La guerra contra las drogas ha demostrado ser un fracaso total.
De poco y nada han servido los inmensos recursos usados por los
gobiernos más poderosos del mundo para combatir el narcotráfico.
Algunos plantean que la legalización de las drogas es la solución.
La cuestión es que muchísima gente cae en adicciones graves.
Dicen los que saben que el consumo de estimulantes es tan viejo
como el mundo y que existió en todas las civilizaciones humanas.
Lo que quizás es novedoso es que tantos millones de personas
sean víctimas del uso excesivo y que los traficantes tengan tanto
dinero y poder como para influir en los gobiernos de muchos países.
No soy partidario del prohibicionismo y creo que los individuos
pueden decidir por sí mismos, con que quieren intoxicarse, así se
llame alcohol, marihuana, cocaína, ayahuasca o psicofármacos.
Pero soy de esa generación que tenía un rechazo ideológico a las
drogas, las catalogábamos de escapismo y odiábamos la falopa.
Por eso me rechina la banalización y el glamour que mucha gente
de la izquierda “masamadre” le otorga al consumo de drogas.
Tampoco tolero a aquellos que piden mano dura contra las “bocas”
y los pichis pastabaseros mientras contribuyen con sus “líneas” a
que seamos uno de los países que más consumen merca per cápita
¿Acaso todos los periodistas, políticos, jugadores, músicos, actores
o famosos no fomentan con su consumo el poder del narcotráfico?
¿O los dealers de la costa son unos angelitos que no hacen daño?
Los adictos cruzan todo el espectro social, nadie es inmune por el
tamaño de su billetera, el auto que conduce o el barrio que habita.
El poder de los narcos seguirá creciendo mientras haya mercado.
La mejor forma de combatirlo en serio es evitar que surjan nuevos
consumidores y en esto la educación juega un rol fundamental.
No solamente en niños y adolescentes sino a todo nivel de la
población y para ello es clave hacer campañas de difusión masiva.
Naturalizar las drogas no es el camino adecuado y predicar con el
ejemplo es esencial, es muy hipócrita decirle a un pibe que no
consuma mientras me fumo un porro y tomo un vaso de whisky.
Debería ser bien visto decir públicamente: No a las drogas.
Alfredo García
POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES
Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.
Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.
Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.
Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo.
Conozca aquí las opciones de apoyo.