Calentando los motores

¡La pucha, qué rápido llego febrero!

Casi sin darnos cuenta, estamos en el segundo mes del año.

Rodeados de carnaval, calor, campañas proselitistas y autobombo.

Hoy jueves se reúne en Montevideo el grupo de contacto por

Venezuela y se abre una esperanza para salir de esa brutal crisis.

Por el bien del pueblo venezolano esperamos se pueda avanzar.

La mezquindad local es como las cianobacterias: nos tiene verdes,

por el uso del tema para lograr rédito político, enchastrando al otro.

Los partidos y candidatos se movilizan con actos y giras por doquier

El martes el FA comenzó a mover esa maquinaria capaz de ganar

adeptos y destruir adversarios como me dijo un militante blanco.

Subestimaron el poder de convocatoria y eligieron un rinconcito del

Parque Rodó para no quedar pegados, por si fallaba la militancia.

La participación fue decorosa, pero sin locas pasiones triunfalistas.

Alguna oratoria hizo referencia a lo que falta y marcó autocritica con

lo realizado y con el funcionamiento interno, no mascan vidrio.

Otra fue media intrascendente y dio manija con el cuarto gobierno.

El acto estaba dirigido al núcleo duro, imprescindible en la campaña

La cuestión es que sigue y como se llega a vencer esa “sensación

térmica” de descrédito y agotamiento luego de 15 años gobernando.

¿Hay propuestas nuevas? ¿Cuál es el nuevo impulso? ¿Cómo se

recupera la mística frentista? ¿Qué cambios se implementarán?

Asustar con el cuco de la restauración de la derecha no corre más.

Mostrar lo que pasa en el vecindario, no funciona para ganar votos.

Hablar de la herencia maldita y la famosa crisis del 2002, ya fue.

Seguir fomentando la división entre buenos y malos, entre ellos y

nosotros, los puros y los corruptos, despide mucho olor a naftalina.

La patria somos todos, hay duros adversarios pero nunca enemigos

No ayuda en nada dividir al país en dos mitades irreconciliables.

Somos según el ranking de países libres de Freedom House, el

puesto número siete en el mundo, no es nada despreciable ¿no?

Aprovechemos el reinado de Dios Momo y escuchemos a las

murgas, que muchas veces rezuman vieja sabiduría popular.

A juzgar por algunos mensajes, no estaría mal que muchos políticos

hagan de esta campaña que se viene una emulación del carnaval.

Volvimos con ganas porque quedan muchos versos por cantar.

Alfredo García