De la botánica montevideana

Sabido es que, en la ciudad, de paredes, ventanas, puertas y balcones suelen brotar hermosas flores de cemento, madera o metal. Los botánicos que las han estudiado sostienen que, en la mayoría de las ocasiones, la exuberancia y el efectismo de las mismas tienen su origen en una razón económica. Cuanto mayor la magnificencia de la edificación en la que se encuentran, más complejas y dinámicas serán sus formas. En los tratados que los susodichos científicos han publicado, suelen usarse como ejemplo de esta afirmación las que crecen en las imponentes hojas de las puertas de la Casa Central de una de las mayores instituciones bancarias del país. Basta con ver una de ellas para comprender que alguna razón les asiste.
(Ubicación: Cerrito 351)