¡ ES UN CRACK! por Cristina Morán

Fue un grito que repercutió en mi casa y alrededores. Inmediatamente pensé “están celebrando el regreso de Cavani”, pero no, me equivoqué mal, muy mal, porque el crack para mi amiga era Sebastián Marset. Le reproché que dijera que este narco uruguayo, pero que se mueve con impunidad por sus cambios constantes de identidad, sea un crack. Entonces me explicó por qué para ella lo era. Porque fue ubicado en Bolivia, jugaba al fútbol, a la vista del público que iba a verlo jugar en su propio equipo llamado, de acuerdo a mi amiga, “Los leones del torno”. Es decir, lo veía mucha gente y nadie lo reconoció. Estaban sus compañeros (muchos) un DT o dos, y todos los que rodean normalmente a los futbolistas. Y nadie lo reconoció. Su casa, su hogar porque al parecer allí vivía con su familia con la que, por otra parte, logró escapar. Y ningún vecino lo reconoció. Cuando las fuerzas del orden entraron en su residencia se encontraron con un arsenal: 17 fusiles, 1 pistola,1.915 municiones, chalecos antibalas 31 automotores, 1 motocicleta y otros rodados. Y la frutilla de la torta, sin duda, fueron los 12 amigos o custodios o lo que fueran. No hay información con respecto a si lo conocían. Es dable pensar que sí, porque recibirían un buen salario y algunos tentadores “extras” a quienes hicieran bien los “mandados.” Los habitantes de Santa Cruz de la Sierra tal vez estén en condiciones de decirnos si alguna vez habían sido testigos de un despliegue policial, (incluyendo a la DEA, al FBI, a INTERPOL) como el que vieron cuando buscaban al narco Marset. Y no lo encontraron, aunque estén convencidos que aún se encuentra en el país andino. Mi amiga lo considera un “crack” precisamente por todo lo dicho: hace un año o algo más que convive con los bolivianos y nadie lo reconoció. El presidente Lacalle Pou marcó presencia en la inauguración del puente que une a la Charqueada, Rocha con Treinta y Tres y por él nos enteramos que “hace un tiempo presidencia sabía del paradero de Marset”. Fiscalía cuenta con varias historias (casi “telenovelas”) que esperamos continúen desarrollando los capítulos correspondientes (violación grupal en el Cordón, Operación Océano, caso Penadés y otros que tal vez están escapando de nuestra memoria. De cualquier forma, esto es todo por hoy. Pero Sebastián Marset no es un “crack”. Es un delincuente que anda huyendo de las autoridades de más de un país y con pasaporte uruguayo. Otra “telenovela” a la que Fiscalía tiene que hincarle el diente en profundidad y terminar con esta historia que bastante mal parados nos deja. Amiga, con el dinero que debe haber desplegado Marset para que nadie lo reconociera en Bolivia, no solo él, cualquiera es un “crack”. Hasta la próxima. Que seas feliz.