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Canguros en el Uruguay por Cristina Morán

Canguros en el Uruguay por Cristina Morán
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Comienzo y ganas requieren las cosas para echarse a andar.

Eso habrán pensado los médicos de un pueblo de Colombia ante la escasez de incubadoras para los bebés prematuros.

Como la necesidad tiene cara de hereje los médicos la enfrentaron recurriendo a quienes estaban ahí, al alcance de  su mano: las madres de esos prematuros.

Tomaron a los bebés y los pusieron con sus mamás, piel con piel porque se les ocurrió que el calor de la madre podría ser beneficioso para regular la temperatura corporal de los bebes. Y no se equivocaron.

Aquella idea continuó su camino y llegó a Bogotá donde quedó instalado. Allí, la inspiración nacida en un pueblo de Colombia encontró a un médico que para lo que tanto lo inquietaba,  tomó como referencia el desarrollo extrauterino que realizan los canguros neonatos (y en general todos los marsupiales), los cuales después de salir del útero terminan su desarrollo agarrados de las glándulas mamarias que se encuentran en el interior de la bolsa marsupial: estaba naciendo el Método Canguro y con el la posición canguro que da calor al niño, establece y fortalece el vínculo afectivo entre el niño y la madre y protege al pequeño de agentes externos.

Hace un año una mujer se presentó al doctor Daniel Borbonet, grado cinco en neonatología responsable del Departamento de Neonatología del Hospital Pereyra Rossell, con una propuesta: instalar en el nosocomio el proyecto Madres Canguros.

La propuesta fue aceptada y el 19 de Julio de 2016 con la presidencia de la Dra. Pamela Moreira (abogada) y la vice presidencia de la psicóloga María Soledad Vieytes, especializada en derechos de infancia y políticas públicas, comenzó a funcionar en el Pereyra Rossell la Fundación Canguro.

Las 150 voluntarias que integraban la Fundación descubrieron que no  solo a los prematuros debían brindar  atención y amor: ahí estaban los otros, los que habían sido dejados allí por sus madres por el motivo que fuera y que también necesitaban una “madre Canguro”.

Y empezaron la hermosa y humana tarea de brindar cuidados emocionales a los pequeños con importante vulnerabilidad emocional.

Nutrición afectiva es lo que las Madres Canguros dan a los prematuros y a los que están sin mamá desde cero a tres meses de edad que es hasta ese tiempo de vida que permanecerán en el hospital.

Para felicidad de todas, sin excepción, cuando se presentó el primer hombre como voluntario decidieron que el proyecto dejaría de lado “madres” para ser conocido solo como Fundación Canguro.

Los canguros son fácilmente reconocidos en el hospital: llevan una suerte de delantal con un gran bolsillo en la parte delantera (¿bolsa marsupial, tal vez?) color lila con bordados.

Cuando la voluntaria se ofreció para confeccionar esas prendas, eligió el color y decidió bordarlas, no imaginó que también habría varones.

Entonces cuando llegó el primero y luego otros, pensaron que al ver lo  que tendrían que usar se irían para no volver: se equivocaron pues no manifestaron rechazo y hoy los pueden ver transitando por el Pereyra orgullosos de su condición de canguros, dando amor y calor al prematuro contra su pecho de hombre, que, por esas cosas de la naturaleza que una no puede entender tiene un grado y medio más de temperatura corporal que la mujer.

El 19 de julio la Fundación Canguro cumplió un año de vida: allí estaban todos: canguros hembras y canguros machos. Uno de estos último al solicitársele un testimonio tal como lo había hecho una cangura, le “movió el piso” a todos los presentes. Con humildad narró su experiencia y contó que al bebe lo lleva entre sus brazos, contra el pecho, piel con piel, y “pongo sus piernitas dentro de la bolsa y lo tapo con el resto de la tela”.

Gracias desconocido por reivindicar tu condición de varón y llenarlo de hombría sanadora.

Hay mucho más para decir, pero se agotó nuestro espacio. Busquen a la Fundación Canguro en su página web o en Facebook, si es que desean ofrecerse como voluntarios. El 19 de Julio pasado informaron que tienen 450 voluntarios en lista de espera. Si tenés más de 18 años, inscribite. Con solo hacerlo sos protagonista de un acto de amor.

Hechos como estos, me reconcilian con la especie humana.

Hasta la próxima. Que seas feliz. 

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Cristina Moran En 1948 comienza su actividad en CX 16 Radio Carve. En el año 1956 forma parte del grupo de pioneros que da inicio a las transmisiones de Televisión en Uruguay, a través de Saeta TV Canal 10. En 1968 comienza en Canal 10 su programa Domingos Continuados que cierra el ciclo 20 años más tarde. En los ´80 se integra a los movimientos de mujeres y participa en el congreso “La situación de la Mujer en América Latina y el Caribe” celebrado en Cuba y en 1987 viaja a la entonces Unión Soviética junto a 23 compatriotas convocadas por el Congreso Mundial de Mujeres. En teatro actuó en varias obras como: “Mi suegra es una fiera”. “ El Avaro”, “¿Dónde está Miusoff?”, “La pecera”, “Homu Calvus”, “Estimada señorita Consuelo” ,“Los cálices vacíos”, “Ocho mujeres”, “Jardín de otoño”, “Candombe al sur”, “Mujeres en el armario”, “Orinoco”, “A la deriva”, “Steel magnolias”, “Sus ojos se cerraron ”, “Las preciosas ridículas”, “La dulce historia de Florinda Flores”, “La Morán se confiesa”. Es colaboradora de Semanario Voces con su columna Rememorando.