Mil y una vez escuchamos que acá todo llega 20 años más tarde.
En un mundo globalizado esa máxima pasó a ser un anacronismo.
Y la noticia de los últimos días nos obliga a la introspección social.
¿No es muy ingenuo creer que Uruguay es inmune al poder narco?
Aquí nunca va a haber guerra de bandas de narcos oímos siempre.
Aquí no sucederá lucha por territorios entre traficantes, decían.
No habrá ajustes de cuentas, sicarios o descuartizados, afirmaban.
La justicia, la policía y el estado no serán infiltrados, expresaban.
¿Cartel uruguayo? ¿Laboratorio de drogas sintéticas? Imposible.
Bueno no vamos a mencionar los hechos ocurridos en nuestro país.
Hasta el cansancio se habló en todos los medios últimamente.
La cuestión es si somos conscientes de esta nueva realidad y de
todo lo que puede llegar a suceder en este rincón del mundo.
¿No salta a la vista el lavado de dinero existente en Uruguay?
¿Son los jueces o fiscales imposibles de chantajear o comprar?
¿Tenemos actores políticos incorruptibles en todo el Estado?
¿Nuestros policías son una especie de “robocops” incoimeables?
No podemos caer en el infantilismo de que acá nunca va a pasar lo
que sucede en todo el resto del mundo, no somos especiales.
No tenemos los suficientes controles ni mecanismo legales para
prevenir que el poder del narco se infiltre en nuestra sociedad.
Para muestra solo alcanza un botón, y la ley de financiación de los
partidos políticos que tenemos es un buen ejemplo de inoperancia.
El tema es demasiado serio y nos afecta transversalmente en todo
el esqueleto social, a nivel económico, social y cultural, como para
seguir en el limbo y no encarar lo de una buena vez, por todos.
Es urgente una política de Estado para enfrentar este problema.
Se nos va la vida de muchos jóvenes en esta espiral de violencia.
Y distraerse en las versiones parlamentarias “huidobranas” 2022 no
solo es una pérdida de tiempo, sino que nos quita le energía y la
capacidad de concentrarnos, es temas importantes como este.
No somos inmunes ni vivimos en la Republica Ideal de Disneyguay.
Alfredo García
POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES
Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.
Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.
Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.
Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo.
Conozca aquí las opciones de apoyo.