La apasionante historia de los precursores (Parte I) por Alejandra Waltes
A pocos años de la publicación del libro de Juan Antonio Varese “Artistas y cronistas viajeros en el Río de la Plata” (2021), hoy podemos disfrutar de algunas de las obras de los artistas allí nombrados en las muestras “Viajeros, marinos y migrantes – Artista invitada: Agustina Villar” (que cuenta con el apoyo de la Xunta de Galicia – Delegación en Montevideo) y “Montevideo, a 300 años del proceso fundacional”, ambas en el Museo Histórico Cabildo. Este año Juan Antonio Varese publicó “Comienzos de la pintura en Uruguay” (2024) culminando así un registro histórico de la pintura anterior a la de Juan Manuel Blanes. Estos libros y las muestras fueron la excusa que necesitaba para estudiar y escribir una nota que hacía tiempo deseaba escribir sobre los primeros registros pictóricos realizados sobre este territorio por los colonos y visitantes europeos y más tarde, quienes fueron los artistas inmigrantes, precursores de nuestra pintura.
Si bien, sobre el objetivo de la muestra “Viajeros, marinos y migrantes – Artista invitada: Agustina Villar” dice la autora “Mediante la práctica del bordado y la costura, investigo temáticas como la familia, la migración y las distancias. La intención, es reflexionar sobre la construcción de nuestra memoria personal y colectiva, así como la capacidad de tejer recuerdos y rescatarlos de la oscuridad.” y “Este trabajo explora la migración y las formas en que somos afectados por el desarraigo. El proceso de releer, reflexionar y accionar sobre estos archivos personales, abre un diálogo, un permiso para revisar y acortar distancias. Es una exploración de las múltiples facetas de la experiencia humana, a través del prisma de las migraciones, la memoria y la familia.”, la Lic. Rosana Carrete, Directora del Museo Histórico Cabildo dice:” La construcción de narrativas es inherente al quehacer museal; el análisis de las piezas del acervo propicia relecturas, potenciando su capacidad poética y simbólica. Sentir y reflexionar una historia que excede los 300 años, nos invita a transitar distintas coordenadas, incluyendo las de los dibujantes y acuarelistas viajeros, que imprimieron visiones casi etnológicas de nuestro territorio, sus habitantes y los paisajes culturales que conformaron. ¿Cómo nos veían y cómo nos veíamos?, ¿qué relatos se construyeron?, ¿cuánto afectó esa hegemonía eurocéntrica nuestro imaginario colectivo?,¿cómo influyó la mirada de esos artistas en la construcción de la iconografía local y la propia identidad?”. Esta última interrogante y la posibilidad de hacer una relectura de la muestra a partir de algunas de las obras expuestas fueron el punto de partida para buscar el material que necesitaba. Se han escrito varios libros sobre la historia de nuestra pintura, comparto con Varese el punto de “corte histórico” a partir del cual empieza “Artistas y cronistas viajeros en el Río de la Plata”. Las primeras ilustraciones, a partir del S. XVII, fueron realizadas por misioneros, militares, exploradores, botánicos, geógrafos, cartógrafos y astrónomos que acompañaban a las diferentes tripulaciones con el fin de registrar todo lo que observaban en los territorios apenas explorados o aún sin explorar. Los informes que realizaban a su regreso a Europa eran acompañados por grabados a modo ilustrativo o para uso científico, comercial y/o militar. En la muestra “Viajeros, marinos y migrantes”, podemos disfrutar de “obras de Emeric Essex Vidal, quien entre 1816 y 1818, realizó numerosas acuarelas del Plata, con detallados apuntes y notas descriptivas al dorso; Jean Baptiste Debret, quien viajó por nuestro continente hacia 1816 y cuya obra es testimonio de la construcción de un imaginario de estereotipos que constituyen un espejo distorsionado en el cual identificar paisajes y habitantes. Conrad Martens. que integró la expedición del Beagle, arribó a Montevideo en 1832 y nos dejó también una serie de bocetos y acuarelas de la ciudad y sus alrededores. Adolphe D´Hastrel, quien hacia 1845 dejó sus impresiones de Montevideo, su paisaje, costumbres y cotidianeidad en el Álbum del Plata, y Johann Moritz Rugendas, quien llegó en plena Guerra Grande y cuya producción se conforma por cientos de dibujos, acuarelas y varios óleos, en los que el artista procuró captar a los soldados, legionarios y gauchos que entonces recorrían la ciudad y sus alrededores.” A Vidal debemos las primeras representaciones de los tipos sociales, costumbres y hábitos urbanos y rurales de Montevideo y Buenos Aires. Su obra pictórica fue muy importante en todos los destinos a los que lo llevaron sus obligaciones en la Real Armada inglesa. Contrario a lo que se pueda creer también hubo mujeres que recorrieron el mundo dejando constancia de sus vivencias. Del libro “Artistas y cronistas viajeros en el Río de la Plata” destacamos especialmente el capítulo dedicado a la pintora francesa Léonie Matthis (1883-1952), quien, interesada en la historia y culturas sudamericanas, buscó reconstruir el período colonial a través de sus pinturas recurriendo, para ello, al material dejado por historiadores y artistas viajeros. Los últimos dos capítulos fueron escritos por Carolina Porley (Montevideo, 1979. Periodista cultural, historiadora, profesora de Historia del Arte (bachillerato, UCU y UCLAEH), Licenciada en Comunicación (ORT) y Magíster en Historia, Arte y Patrimonio (Universidad de Montevideo)), quien relata la forma en que la mayoría del material gráfico de este período de nuestra historia, que hoy forma parte del acervo de nuestros museos, principalmente del Museo Histórico Cabildo, regresó al lugar que lo había inspirado.
Detalle de “Dos damas tomando leche en un rancho” (Conrad Martens- c.1833)
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