Home ARTES VISUALES El sincretismo de Federico Arnaud o el Arte como reconciliación. por Alejandra Waltes

El sincretismo de Federico Arnaud o el Arte como reconciliación. por Alejandra Waltes

El sincretismo de Federico Arnaud o el Arte como reconciliación. por Alejandra Waltes
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El miércoles 4 de mayo se inauguró la muestra “Sobre pérdidas y paraísos” de Federico Arnaud en el Museo Histórico Cabildo. Federico Arnaud (Salto, 1970) es artista visual y docente de arte. En 1991, comienza su formación en Montevideo en el taller de Clever Lara y José María Pelayo. A partir de ese momento, pasa a investigar en el volumen y en el espacio, y expone individual y colectivamente en Uruguay y en el extranjero. Realiza esculturas, objetos, instalaciones, videos y performance. Ha recibido números premios. En 2005 y durante dos años asumió́ el cargo de Coordinador de Artes Visuales de la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. En 2017 obtiene el 2do lugar en el 48 Premio Montevideo de Artes Visuales. A fines del mismo año, recibe la Beca de formación Eduardo Víctor Haedo del Fondo de Estímulo a la Formación y Creación Artística -FEFCA- de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay. Por concurso erigió dos obras en el espacio urbano de Montevideo: el “Monumento a los Mártires Estudiantiles y Docentes” en el Liceo IAVA y la obra titulada “ROTO” en la plaza del World Trade Center. Desde 2017 es docente universitario en la Universidad Católica del Uruguay y desde hace más de veinte años da clases de arte en su taller.              La obra de Federico transita entre la escultura y la instalación, la performance, el video arte o los artefactos-muebles. Prácticamente cualquier material como papel, madera, cemento, yeso, objetos en desuso y telas, sirve a sus fines expresivos y discursivos.  En esta muestra, Federico encontró la punta de la madeja del hilo que va enhebrando todos los elementos de nuestra historia, todos aquellos que, de una manera u otra nos hacen ser quienes somos, aquellos que conforman una identidad objetiva pero también una sensible. En la forma en que fue seleccionando cada elemento, no sólo se nota su profesionalismo para llegar a cumplir con el objetivo planteado, sino un profundo amor al que se suma el sentido lúdico. En setiembre del 2020 se inauguró la muestra “Ecce Homo” en el Subte Centro de Exposiciones. En esa muestra, que quedó registrada en un hermoso volumen lanzado hace relativamente poco, Federico plantea ya el tema de los procesos coloniales tanto en lo iconográfico, religioso como en el pensamiento. Siguiendo con esa idea presentó a Rosana Carrete, la directora del Museo Histórico Cabildo el texto “Objetos sincréticos” en el que plantea su interés “en investigar en los objetos coloniales y postcoloniales del Museo Cabildo de Montevideo utilizando el sincretismo como base teórica y práctica”. Los objetos serían estudiados y manipulados artísticamente de forma crítica en un proceso de sincretismo que en sí mismo pretendía unir culturas y visiones estéticas antagónicas. El objetivo era que en ese proceso los objetos fueran “desplazados semánticamente y traídos al presente en un juego que permitiera la reflexión  sobre nuestros propios conflictos en la conformación de identidades latinoamericanas”. El proyecto interesó y a partir de ahí fue seleccionando los objetos del acervo que quería poner en diálogo. Grandes, oscuros y pesados muebles o sillas-altares son utilizados cómo escenarios de las instalaciones en las que ningún elemento sobra. Cada una de esas escenas nos hablan de colonización, colonialismo, mestizajes culturales y de sangre. Todos los elementos nos son familiares porque forman parte de quienes somos, artículos iguales o similares han formado parte de nuestra cotidianeidad. Cada instalación trata de forma global e integra una idea, son cómo capítulos de un libro. Los elementos tienen una historia vinculada con la historia de América, de Uruguay o con su historia personal. Sutil es el juego de significados en el contexto en que fueron colocados. La visión, desde la perspectiva actual, de los hechos ocurridos, es una visión reconciliatoria con respecto a quienes somos.  En la obra de Arnaud se destaca su preocupación por la identidad latinoamericana, pasando por los mitos religiosos, hasta las heridas que ha dejado la dictadura. Su obra está y ha estado marcada por un fuerte compromiso social y político, pues para Arnaud lo primero y más importante es lo humano.

“Los dos hijos muertos” (Federico Arnaud_2022)

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