.W.A.T”, dos filmes de los “X Men”, “ Capitán América: civil war” y la tercer entrega de la saga “Matrix”, entre otras taquilleras propuestas cinematográficas.
Empero, su debut como realizador se daría con la primera parte de la tetralogía de John Wick, protagonizada por Keanu Reeves, que sería una de las más importantes sagas del cine de acción de los últimos diez años, dirigiendo también la segunda parte.
Esa ya reconocida habilidad para elaborar productos cinematográficos visualmente espectaculares, abundantes en explosiones y luchas, se confirmaría con “Atómica”, protagonizada por Charliz Therón, y con la segunda parte de la trilogía de “Deadpool”.
En “Tren bala”, filme recientemente estrenado en nuestro país en el complejo cinematográfico Movie Center, el cineasta mixtura todos los elementos característicos en su filmografía anterior, planteando una alocada comedia de acción que se desarrolla casi por completo dentro de un tren bala, que parte desde Tokio con cinco asesinos a sueldo a bordo, cuyos destinos se cruzaran irremediable y violentamente.
En esta historia, Brad Pitt protagoniza a un particular sicario muy bien entrenado, obsesionado con su mala suerte y que, hastiado de trabajos difíciles y peligrosos, es enviado a robar un maletín con dinero, en una misión que se supone sencilla.
Lo que este curioso personaje desconoce es que a bordo del mismo tren viajan con él un puñado de letales homicidas profesionales, con los cuales iniciará el tradicional juego del gato y el ratón, mientras son vigilados, en el transcurso de todo el recorrido, por los esbirros de un peligroso jefe mafioso que tiene una venganza pendiente.
Otro elemento que quizá otorga algo más de interés a esta entretenida propuesta cinematográfica, es la inclusión en el elenco del reconocido cantante de rap y reguettón Bad Bunny, quien compone a un cruel asesino mexicano apodado “El lobo”, en su segunda actuación cinematográfica.
Abundante en personajes estrafalarios y fascinantes, como los asesinos Mandarina y Limón, encarnados impecablemente por Aaron Taylor-Johnson y Bryan Tiree Henry, o el letal mafioso compuesto por Michael Shannon, plagada de diálogos ingeniosos y repleta de bien coreografiadas peleas, tiroteos y hasta duelos a katana, la película recuerda especialmente a filmes como “Snatch, cerdos y diamantes”, de Guy Ritchie ,en la cual también actúa Brad Pitt o al cine del emblemático cineasta canadiense Quentin Tarantino, que suele homenajear a los policiales de décadas pasadas, al western y a los filmes clásicos de artes marciales.
La película propone una atractiva y desenfrenada narración, que no otorga pausa, la cual navega permanentemente entre la comedia ácida, el género policial y el cine de acción más puro y duro, apoyado en un elenco competente, en su espectacularidad visual y en una banda sonora tan ecléctica como atractiva, que incluye, entre otros conocidos temas, una curiosa versión de Staying alive, icónico tema de los Bee Gees, pero interpretada en idioma japonés.
David Leitch, que colaboró además en la preparación y la coreografía de cada una de las peleas y las escenas de acción apelando a su vasta experiencia profesional en el tema, compone nuevamente en “Tren bala” una obra que no tiene más pretensión que entretener, manteniendo en todo momento la atención del espectador y haciendo las delicias de los seguidores de sus propuestas fílmicas anteriores.
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