Los temas de hoy me llevan a canciones de ayer por Cristina Morán
Un par de semanas atrás esta columnista incluyó en su espacio canciones de María Elena Walsh de su famoso e inolvidable “Reino del revés” y fue motivada por la referencia que el presidente de la República hizo de ese “reino” comparándolo con lo que ocurría referido a su anunciada disminución (no desaparición, claro) de dos impuestos serios. Fue criticado por la oposición y el presidente recordó al reino de María Elena Walsh diciendo que: “Es la primera vez en la historia que hay gente quejándose de que se bajan los impuestos”. Las cosas que están sucediendo me llevó a la década de 1970 cuando conocimos a “Canciones para no dormir la siesta” un colectivo musical pensado para niños pero que cautivó y conquistó al público adulto y que partió de una idea de Horacio Buscaglia y Nancy Guguich, lamentablemente ambos fallecidos. Era un “clásico” encontrarnos en la pequeña sala de “La Candela” entonces ubicada en la calle 21 de setiembre y acompañar a los artistas a cantar su “Chin, Pum, Fuera” un “himno” de batalla en plena dictadura. Esta es la canción con la que hoy estará acompañada nuestra columna tomando algunos de los temas que están sobre la mesa en nuestro día a día. Imposible pasar por alto el “caso” fiscal Fosatti que citó a Gustavo Leal como testigo, lo volvió a convocar como indagado, se fue por licencia médica, su lugar lo ocupó el fiscal Romano y ella volvió, sorpresivamente recuperada a los pocos días. Desencuentro con Romano, pedido de traslado, de ser apartada del caso Astesiano, y atendido su reclamo por el fiscal de corte Juan Gómez, pero no a uno de los dos lugares por ella pedidos, sino por aquel donde realmente se necesitaba un fiscal. Su lugar lo ocupará la fiscal Sabrina Flores a quien esta columnista le desea buena suerte. Entonces alguien cantó: “Al botón de la botonera, chin, pum, fuera”. Dejo la fiscalía que bastante tiene con sus, ¿cómo llamarles?, bueno digamos con “los que piensan distinto”. En una democracia como la nuestra, tienen derecho. Todos tenemos derechos, aunque muchas veces los “todos” quedamos a la vera del camino. Me voy a la Feria Agroindustrial de Soriano, donde el presidente subió a una máquina de 400 mil dólares para “sembrar soja”. La tierra partida por la sequedad nada entendía. Yo, tampoco. Entonces, “al botón de la botonera chin, pum, fuera”. El ministro Fernando Mattos, refiriéndose a la sequía, dijo: “Esto es solo un tropezón en el camino; el malla oro, sigue estando de pie”. Desde fondo de la Expoferia, se escucharon las voces que entonaban: “Al botón de la botonera chin, pum, fuera”. Desde aquel día del año 1979 cuando conocí el riego artificial y los paneles solares me he preguntado, ¿por qué en Uruguay, ¿no? Y un día, tímidamente, (como cuando aparecieron las primeras antenas de televisión en las azoteas o terrazas de la ciudad) los montevideanos comenzamos a sorprendernos y a preguntarnos qué era “eso”. Y nos respondieron, “es el progreso, es la energía natural, la energía del sol”. Pero el riego artificial no corrió la misma suerte. Quedó archivado vaya a saber dónde y solo se escuchaba en las voces de quienes tenían conocimiento profundo del tema, pero que no eran escuchados. Claro, no los movían intereses políticos, solo respondían a la preocupación de lo que amenazaba a la humanidad: el cambio climático, el calentamiento global. Por fin, en la Expoferia Agraria de Soriano, ¡por fin! el presidente de la República Luis Lacalle Pou con el pie en la tierra reseca (bueno, esto es un decir) planteó “que el riego sea una política de Estado. Quizá la próxima política de Estado, es una POLÍTICA DE RIEGO”. Algo es algo. Al menos lo tuvo presente. Tendremos que esperar, algo a lo que estamos acostumbrados. Es todo, o al menos algo de un todo. Hasta la próxima. Que seas feliz.
POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES
Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.
Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.
Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.
Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo.
Conozca aquí las opciones de apoyo.