CUESTA ABAJO…

Se avizora que estamos llegando por fin al final de la pandemia.

Se podrá cuestionar la política sanitaria gubernamental, pero la

realidad muestra que la estrategia de vacunación está dando

resultados, a pesar de los berrinches de los delirantes antivacunas.

El Covid como “explicación” o “coartada” se termina para todos.

Y ahora se verán los potros en la cancha de una vez por todas.

¿Se mantendrá la baja en los números de seguridad ciudadana?

¿Volverán a abrir los miles de empresas que cerraron últimamente?

¿Desaparecerán las colas de uruguayos en las ollas populares?

¿Se desarrollarán los cambios anunciados en la educación pública?

¿Bajarán los combustibles como se prometió en campaña electoral?

Le espera un tiempo complicado al gobierno y el descenso en los

sondeos de opinión pública, son un mensaje a tener en cuenta.

Capaz que es hora de cambiar un poco la pisada, porque los

hechos acaecidos en los últimos días no lo dejan muy bien parado.

La interpelación al ministro Heber mostró nuevas fisuras en la

Coalición, que no fue consultada para un acuerdo tan importante.

El papelón que le hizo el “affaire” Cardoso al presidente, demostró

la dependencia que tiene del partido Colorado y su mandamás.

Los libretazos a los que nos tiene acostumbrado Cabildo no cesan y

el último es el pedido de renuncia de la directora blanca del INISA.

Hasta ahora se había ignorado a la oposición frentista que quedó

muy golpeada tras la derrota y no embocaba una ni de casualidad.

Pero el alcanzar las firmas para el referéndum cambió el escenario.

Hoy el Frente, el partido político más grande de nuestro país, viene

con viento en la camiseta y no cabe más ningunearlo.

Esperamos que los debates por los artículos de la LUC mantengan

un nivel de profundidad y no se caiga en consignas demagógicas.

Pero los problemas que enfrentamos como sociedad no pueden ser

ajenos a nadie y quizás va siendo hora de bajar un cambio y

sentarse a conversar para encontrar soluciones entre todos.

Ni la “soberbia” gubernamental ni la “resistencia” opositora ayudan.

Corremos riesgo de que los que marchen en la rodada, no sean los

porcentajes de las encuestas, sino los uruguayos más necesitados.

Alfredo García