El país vive una fiebre mundialista que inunda todas las áreas sin excepciones.
Ahí surgen los defensores a ultranza de Tabárez que no admiten crítica alguna.
Los defensores a ultranza de las unanimidades afloran cuando de la Celeste se trata.
La cuestión es que los fundamentalismos no se manifiestan solo a nivel futbolístico.
Hagamos repaso de algunos hechos ocurridos en las últimas semanas en Uruguay.
Al conocido actor Petru Valensky se le ocurrió firmar por el plebiscito de Larrañaga.
¿Para qué? Pasó de ser el “compañero de la diversidad” al “puto de mierda” sin escalas.
El escritor Daniel Baldi tuvo la ocurrencia de escribir algo sobre una madre drogadicta.
¿Quién lo mandó? De ejemplar gerente de la Fundación Celeste se convirtió en un “nazi”.
La semana pasada entrevistamos a Franklin Rodríguez, que habló sin inhibición alguna.
¿No se dio cuenta? De genial artista pasó a ser: resentido, traidor y bolacero en un santiamén.
El intendente Yamandú Orsi escribió en caliente sobre el asesinato de Claudia en Neptunia.
¡Agarrate Catalina! En la interna lo vapulearon duro y parejo por su incorrección política.
Intentamos concertar una nota con un personaje del futbol, declinó por temor a represalias.
¿Dónde estamos yendo? ¿Hay una policía del lenguaje que nos vigila permanentemente?
¿Quién es dueño de la verdad absoluta? ¿No se aceptan voces disidentes o críticas?
¿Se han vuelto las redes sociales la plaza pública donde se lapidan los que piensan diferente?
¿Se está fomentando el miedo a la libre expresión de las ideas? ¿Se incentiva la autocensura?
La democracia no es un sistema eterno, hay que cuidarlo y defenderlo entre todos siempre.
La libre expresión debe estar siempre en el ADN de una república que se precie de tal.
Flaco favor le hacen a la convivencia ciudadana los enanos fascistas o los pigmeos stalinistas.
En esta época tan patriotera, mundial de fútbol mediante, que nos vuelve tan orgullosos de
nuestro país, sería recomendable que muchos hipócritas que hacen gárgaras de libertarios,
escuchen con atención las estrofas del himno nacional que dicen muy fuerte y claro:
“Libertad en la lid clamaremos y muriendo también libertad, también libertad”
Alfredo García
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