Es el deporte que mueve las pasiones del mundo entero, generando mercado y negocio sin precedentes a nivel global, pero sin olvidarnos que la creatividad y costumbres humanas han logrado modificaciones y adaptaciones a este juego, que se presentan como otras disciplinas.
Brindando una definición sencilla, el fútbol es un juego entre dos equipos de once jugadores cada uno, cuyo objetivo es hacer entrar en la portería contraria un balón que no puede ser tocado con las manos ni con los brazos, salvo por el portero en su área de meta.
Cada vez que la pelota entra en el arco rival, se consigue un gol (una anotación). El equipo ganador es el que marca más goles en el tiempo reglamentario (dos tiempos de 45 minutos), aunque el empate (la igualdad de goles) es un resultado posible. El campo de juego en el fútbol es rectangular y está cubierto de césped, por lo general natural. Los arcos se encuentran a cada lado del campo, y cada equipo debe defender uno y anotar (hacer goles) en el otro.
Si pensamos en las derivaciones o invenciones posteriores con base en el fútbol, podemos mencionar por ejemplo el jorkyball, que consiste en que los jugadores utilicen sus pies para regatear a sus oponentes y marcar. Los equipos que marcan más goles son siempre los ganadores. El juego no es diferente del fútbol estándar; la única diferencia es que este tipo utiliza un campo más pequeño.
A quienes les gusta el ciclismo pueden adentrarse en el balón en bicicleta. En este tipo de fútbol participan dos jugadores contrarios que van en una bicicleta con marchas. El ciclista tiene que despegar las piernas de los pedales hacia el suelo mientras se desplaza para regatear, pasar y luego chutar el balón utilizando la bicicleta. Este juego predispone a los jugadores a sufrir muchas lesiones, por lo que se necesita mucha práctica para dominar el arte del juego.
Y si le gusta un juego más preciso, puede divertirse con el fútbol tenis.Para jugarlo, necesitarás tres jugadores contrarios a cada lado del campo de tenis. Para crear una oportunidad de gol, los tres jugadores deben tocar la pelota antes de lanzarla hacia el lado contrario.
La inclusión tampoco puede faltar, y es así que existe el fútbol para ciegos. Las personas con discapacidades visuales juegan a este tipo de fútbol. Sin embargo, las autoridades suelen vendar los ojos a todos los jugadores para asegurarse de que están al mismo nivel a pesar de su discapacidad visual. El equipo está formado por cinco jugadores a cada lado y un sexto que guía a los demás. Para facilitar el seguimiento, los organizadores colocan el balón en un dispositivo eléctrico que emite algún sonido.
También se realiza fútbol en silla de rueda. En este tipo de fútbol, los jugadores utilizan sillas de ruedas para jugar el partido. La mayoría de las veces tiene lugar en un gimnasio, donde un equipo está formado por cuatro jugadores. Los organizadores equipan las sillas de ruedas con protectores de pies para ayudar a los jugadores a pasar, regatear y lanzar el balón contra los adversarios.
Otra modalidad inclusiva es el el fútbol para amputados. Es una práctica deportiva que constituye una modalidad del fútbol adaptado para personas con amputación. En el terreno de juego se enfrentan dos equipos de siete futbolistas, seis jugadores de campo y un portero; los jugadores de campo tienen una amputación en las extremidades inferiores y los porteros en las extremidades superiores. Los jugadores de campo usan muletas y juegan sin sus prótesis.
Si le gustan los ambientes cerrados, puede jugar fútbol sala. Conocido como futsal o fútbol de salón se juega en una cancha de superficie dura con una dimensión mínima-para competencias internacionales- de 38 metros de largo por 20 metros de ancho y máximo de 42 metros de largo por 25 metros de ancho, con dos equipos integrados por 5 jugadores cada uno que disputan dos tiempos de 20 minutos de juego efectivo con un tiempo de descanso de 10 minutos. A diferencia del fútbol tradicional, en esta modalidad cada vez que el balón no está en juego, el tiempo se detiene. El número de cambios es ilimitado. El balón con el que se juega es más pequeño que el del fútbol tradicional y debe tener una circunferencia de 62 a 64 centímetros y un peso de 400 a 440 gramos.
La adaptación al calor ha generado prácticas como el fútbol playa. Según diversas fuentes, el fútbol playa o Beach soccer nació probablemente a finales del siglo XIX en las regiones costeras de Brasil por iniciativa de marineros europeos que jugaban fútbol sobre la arena cuando desembarcaban, encuentros que fueron tocando el corazón de los brasileños, quienes organizarían, años después, hacia 1957, los primeros torneos oficiales. Los encuentros se disputan en una cancha de arena, en un rectángulo de mínimo 35 metros y máximo de 37 de largo; y de mínimo 26 metros y máximo de 28 metros de ancho. En las competiciones internacionales, la arena debe ser fina y la profundidad mínima del terreno de juego de 40 centímetros, terreno dividido en dos mitades por una línea central imaginaria, definida por dos banderines de color rojo situados fuera del perímetro del campo. Los partidos, que se juegan en tres periodos iguales de 12 minutos, y tiempos de descanso entre cada periodo máximo de tres minutos, los disputan cinco jugadores en cada equipo, con número ilimitado de sustituciones.
Y sin dudas, existen miles de formas más de fútbol, además de las mencionadas. A fin y a cabo, lo importante, es que ruede la pelotita (y haga gol).
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