Hay que sacarse el balde

No es fácil romper con posturas del pasado y asumir los errores.
Durante décadas escuchamos a defensores del “socialismo real”
que justificaban la invasión soviética a Checoslovaquia en 1968.
No era toda la izquierda, muchos pensaban con cabeza propia.
Cuba era otra historia, su revolución nos conmovió a todos y nos
identificamos con su proyecto liberador y su búsqueda de igualdad.
Pero mucha agua ha pasado bajo el puente, y aquella esperanza se
convirtió en un régimen burocrático, autoritario y represor del pueblo
No es sencillo reconocerlo y la cola de paja o la hipocresía hace
que se le llame “democracia diferente” o alguna otra elucubración.
Y así llegamos al acto realizado en El Galpón del pasado 26 de julio
Allí se juntaron algunos cientos de personas, partidarios de la
revolución cubana y habló la embajadora en nuestro país.
Estuvieron presentes el secretario general del partido comunista.
Juan Castillo, Marcelo Abdala presidente del PIT-CNT y también el
presidente del Frente, Fernando Pereira, que hizo un discurso.
Considero que la presencia de Fernando fue un error porque nos
representa a todos y muchos frentistas criticamos la Cuba actual.
Ninguno de los posibles candidatos a la presidencia acudió a la cita.
Por supuesto que los lugares comunes del bloqueo como causa de
todos los males que afectan la situación de la isla, estuvieron allí.
Pero no se hizo ninguna mención a los derechos humanos violados.
El comentario de la senadora arrabalera sobre Cuba como faro de
la libertad, fue absolutamente grotesco, y alguien debería sugerirle
que siga cantando tango y no opine más sobre política internacional
Hoy tenemos cerca de treinta mil cubanos viviendo en nuestro país
que son la prueba viviente de que algo huele a podrido en la isla.
“Cuba que linda es Cuba, quien la defiende la quiere más” era la

canción que cantábamos allá por los 70, soñando con el socialismo

que iban a construir Fidel y el Che en el largo lagarto verde de Guillén

Esa utopía, se transformó en la versión caribeña de “Rebelión en la

Granja” de Orwell, que dio por resultado un chiquero antidemocrático.

Los ciudadanos cubanos se merecen otro presente y un mejor futuro.

Alfredo García