Amores irreversibles

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El autor de la Justo antes del eclipse, Adrián Rodríguez, fue un iluminador, actor, dramaturgo y director teatral que falleciera en un accidente de tránsito en el 2011, con solo 31 años de edad. Sus textos estrenados en vida fueron Aterciopelada (2008, dirección de Luis Izzi), Bárbara (2009, escrita junto a Ximena Granero y dirigida por Rodríguez), Justo antes de eclipse (2009, dirigida por Luis Izzi), y Nadie había en el espejo de agua (2011, dirigida por Rodríguez). También colaboró con textos en Cenizas de Sánchez (2010, con dramaturgia y dirección de Enrique Permuy) y en 10 estaciones y un día (dramaturgia y dirección de Marcel Sawchik). Varios de estos espectáculos  realizaron funciones o fueron estrenados en Casa de los 7 vientos, la sala de Polizón Teatro. Y para un grupo de actores egresados de la escuela Polizón Teatro escribió Rodríguez la obra Rompecorazones, que se estrenara de forma póstuma en el año 2013, dirigida por Marcel Sawchik. Que Polizón Teatro produzca esta nueva versión de Justo antes del eclipse tiene connotaciones que van más allá de la obra en sí, puede entenderse también como un homenaje a un dramaturgo que Marcel Sawchik describía como “el último poeta”, un dramaturgo que muchas veces trabajaba en los límites entre realidad y ensueño.

En Justo antes del eclipse se cuentan tres historias, una transcurre en una plaza, otra en la morgue de un Hospital, y la tercera en una librería. Las historias se desarrollan de forma intercalada, y al estilo de películas como Amores perros o Babel de González Iñárritu y Guillermo Arriaga, se cruzarán en un punto. Por otro lado, al estilo de la película Irreversible de Gaspar Noé, una de las historias transcurre desde el final hacia el inicio. La dirección de Fernando Toja respeta la estructura narrativa de la versión que vimos en el 2009, y mantiene esa lógica casi cinematográfica, que da un ritmo particular al espectáculo. Esa misma dinámica hace que el público se mantenga expectante, ya que las historias avanzan (o retroceden) hacia un desenlace trágico que las enlazará a las tres (valga la contradicción), pero que no conoceremos hasta el final.

La soledad y el amor parecen ser los ejes centrales del espectáculo. El sexo fugaz, la infidelidad o el matrimonio son formas en que los personajes parecen buscar el amor, pero este es esquivo, y la soledad parece estar detrás de cada intento. Una soledad que trasciende orientaciones sexuales y formalidades, una soledad que se vive más crudamente estando con otro. La combinación de esta esquiva búsqueda del amor con la estructura narrativa que rompe la linealidad  conforma un hecho teatral muy sugestivo.

Se destacan las actuaciones de Luis Fleitas y Etelvina Rodríguez, los dos personajes que participan de una historia en que hay un giro brusco que modifica la situación inicial. La otra actuación destacada (para quien escribe por supuesto) es la de Lucién Masi, quien debe interpretar a una adolescente herida, que parece poner su orgullo por delante de sus emociones. La escenografía de Florencia Wenzel y Maite Bastarrica resuelve con gran creatividad el sugerir los múltiples espacios que deben convivir en un mismo escenario. Siempre es interesante volver a un texto de Adrián Rodríguez, un autor dueño de una estética sin igual en nuestro medio. Esperemos que pronto haya más funciones de estos eclipses.

Justo antes del eclipse. Autor: Adrián Rodríguez. Dirección: Fernando Toja. Elenco: Graciela Abeledo, Luis Fleitas, Martín Irigoyen, Lucién Masi, Etelvina Rodríguez y Javiera Torres.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]