Coma basura,
7000 millones de moscas no pueden estar equivocadas.
Dicho popular
Aclaro de entrada que no es una ocurrencia mía, me lo comentó
ayer una compañera comunicadora y me dejó pensando en eso.
¿Qué pasaría si todos los medios de comunicación deciden en
forma conjunta no trasmitir más noticias de crímenes y abusos?
¿Se pueden imaginar informativos de tv sin noticias policiales?
¿Se figuran como serían los medios de prensa sin crónica roja?
¿Podrán los programas de radios no mencionar la inseguridad?
¿Cuánto necesitamos de las crónicas morbosas para sobrevivir?
¿Qué tan importante es trasmitir los entretelones de cada delito?
¿La búsqueda de la primicia exclusiva implica volverse carroñero?
Se sabe que para el mundo del hampa la publicidad es una medalla
Delincuentes famosos despiertan mucha admiración en su entorno.
La violencia lejos de condenarse, se festeja y es más se respeta.
Los crímenes muchas veces impulsan a que surjan imitadores.
Francamente, ¿que aportamos a la gente con la crónica policial?
El discurso de la libertad de información, de que el pueblo quiere
saber y que siempre hay que dar las noticias, ¿no es un verso?
Jugar con el morbo de la gente seguro que vende, pero, ¿es ético?
Nuestra sociedad vive conmovida por hechos de violencia.
No esquivemos el bulto ni nos hagamos los inocentes, somos
nosotros, los medios de comunicación los que lo amplificamos.
Exigimos de las autoridades, de la educación, de las familias
que se ocupen del tema, ¿y los periodistas somos inimputables?
Hablamos de rescatar valores, ¿y por casa cómo andamos?
¿Debe estar el lucro por encima de nuestro rol como ciudadanos?
La convivencia en nuestro país no va a cambiar sin el esfuerzo de
todos, sin que cada uno deje de mirar para el costado y haga algo.
Nosotros como comunicadores podríamos empezar el camino
reduciendo al mínimo este tipo de información que sabemos
contribuye muy poco a mejorar la coexistencia de los uruguayos.
Se trata simplemente de responsabilidad social, ¿nos animamos?
Alfredo García