“Una discusión que no sale del slogan, de lo panfletario de los dos lados” Ana Laura Pérez, periodista, En Perspectiva 6/7/20
Estoy un poco harto de las polémicas sobre temas intrascendentes.
Un día sí y otro también, se vuelcan en la agenda cosas irrelevantes
No tiene ninguna lógica que mediaticemos cualquier insignificancia.
Sobran ejemplos de personajes descacharrantes o hechos banales.
Ahora bien, cuando se habla de temas importantes, muchas veces
demasiadas veces, se cae en la superficialidad de los argumentos.
O lo que es peor aún, se reduce a poner etiquetas al adversario.
Los partidos políticos y sus operadores todavía no comprenden bien
los nuevos roles que la ciudadanía, voto mediante, decidió asignarle
El oficialismo machaca con las calamidades que heredó del FA.
La oposición demoniza las propuestas de la coalición multicolor.
Y vuelan los clichés de un lado al otro, pegando duro y parejo.
El mejor ejemplo de todo esto fue la Ley de Urgente Consideración.
Unos la catalogan como anticonstitucional, antipopular y regresiva.
Y otros le dicen justa, popular y que devuelve la libertad a la gente.
Ni tan tan, ni tan tan, aflojen con las consignas tribuneras, che.
Sin embargo, en el parlamento se discutió, se modificó y muchos
artículos fueron apoyados por todos los partidos en forma unánime.
El machaque constante de un lado y otro para descalificar al
adversario, peca por su falta de contenido de ser algo serio.
Por supuesto que existen diferencias ideológicas, por suerte, pero
es posible debatir a fondo y lograr soluciones de consenso en
muchos temas que hoy son urgentes para gran parte de la gente.
Descalificar una idea por quien la propone y no por su esencia es
de un infantilismo que empequeñece la política y sus protagonistas.
Nadie es dueño de la razón, aunque muchos se crean propietarios
Vencer prejuicios y analizar sin anteojeras es una sana costumbre.
Alfredo García
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