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Buscando respuestas por Cristina Morán

Buscando respuestas por Cristina Morán
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Puede llegar a ser una tarea emocional agotadora eso de buscar respuestas porque en general son muy difíciles de encontrar y cuando das con ellas suelen ser a medias. Y dicen que para medias son únicamente los pies. Entonces renunciás a buscarlas en tus semejantes y comenzás a hurgar en tu interior donde las vas a encontrar, pero claro que solo serán tus respuestas que suelen estar muy distanciadas de aquellas que escuchaste. Un hombre murió de frío o por hipotermia en el centro de Montevideo luego de ser rechazado en un refugio “porque no había lugar”. La historia la conocen entonces no vamos a insistir con ella. Estoy escribiendo el lunes y hace un par de horas escuché al abogado de la empleada del refugio o sea la que atendió al hombre a quien ya conocía por haberlo recibido otras veces, aunque hacía apenas tres meses que trabajaba en ese lugar. Según el abogado y de acuerdo a lo dicho por su representada Gustavo Castro no era el único, sino que eran ocho o nueve quienes querían entrar a protegerse de la baja temperatura más el alerta amarilla. Según la empleada hubo dos llamados a la mesa central del MIDES donde se les respondió que no solo eran esos ocho o nueve y que en total había 45 personas en la misma situación. Después vino todo lo demás y Gustavo terminó en una comisaría y fue liberado sobre las once de la noche. Y salió a buscar su destino:  dormir una noche más en la calle. Salvo que tal vez nunca pensó que sería la última. Siempre ateniéndonos a lo expresado por el abogado de la empleada y según las palabras de ella “se cumplió con todos los protocolos”. Hice una muy pequeña encuesta entre mujeres preguntándoles como hubieran actuado en esa situación o en otra similar. Eran justamente nueve: cinco dijeron “lo dejaba entrar y después vería como arreglar”; tres “cumplir con el protocolo” y una dijo que “yo los hubiera hecho entrar a todos. Se acomodarían donde pudieran, pero en la calle no los dejo”. Alguien me comentó “no hubo poder de decisión,” y una que toda la vida fue una trabajadora recibiendo un sueldo mes a mes quiere ponerse en el lugar de esa mujer de 27 años y entenderla, entender que el miedo a perder su trabajo, el deseo de hacer “bien las cosas” y cumplir con el protocolo. Se trataba del protocolo o el hombre en la calle. Te dejo la pregunta que hice y que también me hicieron: “¿cómo hubieras actuado?” Respondele a tu conciencia, no a mí. Una canción triste y de denuncia dice “a esta hora exactamente hay un niño en la calle” y de esa canción rescato hoy una frase que me pegó fuerte; es simple, breve y directa: “Y el corazón apenas una mala palabra”. Me estoy quedando sin espacio y me da pena dado que quería despedir al hoy ex canciller de la República, economista Ernesto Talvi. Fue breve su pasaje por la Cancillería, pero con una actuación que le valió ser considerado como el más popular del gobierno actuante. Y esto no siempre es de las mejores cosas que nos pueden pasar. Buena suerte, senador. Hasta la próxima. Que seas feliz. Ahora y siempre. 

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Cristina Moran En 1948 comienza su actividad en CX 16 Radio Carve. En el año 1956 forma parte del grupo de pioneros que da inicio a las transmisiones de Televisión en Uruguay, a través de Saeta TV Canal 10. En 1968 comienza en Canal 10 su programa Domingos Continuados que cierra el ciclo 20 años más tarde. En los ´80 se integra a los movimientos de mujeres y participa en el congreso “La situación de la Mujer en América Latina y el Caribe” celebrado en Cuba y en 1987 viaja a la entonces Unión Soviética junto a 23 compatriotas convocadas por el Congreso Mundial de Mujeres. En teatro actuó en varias obras como: “Mi suegra es una fiera”. “ El Avaro”, “¿Dónde está Miusoff?”, “La pecera”, “Homu Calvus”, “Estimada señorita Consuelo” ,“Los cálices vacíos”, “Ocho mujeres”, “Jardín de otoño”, “Candombe al sur”, “Mujeres en el armario”, “Orinoco”, “A la deriva”, “Steel magnolias”, “Sus ojos se cerraron ”, “Las preciosas ridículas”, “La dulce historia de Florinda Flores”, “La Morán se confiesa”. Es colaboradora de Semanario Voces con su columna Rememorando.