El ángel que da el gozo y el que da la agonía

Revolotean, pequeños acróbatas alados, junto al balcón. En sus rostros hay un brillo de picardía. ¿Qué estarán tramando? ¿Se introducirán subrepticiamente en la habitación para invadir, traviesos, el apacible dormir de quien descansa en ella y transformarlo en un sueño feliz o en una pesadilla? ¿Descenderán hacia la acera y harán nacer el amor entre dos desprevenidos transeúntes que pasan por allí o provocarán que ambos integrantes de una pareja de viandantes, de repente, comprendan que ya no sienten nada el uno por el otro? ¿O, aburridos de las nimiedades por las que sufren y se deleitan los humanos, elevarán su vuelo de regreso al impasible azul del cielo?
(Ubicación: Alzáibar 1325)