ASÍ QUE PASEN CIEN AÑOS…
…las mujeres marcamos eso que hoy está a la orden del día, especialmente en lo que respecta a las redes sociales, quiero decir que marcamos “tendencia” y viene al caso porque faltan apenas cinco para que se cumplan los 100 (cien) años del primer voto de la mujer en Latinoamérica. Claro que no fue en elecciones nacionales dado que eso ocurrió recién en el año 1938 y llevó a la presidencia a Alfredo Baldomir. El histórico protagonismo lo tuvieron las mujeres en el plebiscito “sobre la jurisdicción de la localidad de Cerro Chato que tenía administración compartida, entre los departamentos de Durazno, Florida y Treinta y tres. Según leemos en Montevideo Portal que a su vez lo recoge de El Observador aquel domingo 3 de julio de 1927 votaron 356 personas de las 383 inscriptas y más de 100 eran mujeres. Y curiosamente fue una mujer brasileña radicada en Uruguay la primera en inscribirse en el registro de votantes del plebiscito y su nombre era Rita Ribera y fueron dos uruguayas las primeras en ingresar su voto en la urna: recordémoslas por su nombres y apellidos: Martina Fros y Justa Jacinta Sánchez de Santana. Las tres mujeres de las que sabemos sus nombres más las otras que también dieron su voto, como dijimos al comienzo de la columna, “marcaron tendencia” una tendencia que se hizo realidad para siempre en 1932 cuando las mujeres quedaron habilitadas para votar en elecciones nacionales luego de la promulgación de la ley 8.927. La curiosidad, o mejor dicho, la necesidad de saber hizo que buscara información sobre quien en aquel año de 1927 era ministro de Instrucción Pública y se llamaba Carlos María Prando. El doctor Prando era abogado y sociólogo profesor y Decano de la Facultad de derecho y Ciencias Sociales. Fue profesor de la Cátedra de Sociología de la Facultad de Derecho (1915) y en 1925, como ministro de Instrucción Pública, planificó un Instituto de Cultura, antecedente de la Facultad de Humanidades y Ciencias. Este ciudadano, nacido en Montevideo en 1885y fallecido en 1950 fue quien, años antes de la ley de 1932 que habilitaba a las mujeres a votar en elecciones nacionales, “propuso incluir a las mujeres en el decreto que reglamentaba el plebiscito de Cerro Chato”, ese plebiscito que tuvo por primera vez el voto de la mujer no solo en Uruguay, sino en toda Sudamérica. Y dado que continué buscando lo que enriqueciera esta columna encontré que el doctor Prando fue un caballero con una interesante vida social y que también se daba tiempo para reír. Para este final recurrí a “Mis tangos y los atenienses” de Víctor Soliño y de sus recuerdos rescaté este, que está íntimamente relacionado con el protagonista de nuestra historia:” Una tarde alguien llegó con un pedacito de papel recortado de uno de los diarios donde se leía un llamado a concurso del Centro de Estudiantes de Derecho para la obra con que habría de festejarse la entrada de la inminente primavera. Y aparecieron tres valientes dispuestos a enfrentar el fallo de un tribunal integrado por nombres que daban escalofríos: los doctores Emilio Frugoni, Dardo Regules y Carlos María Prando”. Entonces, con ese arrojo que da la juventud presentaron su obra “¿Estás ahí, Montevideo?” que fue leída, juzgada y elegida por aquel tribunal, que al decir de don Víctor Soliño “daba escalolofríos”. Es bueno saber que “¿Estás ahí, Montevideo?” fue la antecesora de la “La Trouppe Ateniense” que revolucionó Montevideo en aquellos años lindos de la ciudad y del país todo. Hasta la próxima. Que seas feliz.
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